Blog gratis
Reportar
Editar
¡Crea tu blog!
Compartir
¡Sorpréndeme!
¿Buscas páginas de muerte?
Hombres y Mujeres Asesinos
Blog dedicado especialmente a lecturas sobre Casos reales, de hombres y Mujeres asesinos en el ámbito mundial.
Al margen
Información
Este Blog, no es de carácter científico, pero si busca seriedad en el desarrollo de los temas.

Está totalmente dirigido a los amantes del género. Espero que todos aquellos interesados en el tema del asesinato serial encuentren lo que buscan en este blog, el mismo se ha hecho con fines únicamente de conocimiento y desarrollo del tema, y no existe ninguna otra animosidad al respecto.

El administrador.
Sobre mí
FOTO

Jorge Omar Charras

ajedrez, informatica, casos reales, policiales etc.

Ver perfil

Enlaces
Camada 30
Policía de Córdoba
Calendario
Ver mes anterior Abril 2024 Ver mes siguiente
DOLUMAMIJUVISA
123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
282930
Buscador
Blog   Web
Se comenta...
» Carta de los Papás
153 Comentarios: Kiana, Joyce Morech, Anthony Nancy, [...] ...
» Ana D. - Mujer corrosiva
30 Comentarios: El Pony, Julian, El Pony, [...] ...
» CAPITULO IX Un lobo suelto
1 Comentario: Anonimo
» Perla B. "Cocinera "
10 Comentarios: Amanda, FAITH ...
Tópicos
Caso Lorena Ahuban (5)
Hombres Asesinos (96)
Informacion (12)
La Marca de la Bestia (24)
Mujeres Asesinas (45)
Parejas Asesinas (6)
Más leídos
Ana D. - Mujer corrosiva
Ana María Gómez Tejerina
Elvira R. " Madre Abnegada "
Emilia Basil
José María Manuel Pablo De La Cruz Jarabo Pérez Morris
Juana, Nina y Yolanda
Margarita Herlein
Marta Bogado
Nélida B. " Tóxica "
Perla B. "Cocinera "
Secciones
Inicio
Contacto
Marcadores flenk
Feed
« Blog
Entradas por tag: muerte
//20 de Noviembre, 2010

Aribert Ferdinand Heim

por jocharras a las 10:44, en Hombres Asesinos
Los silenciosos pasos del Doctor Muerte
un despiadado médico nazi


5b415a0a74765006f122f979f487f751
Un viejo maletín encontrado en Egipto acaba de revelar el rastro perdido durante 47 años de Aribert Heim, miembro de la SS de Hitler y acusado de cometer asesinatos y horrendas atrocidades contra miles de prisioneros. 

El alemán atlético y de una estatura imponente que los habitantes de El Cairo conocían como Tarek Hussein Farid mantuvo hasta en la vejez la disciplina de caminar unos quince minutos diarios por las bulliciosas calles de la capital egipcia. Caminaba hasta la famosa mezquita Al Azhar, donde se había convertido al Islam, y hasta el Café J. Groppi, en el centro, donde encargaba tortas de chocolate para sus amigos y compraba bombones para los hijos de éstos, que lo llamaba tío Tarek.

Amigos y conocidos de Egipto también lo recuerdan como un ávido fotógrafo aficionado que casi siempre llevaba una cámara colgada del cuello, pero nunca permitía que lo fotografiaran. Tenía buenos motivos para ello: el tío Tarek se llamaba Aribert Ferdinand Heim; miembro de las Waffen-SS de Hitler y médico de los campos de concentración de Buchenwald, Sachsenhausen y Mauthausen. El tío Tarek era el Doctor Muerte.

Fue tras los muros grises de piedra de Mauthausen, en su Austria natal, que el Heim cometió atrocidades contra centenares de judíos y otros prisioneros que le valieron ese temible apodo y la condición de criminal de guerra nazi más buscado del Centro Simon Wiesenthal, donde pensaban que seguía en libertad.

En el prontuario del doctor Heim figuran operaciones a prisioneros sin anestesia. También se lo acusa de extirpar órganos a personas con buena salud para luego dejarlas morir en la mesa de operaciones; de inyectar veneno -y en ocasiones nafta- en el corazón de otras víctimas y de conservar algunos de sus cráneos como souvenir. Luego de vivir bajo el radar de los cazadores de nazis durante más de diez años después de la Segunda Guerra -buena parte de los mismos en el balneario alemán de Baden-Baden, donde tenía esposa, dos hijos y un consultorio de ginecología-, logró escapar cuando sus cazadores lo tenían casi cercado. Fue en 1962.

Su escondite, así como su muerte en 1992, fue uno de los mayores secretos hasta ahora.

En Alemania e Israel, los investigadores dijeron una y otra vez que pensaban que Heim estaba vivo y oculto en América Latina, cerca de Chile donde vivía una presunta hija natural. Testigos de Finlandia hasta Vietnam y desde Arabia Saudita hasta Argentina mandaron datos sobre su posible paradero.

Un maletín polvoriento con cierres rojos, que permanecía guardado y casi olvidado en El Cairo, reveló el itinerario del Doctor Muerte a Oriente Medio. El diario The New York Times y el canal de televisión alemán ZDF obtuvieron el maletín de manos de la familia Doma, los propietarios del hotel donde vivía Heim. La documentación que había en su interior cuenta la historia de su vida y su muerte en Egipto.

