Historia de Robert Berdella
Robert Berdella detenido
Robert Berdella nació en el pueblo de
Cuyahoga Falls,
Ohio en
Estados Unidos
el 31 de Enero de 1939 en el seno de una familia católica, fe en la cual fue
bautizado a los 12 años. No se conoce gran cosa de su niñez ni de su familia
excepto que tuvo un hermano llamado
Daniel
7 años menor que él y que su padre falleció cuando contaba 16 años, en 1965.
Supuestamente el señor
Berdella
sufrió un ataque cardiaco y lo que es el destino,
Berdella mismo falleció de forma
parecida. Poco tiempo después la madre de Robert se juntó con otro hombre,
situación que le provocó mucho resentimiento. Para ese entonces ya identifica
su orientación homosexual. Se reporta fue violado por un compañero de trabajo
del restaurante donde laboraba. Con seguridad este lamentable acontecimiento
debió minar su fe al grado que desde esa temporada dejó de asistir a los
servicios religiosos como acostumbraba.
Robert Berdella de lentes porque estaba bastante miope
Berdella relató que durante
su adolescencia vio una película llamada
The
Collector que causó gran impresión en su persona. La trama de la
referida cinta gira en torno a un hombre que vive una vida ordinaria y cuya
única pasión es la recolección de mariposas. Siente que le falta algo, que su
existencia está incompleta hasta que conoce a una chica de la cual se enamora.
Sin embargo desarrolla un plan para secuestrar a la muchacha con el fin de
mantenerla cautiva y hacer que ella se enamore de él, pero en sus términos.
Para tal efecto se muda de casa a un sitio cuyo sótano acondiciona para
mantener a la dama. Mediante engaños logra introducir a la mujer a su casa y la
mantiene cautiva. Después de no pocas dificultades y altercados la mujer cede y
se enamora del protagonista. Vuelcos inesperados y un final aterrador ocurren
en el transcurso de la película.
El Coleccionista no pasa de ser una película palomera que hoy día luce
atrasada, pero sin lugar a dudas produjo en Berdella
ideas y planes que mantuvo latentes hasta el final de su vida.
En 1967 a la edad de 18 años Berdella
se inscribe en el Kansas City Art
Institute para estudiar, obvio, artes. Nunca termino dichos cursos pero si
aprovechó el viaje para convertirse en un drogadicto y alcohólico. No pasó
mucho tiempo para que fuera arrestado por posesión y venta de estupefacientes,
acusación por la que se declaró culpable. Le fue suspendida la sentencia por 5
años que se ganó esa vez. De nuevo fue arrestado por posesión de marihuana y LSD, aunque tras permanecer
arrestado unos días fue liberado por falta de pruebas.
Casa de Berdella en Charlotte Street
A partir de 1968 entró como cocinero a un restaurante y a los 20 años se
salió definitivamente de la escuela de artes. No era malo por cierto para las
artes culinarias pues durante mucho tiempo desarrollaría con buen éxito el
trabajo de cocinero. En Septiembre de 1969 se compraría la casa de
Charlotte Street donde cometería los
crímenes por los que sería mundialmente conocido.
De 1970 a 1980 su vida transcurrió con aparente normalidad. Como vecino era
de conducta excepcional pues ayudó a conformar una patrulla vecinal contra el
crimen. En el trabajo se convirtió en un chef de calidad colaborando para
importantes restaurantes y clubes campestres. Para este entonces era ya
abiertamente gay. Luego vinieron los cambios drásticos.
En 1981 renunció a su trabajo como chef para dedicarse de lleno a su negocio
personal. Un puesto de parafernalia gótica llamado Bob's Bizarre Bazaar ubicado en un mercado local. Ahí comerciaba
antigüedades y objetos raros. Sus tarjetas de presentación decían que tenía
veneno en el cerebro y su extraño comportamiento era considerado como una treta
publicitaria.
A los 33 años se involucra sentimentalmente con un veterano de la guerra de Vietnam, pero la relación no dura mucho
tiempo y Berdella comienza a salir
con prostitutos a quienes incluso lleva a vivir a su casa a cambio de compartir
las labores de limpieza y manutención. Intenta encaminar a varios de ellos
hacia el bien. Es un misterio saber porque Berdella
súbitamente comenzó a torturar y asesinar hombres de la manera en que lo hizo.