El maletín es, en realidad, un archivo de páginas amarillentas -algunas en sobres que aún estaban sellados-. Guardaba cartas; la historia clínica de Heim; su documentación financiera y un artículo subrayado de una revista alemana sobre su propia búsqueda y su juicio en ausencia. Hay hasta dibujos de soldados y trenes que hicieron los hijos que había dejado en Alemania. Algunos documentos llevan el nombre de Heim, otros el de Farid, pero muchos de los últimos, al igual que una solicitud de residencia en Egipto bajo el nombre de Tarek Hussein Farid, tienen la misma fecha de nacimiento -28 de junio de 1914- y el mismo lugar de origen -Radkersburg, Austria- que corresponden al Heim.

Si bien ninguno de los diez amigos de El Cairo que identificaron una fotografía del Heim conocía su verdadera identidad, sí dieron indicios de que podía tratarse de un fugitivo. "Lo que me decía mi padre es que parecían buscarlo, tal vez los judíos, y que se había refugiado en El Cairo", dijo Tarek Abdelmoneim el Rifai, hijo de Abdelmoneim el Rifai, de 88 años, dentista y buen amigo de Heim.

La copia de un certificado de defunción egipcio confirmó las versiones de testigos de que el hombre llamado Tarek Hussein Farid murió en 1992. "Tarek Hussein Farid es el nombre que mi padre adoptó cuando se convirtió al Islam", dijo su hijo Rüdiger Heim. En una entrevista en su casa de Baden-Baden, Heim hijo (53) admitió públicamente por primera vez que estuvo con su padre en Egipto cuando éste murió de un cáncer de recto. "Fue durante las Olimpíadas. En la habitación había un televisor. Eso lo distraía", dijo Heim, que es alto como el padre, tiene un rostro largo y melancólico y habla con suavidad. Aribert Heim murió el día después de la final de las Olimpíadas, el 10 de agosto de 1992, según su hijo y el certificado de defunción.

Heim hijo explicó que un tío le había dicho el paradero de su padre. Explicó que no había revelado nada porque no quería crearles problemas a los amigos de su padre en Egipto. Pero a pesar de las pruebas de que el Doctor Muerte vivió en Egipto, es imposible cerrar el caso: el lugar donde está enterrado sigue siendo un misterio.

Su muerte sería un hito significativo para cacería apasionada y en ocasiones polémica de criminales de guerra nazis que dio lugar al juicio y la ejecución del planificador del Holocausto Adolf Eichmann pero que nunca consiguió encontrar a Josef Mengele, el más famoso de los médicos nazis, que murió en Brasil en 1979.

Si bien la vida secreta de los nazis en países como Argentina y Paraguay capturó la imaginación popular en libros y películas, el caso Heim lleva a Oriente Medio. Hasta que el clima político cambió, los ex nazis fueron bienvenidos en Egipto, donde contribuyeron sobre todo en el plano de la tecnología militar. Rüdiger Heim dijo que su padre le había contado que conocía a otros nazis que estaban en Egipto, pero que trataba de mantenerse lejos de ellos. Lo que no queda claro es cómo logró Heim escapar durante tanto tiempo: recibía dinero de Europa, en especial de su hermana Herta Barth, e intercambiaba cartas con amigos y familiares.

"El mundo árabe era un refugio más seguro que América del Sur", declaró Efraim Zuroff, director del Centro Simon Wiesenthal de Israel, quien buscaba a Heim y había viajado a Chile en julio para impulsar el caso. Zuroff se sorprendió al saber el aparente destino de Heim y contó que estaban a punto de aumentar la recompensa por información para su captura de 400.000 a casi un millón y medio de dólares.

El ex prisionero de Mauthausen Josef Kohl declaró ante la justicia el 18 de enero de 1946 y contó como "El doctor Heim tenía la costumbre de revisarles la boca a los prisioneros para determinar si tenían los dientes en perfecto estado. De ser así, mataba al prisionero con una inyección, le cortaba la cabeza, la dejaba en el crematorio durante horas, hasta que desaparecía toda la carne que cubría el cráneo, que luego preparaba como objeto decorativo para su escritorio y los de sus amigos."

Los investigadores alemanes declararon que Heim se manejó con cuidado durante la posguerra. El médico, un buen jugador de hockey sobre hielo, se mantenía siempre al margen de las fotos cuando su equipo posaba. También poseía un edificio en Berlín, la renta que obtenía de él fue su fuente de ingresos en la clandestinidad.

En la sede de la policía de Baden-Württemberg en Stuttgart, pequeños imanes salpican un mapa del mundo y marcan los lugares donde surgieron pistas o datos sobre el Doctor Muerte. Lo habían buscado sin descanso desde su desaparición en 1962, período en el que habían seguido 240 pistas. Si bien nunca lograron detenerlo, habrían estado muy cerca de su escondite en El Cairo.

"Había información de que estuvo trabajando en Egipto como médico policial entre 1967 y 1970", dijo Joachim Schäck, jefe policial de la división de fugitivos. "Resultó ser una pista falsa."

Según su hijo, el Doctor Muerte abandonó Alemania y atravesó Francia y España en auto antes de cruzar a Marruecos para instalarse en Egipto. "Fue una casualidad que la policía no me detuviera porque justo en momento no estaba en mi casa", escribió Heim en una carta a la revista alemana Spiegel después de que se publicara un informe sobre él en 1979. La carta se descubrió en sus archivos, todos escritos con una meticulosa letra cursiva en alemán o en inglés.

En la carta también acusó a Simon Wiesenthal, quien estuvo prisionero en Mauthausen, de ser "el que inventó esas atrocidades". Heim se refirió luego a lo que llamó la masacre israelí de palestinos y agregó que "el lobby sionista de EE.UU. y el Khazar judío, fueron los primeros que le declararon la guerra a Hitler en 1933."

El grupo étnico turco de los Khazar era un tema recurrente para Heim. El médico nazi se mantenía activo en El Cairo haciendo una investigación -que escribía en inglés y alemán- y en el que negaba la existencia del antisemitismo sobre la base de que, según decía, la mayor parte de los judíos no era de origen étnico semita. Rifai recordó que Heim le había mostrado borradores del trabajo, los cuales estaban en el maletín. También había una lista que daba cuenta de sus planes de mandar borradores del trabajo a personajes importantes de distintos lugares del mundo: lo haría con el seudónimo de Youssef Ibrahim. Entre ellos figuraba quien era el entonces Secretario General de las Naciones Unidas Kurt WaldHeim, un asesor de seguridad nacional estadounidense -Zbigniew Brzezinski- y el gobernante yugoslavo Tito.

Heim en El Cairo forjó estrechos vínculos con sus vecinos, entre ellos con la familia Doma, que dirigía el hotel Kasr el Madina, donde el criminal de guerra vivió sus últimos diez años. Mahmoud Doma, cuyo padre era el dueño del establecimiento, recordó que hablaba árabe, inglés y francés además de alemán. Doma contó también que su vecino leía y estudiaba el Corán en alemán, un ejemplar que los Doma habían encargado para él.

Doma, de 38 años, se emociona al hablar del hombre al que llamaba tío Tarek, quien le había regalado libros y lo había alentado a estudiar. "Era como un padre. Me quería y yo lo quería a él."

Recordó, además, que el tío Tarek había comprado raquetas e instalado una red de tenis en la terraza del hotel, donde él y sus hermanos jugaban con el musulmán alemán hasta que caía la noche. Para 1990, sin embargo, la salud de Heim comenzó a deteriorarse y le diagnosticaron cáncer.

Después de su muerte, su hijo Rüdiger insistió en que se respetaran los deseos de su padre y donó el cuerpo a la ciencia, una tarea nada fácil en un país musulmán donde las normas establecen un entierro rápido y se oponen a la disección. Doma, que quería poner al tío Tarek en la cripta familiar, y se negaba a aceptar el plan.

Finalmente, los dos hombres condujeron una furgoneta blanca con el cuerpo de Heim, que había sido lavado y envuelto en una sábana blanca, según la tradición musulmana, y colocado en un ataúd de madera. Doma contó que habían sobornado a un empleado de un hospital para que aceptara el cadáver, pero que las autoridades egipcias se enteraron y entonces terminaron enterrando al Doctor Muerte en una fosa común- Sin nombre. De forma anónima.


UN POCO MAS DE INFORMACION

Aribert Heim (Dr. Muerte) ( * 28 de junio de 1914-10 de agosto de 1992) era un ex médico nazi de Austria, también conocido como "Doctor muerte". Como médico de las SS en un campo de concentración nazi de Mauthausen, se le acusa de matar y torturar a muchos reclusos a través de diversos métodos, tales como las inyecciones directas de compuestos tóxicos en los corazones de sus víctimas.

Junto a Alois Brunner, Heim, que sería ahora nonagenario (a partir de 2008), fue uno de los últimos grandes nazis fugitivos que siempre estuvo en libertad.

Según una publicación de 2007 por el ex integrante de la Fuerza Aérea de Israel Danny Coronel Baz, Heim fue secuestrado en Canadá y llevado a Santa Catalina frente a la costa de California, donde fue asesinado por un equipo de caza nazi código "El Búho" en 1982. Baz mismo afirma haber sido parte de este grupo. El Centro Simon Wiesenthal en Jerusalén, así como el cazador de nazis francés Serge Klarsfeld dice que esto no es cierto.

La familia de Heim previamente dijo que había fallecido en 1993 en Argentina, pero no mostraron ningún certificado de defunción.

Presuntamente vivió durante muchos años en Cairo, Egipto bajo el alias de Tarek Farid Hussein y según se dice murió allí el 10 de agosto de 1992 de cáncer de recto. Su tumba y su cuerpo no han sido encontrados.


Biografía

Heim nació en Bad Radkersburg, Austria-Hungría. Hijo de un policía y un ama de casa, estudió medicina en Viena antes de su voluntariado para unirse a las Waffen-SS en la primavera de 1940.

En octubre de 1941, Heim fue enviado a el KZ Mauthausen, donde realizó experimentos médicos con los presos. Más tarde fue enviado a un hospital de campaña SS en Viena.

Los prisioneros del campamento de concentración de Mauthausen llamaban a Heim "Doctor muerte". Durante aproximadamente dos meses (octubre a diciembre de 1941), Heim se encontraba en el campamento, cerca de Linz, Austria, donde realizó experimentos similares con los judíos, como había hecho el médico de Auschwitz Josef Mengele. "Heim refleja en los presos su miedo a la muerte", dijo un sobreviviente. Reclusos judíos fueron envenenados con diversas inyecciones directamente en el corazón con el fin de inducir la muerte más rápidamente.