Generalmente ocurre un evento desencadenante de violencia y locura, pero en
este caso ese hecho permanece en la oscuridad.
Jerry Howell
La primer víctima de
Berdella
fue el homosexual
Jerry Howell
viejo conocido y amante suyo a quien decidió castigarlo porque le había
prestado dinero para pagar un abogado y ahora se negaba a reembolsarle algo de
eso. El 4 de Julio de 1984 pasó por él y ya en su casa le suministró varios
calmantes sin que
Howell
se diera cuenta. Una vez desmayado procedió a sodomizarlo sin parar y hasta
empleó un pepino para continuar el ataque. Luego lo dejó bien atado y se fue a
su trabajo. Al día siguiente continuó la tanda de torturas y humillaciones amen
de inyectarlo con sustancias químicas con tal de mantenerlo sedado. Antes de la
medianoche
Berdella se convertía en
asesino dado que
Howell pasó a mejor
vida. Aquello tomó por sorpresa a
Berdella
quien declaró que probablemente
Howell
se había ahogado con su vómito, proceso acelerado por las fuertes dosis de
drogas a que lo había sometido. Luego lo colgó por los pies del techo para
drenarle la sangre, aprovechando que la postura del cadáver le resultaba
sexualmente excitante. Finalizado el desangrado lo cortó en pedazos con sus
cuchillos de cocinero y empleó una sierra eléctrica para las partes difíciles.
Empacó los restos en plásticos y papeles y los puso en la esquina de su casa
para que el camión de limpia se los llevara. Así de sencillo había resultado
para
Bob
Berdella cumplir sus
torcidas fantasías.
Después de varios días Berdella
se sentó a ponderar lo que había ocurrido y comenzó a escribir una bitácora
abundante en detalles de las torturas y las reacciones de Howell.
El documento estaba complementado con numerosas fotografías polaroid.
Robert Sheldon aparece desmayado y sometido en estas
fotografías
Cráneo de Sheldon hallado en un closet
El siguiente en caer fue
Robert Sheldon, viejo amante de
Berdella
que había estado en su casa muchas veces ya, pero el 10 de Abril de 1985
entraría por vez final para salir hecho pedacitos.
Sheldon recibió el mismo tratamiento
cruel que Howell aunque esta vez añadió mas torturas a su repertorio, por
ejemplo esta vez inyectó liquido para destapar caños en el ojo con el fin de
cegarlo y que así fuera un esclavo sexual más apto a sus fantasías. También le
molió las manos a golpes hasta dejárselas inutilizadas. Pasaron cuatro días de
este infierno para
Sheldon hasta que un inesperado visitante interrumpió
a
Berdella.
Para que no lo fuera a delatar con algún ruido o movimiento fuerte,
Berdella
envolvió su cabeza en una bolsa de plástico y murió asfixiado. Ocurrió la misma
mecánica para la eliminación del cuerpo excepto que ahora
Berdella decidió conservar la
cabeza, que enterró en su patio.
Mark Wallace
Luego tocó turno a
Mark Wallace, otro infortunado conocido de
Berdella
a quien aparte de lo demás le tocaron una serie de descargas eléctricas que
terminaron hasta eso, pronto con su sufrimiento. Esa nueva tortura estaba aún
en fase experimental.
James Ferris
En el mes de Septiembre
James Ferris le pidió a
Berdella si podía darle
alojamiento en su casa. Ignorante de las sádicas manías de su huésped,
Ferris
pronto se vio en la antesala del infierno... para su buena suerte murió rápido
debido a que
Berdella
lo drogó de manera equivocada. Hay que comentar que
Berdella no tenía conocimientos
médicos y usaba tranquilizantes y fármacos de uso veterinario en sus víctimas.
Igual que los anteriores, los restos de
Ferris fueron a dar al tiradero del condado.
Todd Stoops sujeto a las brutales torturas de Berdella
Otro viejo conocido de
Berdella,
Todd Stoops cayó prisionero en la casa del terror.
Stoops
ya había vivido algunos encuentros anteriores y de hecho había dicho a la
policía que algunos hombres reportados como desaparecidos habían estado con el
dueño del
Bob's Bizarre Bazaar y a
pesar de sus sospechas no tuvo problema para entrar de nuevo en su casa, a la
postre un error que pagaría con la vida misma.