Carrera

A partir de febrero de 1942 se desempeñó en la 6 ª División de Montaña SS Nord en el norte de Finlandia, sobre todo en Oulu los hospitales como un médico SS. Su servicio continuó hasta al menos octubre de 1942.

El 15 de marzo de 1945, Heim fue capturado por soldados de EE.UU. y enviado a un campamento para prisioneros de guerra. Fue puesto en libertad bajo dudosas circunstancias y trabajó como Ginecólogo en Baden-Baden hasta su desaparición en 1962. Huyó cuando un informador le dijo que la policía austríaca lo investigaba por crímenes de guerra. Posteriormente desaparece, se desplaza a España, Uruguay (donde abre un establecimiento Psiquiátrico y Ginecólogo de 1979 a 1983), probablemente también Argentina y Paraguay, posiblemente, también Egipto y Brasil, y luego finalmente de nuevo hasta España 2005.

Después de Alois Brunner y de Adolf Eichmann, Heim fue el segundo Oficial Nazi más buscado.

Heim aparentemente se ha escondido en América del Sur, España y los Balcanes. Efraim Zuroff, del Centro Wiesenthal, ha iniciado una búsqueda activa de su paradero. Ya a finales de 2005, la policía española determinó su ubicación como Palafrugell. De acuerdo con el diario "El Mundo", Heim habría sido ayudado por colaboradores de Otto Skorzeny, quien ha organizado una de las mayores bases de Odessa de Franco en España. Odessa estaba, evidentemente, todavía en vigor de un modo u otro. Los informes de prensa a mediados de octubre de 2005 sugirieron que la detención por la policía española era "inminente". Dentro de esos días, sin embargo, los informes más recientes sugirieron que había eludido con éxito la captura y se había trasladado ya sea a otra parte de España o bien a Dinamarca.

A principios de 2006, Heim se cree que se encuentra en Chile, donde su hija Waltraud, ha vivido desde principios del decenio de 1970 en Puerto Montt. Cuando se le preguntó acerca del paradero de su padre por parte de las autoridades chilenas, en virtud de las solicitudes de Alemania, Waltraud Aribert alegó que había muerto en 1993. Sin embargo, cuando trató de recuperar un millón de dólares de herencia de él (en una cuenta a su nombre), no podía proporcionar ningún certificado de defunción.

Heim presuntamente se ha trasladado a España tras huir de Paysandú, Uruguay, cuando se encontró allí por el Mossad israelí. El gobierno alemán está ofreciendo € 150.000 por información que conduzca a su arresto, mientras que el Centro Simon Wiesenthal lanzó la Operación "Última Oportunidad", un proyecto para ayudar a los gobiernos en la localización y detención de presuntos criminales de guerra nazis que siguen vivos.

En los últimos cinco años, 300000 € se han retirado de sus cuentas y trasladados a España y Dinamarca. Un joven italiano de Palafrugell, España, tiene contacto con uno de los hijos de Heim en la Costa Brava, región de Cataluña.

El dinero transferido de la cuenta planteó las sospechas de los funcionarios israelíes, en contacto con el Instituto Penal en el estado alemán de Baden-Württemberg. Después de que el Instituto Penal investigase en la cuenta, llegaron a la conclusión de que era dinero de Heim, lo que sugiere que Heim estaba todavía vivo, y que su familia había mentido acerca de su presunta muerte en América del Sur debido al cáncer.

Los investigadores alemanes, junto con el Centro Simon Wiesenthal, han descubierto sus cuentas bancarias secretas en Berlín a comienzos del decenio de 2000. Demostraron tener 1 millón de € ( 680000, $ 1350000) en efectivo y otros activos. Se ha partido del supuesto de que Heim sigue con vida, y esto se fundamenta en el hecho de que ninguno de sus tres hijos requirió nunca cualquier parte de este dinero en herencia. Impuestos sobre los registros demuestran que, lo más tarde en 2001, el abogado de Heim solicitó a las autoridades alemanas las ganancias de capital de devolución de impuestos percibidos por él, porque él estaba viviendo en el extranjero.

Fredrik Jensen, un noruego y ex SS, fue puesto bajo investigación policial en junio de 2007, acusado de ayudar a Aribert Heim en su fuga. La acusación fue negada por Jensen.

En julio de 2007, el Ministerio de Justicia austriaco declaró que iba a pagar $ 50.000 por información que condujera a su arresto y extradición a Austria.

Conversión al Islam y Muerte

En 2006 un periódico alemán informó de que tenía una hija, Waltraud, viviendo en las afuera de Puerto Montt, que declaró que había muerto en 1993. Cuando trató de recuperar una herencia de un millón de dólares de una cuenta a nombre de su padre no pudo aportar un certificado de defunción.

En Agosto de 2008, para tomar posesión de sus bienes, el hijo de Heim pidió que su padre fuera declarado muerto; pretendía donarlas a proyectos de investigación sobre las atrocidades cometidas en los campos.

Después de años de avistamientos falsos, las circunstancias de la huida de Heim, vida como proscrito y muerte fueron proveídas juntas por la cadena alemana ZDF y el New York Times en Febrero de 2009. Informaron de que vivió bajo la identidad falsa de Tarek Farid Hussein en Egipto, y que murió de cáncer intestinal en El Cairo en 1992.

Heim se había asentado en El Cairo en 1962 donde se convirtió al Islam. Según su vecino, "Su vida era muy ordenada: ejercicio por la mañana, después oraciones en la mezquita principal de Al-Azhar, y largas sesiones de lectura y escritura sentado en su mecedora". Los periodistas que investigaban su caso encontraron un certificado de defunción egipcio y confirmaron su autenticidad.

Durante una entrevista en la villa familiar en Baden-Baden Heim, de 53 años, admitió públicamente que había estado con su padre en Egipto cuando murió. Heim declara que fue durante las Olimpiadas, y que murió el día después de que éstas acabaran.

Palabras claves , , , ,
4 Comentarios  ·  Recomendar
 
//20 de Noviembre, 2010

Josef Mengele el " El Ángel de la Muerte "

por jocharras a las 10:42, en Hombres Asesinos

Josef Mengele el " El Ángel de la Muerte "

    Nació en una respetada familia católica bávara. Amaba el arte y la música, e hizo el juramento hipocrático de sanar a los enfermos y de no entrar a una casa sino para sanar a sus pacientes. Eso fue lo que juró. Lo que hizo: torturar, deshumanizar y masacrar. El Doctor Mengele envió a cientos de miles de inocentes a la muerte en los campos de concentración nazi, donde era conocido como "El Ángel de la Muerte". ¿Qué sistema social, jurídico y político pudo crear a un hombre como Josef Mengele? Un médico responsable de seleccionar a miles de judíos para primero experimentar y luego exterminarlos en los campos de concentración de Auschwitz . Un hombre que realizaba los más dolorosos experimentos sobre gemelos, con la esperanza de descubrir el secreto de los nacimientos múltiples, para así crear genéticamente la Súper Raza Aria que dominaría al mundo durante los mil años que, según Hitler, duraría el Reich.

    Para tratar de comprender la personalidad de Mengele y develar sus malignos impulsos, debemos ver cómo era el mundo el 11 de marzo de 1911, día en que nacía el Ángel de la Muerte Josef Mengele, el médico macabro de Auschwitz .

    La Alemania que vio nacer a Josef se encontraba al filo de la Gran Guerra de 1914. Mientras su padre Karl prestaba servicio militar en el frente, su madre Volgoria controlaba el negocio familiar de venta de implementos agrícolas, y criaba a sus tres hijos: Josef, Karl y Hallois.

    La guerra terminó en 1918 con la derrota de Alemania y el humillante Tratado de Versalles, que redujo el territorio y el poderío militar germano. Pero la ética germana para el trabajo no se extinguió, y en pocos meses Alemania era una nueva nación. Karl Mengele regresó a reconstruir su empresa en Gÿinzburg, e hizo de ella la más grande en la región, y a su familia una de las más respetadas en Bavaria. Aún hoy se los respeta, a pesar del infame criminal de Auschwitz .

    Karl Mengele pasaba poco tiempo en la gerencia de su planta, sus horas transcurrían en el laboratorio, inventando máquinas que permitieran automatizar todas las labores agrícolas. En cierta forma compartía con su primogénito el gusto por la investigación, quien la pondría en práctica años más tarde en los campos de Auschwitz , inclinado sobre los microscopios, silbando una tonada familiar, y perdido en la macabra pasión de su proyecto de investigación.

Un buen estudiante.

    En la década del ‘20, Alemania era el centro cultural y artístico del mundo. La medicina y la música florecían y Berlín era considerada una de las ciudades más refinadas, sobrepasando incluso a París. Nuevos conceptos sobre la evolución de la raza humana se discutían. Las teorías de Darwin eran contrastadas con los nuevos descubrimientos y una nueva ciencia causaba revuelo: era la EUGENIA o EUGENESIA: el estudio de los cruces genéticos.

    Ese ambiente sería de extrema importancia en la vida posterior de Mengele. Desde joven supo que el negocio familiar no era para él. "El padre de Mengele era de duro carácter. Cuando llegaba a la fábrica lo hacía gritando. Era una persona muy dura. Y su madre estaba hecha con el mismo molde. Era una devota católica, piadosa, aunque muy recta de carácter y de dura disciplina. Mengele siempre tuvo el impulso por hacer algo muy especial, para probarse y superarse a sí mismo. No tenía amor ni calor hogareño. Un ex compañero de escuela recordaba que desde aquellos tiempos, Mengele decía que debía hacer algo especial, que definitivamente pruebe su capacidad académica" (Gerald Astor, actor y autor del libro "El último nazi").

    La familia Mengele tenía cuantiosos recursos, y su fábrica empleaba a 1.200 personas. Josef Mengele asistió a una escuela pública, y posteriormente al Gymnasyum, destinado a quienes tenían aspiraciones académicas. "Era un estudiante brillante y extraordinariamente ambicioso. Siempre intentaba hacer algo fuera de lo común, para ser un gran científico" (Julius Disbach, ex compañero de clases de Mengele). Otro amigo de esa época lo describió como agresivo y muy patriótico.