Todd era un hombre atlético y fuerte
mientras que
Berdella
era panzón y falto de condición y quizá razonó que si llegara a darse una riña
entre homosexuales, el saldría victorioso. Sin embargo una vez sometido le fue
aplicada la peor tanda de sodomía.
Berdella le introdujo por el recto su puño
completo tras lo cual comenzó a sangrar profusamente. También le inyectó
Drano por los ojos y las cuerdas
vocales. Después de semanas con fiebre y severos tratos, la agonía terminó los
primeros días de Julio de 1986.
Larry Pearson torturado y desvanecido en estas
dramáticas imágenes
Cráneo de Pearson siendo desenterrado del
jardín
El último en perecer a manos de
Berdella
fue el joven prostituto
Larry Pearson
a quien había conocido la primavera de 1987 y a quien introdujo en su domicilio
a mediados de Junio. Inicialmente
Pearson
se portó mucho más cooperativo que el resto de las víctimas así que no hubo
necesidad de aplicar tanta "
disciplina" en el. Pero después
de 6 semanas de esclavitud sexual
Pearson
decidió que aquello era suficiente y decidió rebelarse. Tal afrenta pronto fue
contestada con una severa golpiza que le causó la muerte.
Berdella
conservó la cabeza de
Pearson
en el congelador. Luego sin razón aparente desenterró la cabeza de
Sheldon
y puso la de
Pearson en el mismo
espacio. Cuando fue cateado el domicilio la policía encontró el cráneo en un
closet.
Pero la última víctima fue un sujeto de nombre Chris
Bryson a quien resulta que Berdella
subió a su coche tras invitarlo a una "fiesta". Cuando
escapó de su cautiverio Bryson
no quiso que la policía lo tomara como un prostituto ni insinuar que Berdella lo había recogido de una conocida
zona de prostitución masculina. Una vez dentro del Toyota color café, comenzaron
a beber cervezas y cuando llegaron al lugar de la fiesta, Bryson
vio que era una casa de barrio común y corriente y que incluso el número de la
misma era perfectamente visible. Cuando entraron al sitio, vio que el lugar era
un completo desastre con basura y desechos apilados en cualquier esquina. El
olor de perros e inmundicias era muy fuerte. Entonces Berdella
le platicó que antes había sido estudiante de arte y quería enseñarle su
colección de objetos que tenía en el piso de arriba y cuando llegaron al final
de las escaleras recibió un fuerte golpe en la cabeza y cayó al suelo. De
inmediato quiso reaccionar y defenderse pero Berdella
había sido más rápido y pronto lo estaba inyectando con alguna sustancia. Por
más que quiso repeler el ataque, pronto quedo paralizado y se desmayó. Al
recobrar la conciencia se encontró completamente desnudo y atado en posición de
águila, con los brazos y las piernas firmemente sujetos a los postes de una
cama. No sabía ni cuánto tiempo había transcurrido ni se daba cuenta que Berdella le colocaba un collar de perro en el
cuello pues volvió a desmayarse.
Entonces Bob
comenzó a jugar con su nuevo esclavo sexual mientras este estaba inconsciente,
tocándolo y abusando de él en una suerte de regodeo sexual. Cada paso llevado a
cabo era detalladamente descrito en una bitácora por Berdella.
Habían pasado muchas horas hasta que Bryson
recobró la conciencia de nuevo y vio que la luz del sol aparecía por las
ventanas. Entonces comenzó a razonar en lo que su esposa estaría pensando ante
su prolongada ausencia. Se dio cuenta que tenía un trozo de trapo en la boca a
manera de mordaza y al querer moverse entendió que no podría liberarse por sí
mismo. Pero el bullicio que produjeron sus esfuerzos hizo que Berdella entrara al cuarto. Bryson creyó que recibiría alguna explicación o
que le sería informado que era parte de un juego o algo y trató de hablar, pero
cuando Berdella le quitó la
almohada que tapaba su rostro se dio cuenta que estaba bajo la pesada
influencia de alguna droga por la visión tan borrosa que experimentó. Quiso
emitir una súplica a Berdella
pero este reaccionó violentamente pues comenzó a darle de tingotazos en los
ojos y con un cotonete le untó una sustancia que ardía terriblemente. No había
nada que pudiera hacer mientras estaba a merced de su captor, lo único que le
quedaba era sufrir todas y cada una de las torturas mientras figuraba la manera
de escapar.