    En 1930, Mengele ingresó a la Universidad de Münich, ciudad que se convertiría en un centro de la agitación política. Allí, fue impactado por un discurso de Hitler sobre la superioridad de la raza germana. En esos tiempos muchos estudiantes se unieron al movimiento nazi. La "herencia" y la "eugenia" eran términos aplicados normalmente por la comunidad científica, que en su mayoría apoyaba a Hitler y a su concepto místico del pueblo alemán, pueblo que no podía florecer si parásitos como los judíos, gitanos y otros, los contaminaban. El antisemitismo ganaba impulso y la comunidad científica parecía estar de acuerdo. Pureza hereditaria, eutanasia, esterilización de los indeseables y superioridad racial mediante la eugenesia, ocupaban a la comunidad científica. La eugenesia se convirtió en una palabra sagrada. Este término fue creado por el primo de Charles Darwin, Francis Caultin en 1833, y literalmente significa "buenos genes". El propósito de Caultin, basado en sus estudios sobre mejoramiento de animales, era aplicar estos conocimientos para mejorar la raza humana, para una mejor sociedad, con gente más exitosa: gente superior. Aunque no hubiera sido su intención, Caultin sembró una de las semillas fundamentales del Holocausto, con un siglo de anticipación.

    Nadie abrazó esta idea con mayor pasión que Mengele. En 1934 se unió al Partido Nazi, pero siguió con sus estudios y recibió el Doctorado en Filosofía, para luego aprobar los exámenes de ingreso a Medicina. Se trasladó a la Universidad de Frankfurt y comenzó a investigar en el Instituto de Herencia Biológica e Higiene Racial bajo la tutela del doctor Ottmar von Verschuer, ardiente nazi y especialista en la ciencia eugenésica, mediante la cual se crearía la raza superior. Durante esta época, Mengele publicó un buen artículo sobre la genética y los niños, y al igual que su mentor, se concentraba en el estudio de los gemelos. En el sudeste de Polonia, las puertas de los campos de concentración de Auschwitz  llamaban a Mengele. Allí, el científico encontraría gemelos en abundancia, quienes no tendrían otra opción más que participar en sus mortales experimentos genéticos. Pero Auschwitz  es el final de un largo camino, y varios años habrán de transcurrir hasta que Mengele se convierta en el Ángel de la Muerte para más de 4.000 hombres, mujeres y niños indefensos.

El sagrado juramento

    La transición de la magia a la Ciencia de la Medicina fue un proceso gradual que duró siglos. La medicina era el arte de la curación en la antigua Grecia, y era celebrada por los griegos con el juramento de Hipócrates, Padre de la Medicina. Este juramento ha llegado a nuestros días, y es pronunciado por todo nuevo médico: "El régimen que adopto será para el bien de mis pacientes, y no para su perjuicio. No administraré drogas a ningún paciente ni entraré a casa alguna, sino para beneficio de los enfermos". Es difícil imaginar que Mengele alguna vez haya pronunciado estas palabras. Pero sí hizo el juramento, que era reverenciado por los médicos alemanes, a pesar de contradecirse con su antisemitismo. Una extraña dualidad existía en la Alemania Nazi.

Héroe nacional

    Josef Mengele se hizo miembro del cuerpo de elite Waffen SS, una organización que exigía pureza racial en sus miembros, cónyuges y familiares, preferiblemente hasta la 4° generación. Mengele se había enamorado de Irenna Schumbaimm, de quien más tarde afirmaría: "Era hermosa y bien educada... fue el amor de mi vida". Cuando él decidió casarse con Irenna, hubo un interrogante acerca de sus antepasados, porque uno de ellos fue hijo extramatrimonial y había dudas acerca de sus ancestros. Mengele debió redactar documentos afirmando que no existían rastros de impurezas raciales ni sangre judía, algo que sería un pecado imperdonable para un oficial nazi de su jerarquía, proveniente de una familia aria pura, y además católica. Por otra parte Irenna provenía de una familia luterana. Todo esto hacía su situación extremadamente incómoda. ¿Quién hubiera pensado que el novio, cuyo atractivo aspecto ario sólo era afectado por la separación de sus dientes incisivos, se convertiría en el nazi más buscado y esquivo de la historia, con una recompensa total de US$ 3,4 millones por su cabeza, por crímenes contra la humanidad?

Mengele terminó el servicio militar obligatorio con su grupo de elite SS en los Alpes Tiroleses. Volvió a sus estudios en Frankfurt, donde vivía junto a Irenna en una hermosa casa cerca del río Main. En septiembre de 1939 comenzaba la Blitzkrieg y Polonia caía en manos de Alemania en menos de un mes. Mientras la guerra se desarrollaba a favor de los nazis, Mengele permaneció con Irenna concentrado en su investigación biológica. Pero cuando la guerra se extendió a dos frentes, con el ataque sobre Rusia, Mengele y su unidad fueron movilizados al frente oriental; poco después fue herido en combate, por lo que le otorgaron condecoraciones y se convirtió en un héroe nazi. ¡Un doctor condecorado por valor en combate, con todo lo que ello significa! Mengele recibió, además de las condecoraciones normales por servicio en el frente ruso, la Cruz de Hierro en Primer Grado, y luego la Cruz de Hierro en Segundo Grado: un honor al que muy pocos accedían.

Auschwitz

    Cuando las heridas de Mengele sanaron fue declarado no apto para combate. Por ello, se ofreció voluntariamente como médico de campamento: es decir como médico en los campos de concentración. ¿Por qué querría alguien con tan elevadas calificaciones y antecedentes, ir a un sitio como Auschwitz ? "Porque él buscaba "zwillingen" (gemelos) para sus experimentos y tendría a numerosos de ellos y hasta se podía dar el lujo de matarlos. Allí, desde el principio, dispuso de 226 gemelos, con edades entre 2 y 18 años. Y podía hacer lo que quisiera con ellos." (Michael Barembaum, médico, director del US Memorial Museum).

    Una de las asignaciones de los médicos de campamento era recibir los trenes cargados con judíos. Estos doctores tenían un poder terrorífico: podían decidir instantáneamente si un prisionero iba a la muerte en la cámara de gas, si se lo destinaba a experimentos, o si iba a trabajos forzados. La mayoría de los alemanes llamaba a Auschwitz  "Anus Mundi" o "ano del mundo", pero para el Ángel de la Muerte era su paraíso de investigación. En muy poco tiempo, se haría famoso por descubrir los secretos de la vida. Y los trenes seguían llegando. Mengele era uno de los pocos médicos de campamento que podía llevar a cabo la tarea de selección a sangre fría, siempre en busca de gemelos.

    Eva Mozes Kor, sobreviviente de Auschwitz  relata "Cuando el tren se detuvo, escuchamos a muchos nazis dando órdenes afuera. Envolviendo al campo había enormes muros con alambres de púas. Todo allí era de un color tétrico. Uno debía obedecer inmediatamente las órdenes o moría. Debía ser instantáneo, como un flash. Ello decidiría entre la vida en el campo o la muerte en las cámaras de gas. Mi madre nos sostenía a mí y a Miriam, mi hermana gemela de las manos. Nosotras nos quedamos congeladas en ese lugar. Mi madre no nos soltó. Mi padre y mis otros hermanos desaparecieron en la multitud, y jamás los volvimos a ver... De pronto, apareció Mengele gritando en alemán "¡zwillingen, zwillingen!", es decir "¡gemelos, gemelos!". Se detuvo frente a nosotras y mirándonos a mi hermana y a mí, preguntó si éramos gemelas. Mi madre no sabía qué decir; sólo atinó a preguntar: "¿es eso bueno?" Allí, un oficial SS ordenó: "¡responda por sí o no!". Y mi pobre madre dijo "sí, son gemelas". Mi madre fue enviada en una dirección, y nosotras en la dirección opuesta. Cuando me di vuelta, la vi por última vez, extendiendo sus brazos hacia nosotras..."

    Eva Mozes Kor jamás volvería a ver a su madre, y la colección de conejillos de india de Mengele seguía creciendo. Regularmente enviaba los resultados de sus trabajos al Instituto Kaiser Willheim de Berlín, a su maestro von Verschuer. Mengele luchaba contra el reloj para descubrir los secretos que permitieran crear una raza aria pura, mientras la marea de la guerra se volvía adversa a Alemania.

Ciencia al servicio del odio

    El interés de Mengele en el genotipo humano rubio de ojos azules es curioso, pues ni él ni sus superiores respondían a esa descripción. Mengele estaba fascinado por los ojos azules, y se decía que tenía una colección de ellos en las paredes de su oficina, similar a una colección de mariposas. Constantemente trataba de cambiar el color de los ojos de los niños.

    ¿Por qué podría alguien querer cambiar el color de los ojos? ¿Qué hacía tan especial a los ojos azules? Mengele intentaba responder mediante sus experimentos eugenésicos, ¿Por qué la "raza superior aria" presentaba más cantidad de personas con ojos azules, que con ojos de otros colores característicos de las razas inferiores? Para resolver el intrincado rompecabezas genético Mengele tendría un poder de decisión absoluto: podía hacer lo que quisiera.

Personificación del Demonio Nazi

    Las investigaciones de Mengele tenían un fin claramente demarcado: lograr la absoluta perfección de la raza aria y asegurar su reproducción. Es por ello que intentaba descifrar los secretos de los nacimientos múltiples. Cuando se sabía que tocaba el turno de las rondas de Mengele, la tensión invadía por igual a prisioneros, guardias y doctores de la SS. Todo el mundo se aterrorizaba cuando comenzaba a revisar a los recién llegados, en su frenética búsqueda de gemelos. Cuando él llegaba con su terrible voz, los guardias nazis se aterrorizaban, y eso aterrorizaba aún más a los judíos. Mengele siempre se presentaba con su uniforme impecable y sus botas de cuero perfectamente lustradas, muy elegante, como un caballero refinado y aristocrático, caminando como si fuera dueño del universo, absolutamente seguro de sí mismo, mirando a los ojos a cada uno de los recién llegados. "Lo veíamos vestido inmaculadamente, con un par de guantes de cuero en una de sus manos, y con un pequeño látigo para cabalgar en la otra. La relación entre "sujetos" y "amo" es muy difícil de explicar, y aún luego de haberla vivido, no puedo explicarla" (Eva Mozes Kor).

    Mengele sabía el efecto que causaba en las mujeres, y calculaba perfectamente sus ademanes para lograr el resultado deseado. GiSSela Weird, una doctora judía prisionera, recuerda: "Mengele se deleitaba presentándose ante nosotras, exquisitamente perfumado... tan elegante y atractivo... Vestía hermosas camisas de color azul. Muchas mujeres decían: “me encantaría pasar la noche con él”. Era su forma de hacernos enloquecer: se debe estar loco para respirar el humo de los crematorios, y seguir viendo en él a un hombre tan atractivo como para pasar la noche".