Luego Berdella se le sentó encima
y comenzó a aporrearle las manos con una barra metálica. Acto seguido comenzó a
hacer algo a la altura de las ingles de Bryson,
en un primer instante este no pudo determinar que sucedía pero grande fue su
horror al descubrir que le estaban colocando pinzas de corriente en el escroto
y el muslo. Súbitamente sintió una fuerte descarga eléctrica que corría desde
su torso bajo hasta el muslo, el intenso dolor de sus manos ya adoloridas se
multiplicaba con la contorsión de su cuerpo al paso de la corriente. Con la
mordaza solo alcanzó a emitir un apagado pujido de agonía. Al reaccionar vio un
resplandor y escuchó un chirrido, entonces se dio cuenta que Berdella le tomaba fotografías con una cámara Polaroid.
Bryson entendió que había caído
en manos de alguien de quien solo había escuchado en extraños relatos de
horror, un sádico sexual que con toda seguridad jamás lo iba a dejar libre. No
sabía que pensar y solo atinaba a preguntarse cómo es que había caído tan
fácilmente en semejante predicamento. Una vez Berdella
aplicó un par de toques mas, pareció aplacarse. Entonces le informó a Bryson de las reglas que debía obedecer para
"llevar la fiesta en paz..." especialmente no debía
resistirse ni tratar de gritar o hacer ruidos pues los castigos podrían
continuar y ponerse peores aún.
La siguiente vez que alcanzó a reaccionar, Berdella
llegó y le informó que ahora era un juguete sexual y que no habría de ir a
ninguna parte. Los castigos habían sido para enseñarle cual era su nueva
situación, y habría más en caso de ser necesarios si no iba a terminar en la
basura igual que los "otros" y para convencerlo de
esta última sentencia, le mostró fotografías de hombres en diversas poses y en
las que algunos lucían muertos o al menos dormidos, pero no se podía saber.
Todas las instrucciones giraban en torno a ser completamente sumiso y obediente
en su nuevo rol de esclavo sexual.
Durante 4 días Bryson
fue objeto de humillantes abusos y violaciones por parte de Berdella, pero llegó el momento en que este
cometió un error. Como premio a su comportamiento, le ato las manos al frente,
en vez de atarlas a los postes de la cama. Cuando Berdella
abandonó la casa se dio a la tarea de liberarse. Después de soltarse saltó por
la ventana del cuarto. Fue entonces que un vecino pudo ver a un hombre saltar
del segundo piso de la casa de Berdella
usando por única vestimenta un collar de perro y una correa. Este vecino al
auxiliar al hombre desnudo fue quien realizó la primera llamada a la policía.
Chris Bryson
Cuando los oficiales arribaron al lugar de los acontecimientos sabían que
debían actuar con cautela pues imaginaban que se enfrentaban a una pelea entre
amantes homosexuales. Situación que no era extraña en los barrios de la ciudad
y para la cual ya habían desarrollado un protocolo de acción. Auxiliaron a
Bryson y le cubrieron con una manta. Cuando este
pudo reunir las fuerzas necesarias comenzó a relatar su terrible historia.
Aquello era más de lo que esperaban escuchar los oficiales así que el siguiente
paso era escuchar a la otra parte y para tal objetivo esperaron a que el dueño
del lugar llegara para interrogarlo. Por muy grave o fantástica que resultara
la queja de un sujeto como
Bryson
debían corroborar cada dato y acusación.
Cuando Berdella llegó a su casa,
fue abordado por los oficiales que habían quedado a cargo en el lugar y le
informaron que estaba bajo arresto por ser sospechoso de asalto sexual contra
un hombre llamado Chris y le pidieron que firmara una hoja donde
concediera permiso a los oficiales de entrar a su domicilio. Berdella simuló incredulidad y se negó a que
su casa fuera allanada por la policía. Llegando a la estación solicitó un
abogado. Para este momento la policía aún consideraba que el asunto podía ser
no más que un pleito entre dos hombres de los cuales uno involucraba a las
autoridades para presionar al otro. Pero por si las dudas, los oficiales decidieron
seguir paso a paso con los procedimientos hasta llegar al final del asunto. Más
que nada es loable el olfato de la policía que no desechó la idea de que si Bryson había sido realmente torturado por días y
advertido de muerte si no cooperaba, tal vez hubiera otras víctimas
involucradas. Ahí estaba el detalle.
Berdella escoltado por oficiales de policía
Dentro de la casa de
Berdella
tuvieron que asegurarse tres perros
Chow
Chow antes que los detectives pudieran comenzar a trabajar. La casa era tal
cual la había descrito
Bryson,
un total desorden lleno de basura por doquier. En la planta baja nada fuera de
lo normal fue hallado, pero guiados por el relato de la víctima subieron las
escaleras. Justo como esperaban, había un cuarto cerrado con una televisión y
una cama. En el suelo había trozos de cuerda chamuscados, pues así había
escapado
Bryson quemando sus ataduras
con cerillos tirados en el suelo. En una inspección más cercana vieron que los
postes de la cama tenían los bordes muy gastados como si hubieran sido
empleados con las cuerdas muchas veces, tal vez para atar a más gente aparte
del actual quejoso. Junto a la cama descubrieron un dispositivo eléctrico del
que salían algunos cables que subían por el colchón. En una mesita cercana
encontraron varias jeringas listas para usarse. También algunos frascos de
gotas para los ojos y líquidos en apariencia drogas aparte de algunas revistas
pornográficas tiradas en el suelo. En otro cuarto vieron fotografías de
Bryson donde aparecía atado y con cara de
sufrimiento. Y a pesar de toda la evidencia hallada, aún no había un grave
delito que perseguir. Sin embargo en el cuarto que parecía ser el dormitorio de
Berdella la policía
encontró un par de cráneos y unos dientes, lo cual los instó a buscar con más
profundidad. Entonces aparecieron unos casetes de audio con descripciones de
las torturas y más fotos polaroid donde aparecen otros hombres en similares
poses que
Bryson inclusive algunos lucen
ya como cadáveres.
El posterior análisis de la bitácora de Berdella
reveló la mentalidad de un sujeto en constante necesidad de tomar el control de
sus víctimas. Estaban registrados con sumo detalle cada acto cometido y la
subsiguiente reacción. Hasta movimientos mínimos eran registrados, fuera en
conciencia o en desmayo.
Nuevas órdenes de registro fueron giradas tras los últimos hallazgos. Una
flota de forenses ocupo el lugar en busca de huellas dactilares y para empacar
toda clase de objetos que tenían lo que parecía ser sangre embarrada. Todas las
fotos y demás evidencia fueron catalogadas minuciosamente. Entre más escarbaban
el lugar mayor evidencia surgía que incriminaba a Berdella.
De suponerse una simple riña entre amantes varones, ahora parecía la policía
lidiar con un caso grande y grave. En otro closet de la casa se halló guardada
una columna vertebral humana, así como libros y extrañas máscaras que sugerían
la práctica de algún rito satánico. Más tarde Berdella
negaría que practicara tales artes de lo oculto. Las autoridades comenzaron a
interrogar a los vecinos acerca de Berdella.
Nadie aportó ningún dato revelador, pues todos consideraban a Bob
como un vecino amigable y hasta ejemplar. No faltaba algún chisme que circulara
en torno suyo pero nada concluyente. A final de cuentas resultó que Berdella si había sido investigado años atrás
por la desaparición de Howell y Ferris, recordemos que Stoops había sido el soplón
anteriormente. Aunque los oficiales tuvieron bajo vigilancia a Berdella, el caso se vino abajo por falta de
evidencias. Eventualmente Stoops también desaparecería a pesar de las
advertencias de que no se metiera más con Berdella,
quien por cierto era bien conocido en los círculos homosexuales y era
considerado bastante "peligroso..." aunque nadie dijo
realmente el porqué.
Las labores de reconocimiento continuaron en el hogar de Berdella donde los detectives se enfocaron en
el patio particularmente un sitio donde la tierra parecía haber sido removida
poco tiempo atrás. Cuando excavaron se halló un cráneo todavía con vértebras y
trozos de piel y cuero cabelludo. Inicialmente se pensó que el lugar podría
estar infestado de cuerpos como la casa de John Wayne Gacy, pero a pesar de las
numerosas excavaciones no se encontró nada. Ante la evidencia se estableció la
urgencia de identificar si los restos hallados en la propiedad correspondían a
los sujetos de que se describía en la bitácora de Berdella,
siendo así se podían ya levantar cargos formales de homicidio contra el
sospechoso. Para tal efecto los cráneos fueron llevados a la universidad de
Kansas para ser analizados con todo rigor por un equipo de estudiosos liderado
por el Dr. Finnegan. Tras los estudios se determinó que los restos
correspondían a hombres de entre 21 y 32 años de edad al tiempo de su muerte y
que no llevaban más de año y medio que habían fallecido. En cuanto a la causa
de muerte, esa permanecía desconocida siendo necesario contar con el resto del
cadáver para poder determinarla con precisión. Una sierra también fue
decomisada y estudiada acuciosamente. Resultó tener entre sus dientes
fragmentos de cabellos, hueso y sangre. Todo fue preservado para emplearse como
evidencia crítica en caso de llegar a juicio.
En un cuarto de la casa, con Luminol se detectó la presencia de sangre en
grandes cantidades por el suelo. Cuando se aplico el mismo tratamiento a
cubetas y recipientes hallados en el lugar dieron iguales resultados. Por
evidencia no paraban los forenses, pero el problema principal es que se carecía
de cadáveres.
De forma por demás asombrosa se llegó a la conclusión de que alrededor de 20
hombres figuraban en las fotos encontradas. Era muy complicado identificar a
cada uno. Al final quedó claro que de todos ellos muchos no estaban muertos,
inclusive se sabía que acaso disfrutaran el tratamiento sádico de Berdella. Muchos otros hombres habían estado
en la casa del sospechoso sin ser requeridos para favores sexuales. Era difícil
de creer pero Berdella de entre
todas sus posibles víctimas elegía solo a algunos para someterlos a la
esclavitud sexual. El primer cráneo resultó pertenecer a Larry Pearson y la
policía procedió a acusarlo de homicidio.
Berdella durante su juicio
En un
rápido movimiento Berdella se
declaró culpable de la muerte de Pearson. Usualmente hubiera sido al
contrario, pero el argumento detrás del audaz giro de su defensa fue evitar la
pena capital si se encontraba evidencia de varios crímenes en su contra. Así
por un solo asesinato y estableciendo ciertos atenuantes podían bajar de grado
la sentencia del juez. Después de la identificación positiva de los restos de Sheldon
el fiscal buscaba la pena de muerte, y esta vez la defensa ofreció un trato. Berdella realizaría una completa
confesión de todos sus crímenes a cambio de cadena perpetua. El trato fue
aceptado. La necesidad de conocerlo todo a detalle, en aras de las víctimas
pesó más que freír en la silla eléctrica a Berdella.
Comenzando el 13 de Diciembre y bajo juramento la declaración fue registrada y
duró cerca de 3 días, al final el documento llenaba más de 700 páginas. Después
de un corto juicio Berdella comenzó
a purgar su condena. La prensa aún perpleja por la increíble historia que
acababa de surgir no soltaba al homicida acusándolo una y otra vez de ser
satánico y asesino. En respuesta Berdella declaró
que era una persona normal y buena, muy a pesar de sus anteriores actos y para
demostrarlo constituyó un fondo para las familias de sus víctimas con una suma
inicial de 50,000 dólares.
Luego de
permanecer solo 4 años en prisión Berdella falleció
el 8 de Octubre de 1992 de "causas naturales" aunque
algunos sugieren que fue envenenado en prisión. Una de sus últimas quejas fue
que los guardias no le suministraban sus medicamentos para el corazón. Los
restos de todas sus víctimas nunca fueron encontrados, se piensa que aún
permanecen en el relleno sanitario donde descargaba el camión de la basura que
pasaba por Charlotte Street.
Bibliografía:
- Rites of Burial: The
Shocking True Crime Account of Robert Berdella, Tom Jackman y Troy Cole
- Mortal Evidence: The
Forensics behind Nine Shocking Cases, Cyril Wecht y Greg Saitz
- The Serial Killer Files,
Harold Schechter