    En otras ocasiones, su lado oscuro surgía descontrolado. Un sobreviviente lo recuerda ejecutando a un joven de 17 años, por robar carbón. Mengele le disparó en ambas rodillas, luego lo tomó del cabello y le disparó en la cabeza. "Robar está prohibido, y ustedes deben respetar las reglas de este lugar" dijo, para luego salir caminando como si nada hubiera ocurrido.

    A excepción de ocasionales visitas, Irenna Mengele no convivía con su esposo. Auschwitz  era muy poco cosmopolita para ella, por lo que es dudoso que conociera cabalmente lo que ocurría, como así también que Mengele le hubiera sido fiel durante su estadía en el campo. "Mengele gustaba seleccionar las más bellas mujeres judías para pasar sus horas libres. Las hacía pasar una bella noche, tocando el piano. Pero en todos los casos, por la mañana, las mataba" (Siegfried Halbreich, sobreviviente). Mengele era un excelente pianista. Incluso se conoce una grabación suya, cantando y tocando. A menudo, tocaba para los invitados, mientras las notas se paseaban, macabras, por el campo, hasta el amanecer.

    ¿Estaba Mengele loco, o sufría otro desorden mental? ¿Acaso la búsqueda de los secretos genéticos humanos, destruyeron todos los restos de conciencia en él? Las opiniones varían, pero algo es seguro: Josef Mengele fue la personificación del peor demonio. Se convirtió en un verdadero símbolo del terror nazi. Es absolutamente imposible leer la acusación hecha contra él en la ex Alemania Oriental, que describe cabalmente sus atrocidades, sin siquiera dejar caer una lágrima. "Fuimos completamente sobrepasados por su monstruosidad" (Eli M. Rosenbaum, director de la Oficina de Investigaciones Especiales del Departamento de Justicia del Gobierno de los Estados Unidos). Lo más importante es ver que su mente operaba como la de un científico, concentrándose en sus estudios y experimentaba dejando de lado los sentimientos. "Realmente no pienso que Mengele tuviera remordimientos por lo que hacía. Pienso que en su mente de científico, justificaba lo que hacía. El nos inyectaba hasta cinco inyecciones juntas, para ver qué pasaba. Muchas veces uno simplemente se moría. No teníamos idea de qué eran esas inyecciones" (Eva Mozes Kor). Mengele inyectaba en las venas toda clase de substancias, como fenoles, cloroformo, nafta, insecticidas... Algunas veces, directamente en el corazón. El mataba a los objetos de sus experimentos para hacerles autopsias. Hacía vivisecciones, para estudiar los límites de resistencia a los traumas y el dolor en los seres humanos. Una vivisección, es lo mismo a hacer la autopsia en un ser vivo. De más está decir que lo hacía con la persona consciente y sin anestesia... Obviamente, nadie sobrevivía. De esta forma, los experimentos de Mengele cobraron hasta 60 víctimas diarias.

    Demente o no, los experimentos de Mengele llegaron a su fin. El invierno se acercaba y el Ejército Rojo avanzaba hacia el campo de muerte. El 26 de noviembre de 1944, Einrich Himmler, máximo jefe de las SS, telegrafió a todos los Comandantes de Campo ordenando suspender las muertes. Así comenzaría la huida de Mengele, desde Auschwitz  hacia una vida de constante tortura.

Últimos servicios al Führer

    Antes del desmantelamiento del campamento, Mengele hizo su selección final, enviando a 461, de un total de 509 prisioneros recién llegados, a una muerte instantánea. Fue su último servicio en Auschwitz . Con el sonido de los cañones rusos cada vez más fuertes, Mengele reunió sus registros y anotaciones, y el 18 de enero de 1945, el Ángel de la Muerte desapareció para siempre.

    "Los experimentos duraron hasta el momento mismo en que se dio la orden a todos los nazis, de abandonar el campo. Esa fue la última vez que vi a Mengele" (Eva Mozes Kor). Así comenzó uno de los más grandes movimientos evasivos de la historia.

Constante huida

    Mengele dejó su uniforme de oficial de la SS, y vistió el de oficial de la Wehrmatch (ejército alemán) y se dirigió a una unidad hospital que iba hacia el sur. Cuando finalmente, en mayo de 1945 Alemania capituló, Mengele terminó en dos campos de prisioneros de los aliados, ignorado por sus captores. Ello se debió a que él había pasado por alto muchos de los trámites necesarios para ser parte de las SS. Esos trámites, capturados por los oficiales aliados de Estados Unidos, eran utilizados para determinar qué sujeto era arrestado en forma automática. No hay documento que explique por qué Mengele carecía del tatuaje obligatorio de oficial de las SS, que se hacía en la parte interior del brazo izquierdo, dos pulgadas por debajo de la axila. Antiguos doctores de las SS, confirmaron que no estaba tatuado. Otro de los elementos que jugó a su favor fue la urgencia con que los aliados liberaron a millones de prisioneros de guerra alemanes. Mengele se retiró calladamente entre la multitud, usando un nombre falso, y con la ayuda de su familia trabajó en una granja de la zona de Rosenheimm, cercana a su ciudad natal de Gÿinzburg. Entre 1945 y 1949, fue visitado varias veces por Irenna. Ella no estaba feliz con la situación, aún cuando en 1942 dio a luz un hijo de Mengele, producto de una de sus visitas a Auschwitz .

    Las listas de criminales de guerra circulaban por la República Federal de Alemania y los doctores y oficiales de las SS estaban siendo juzgados. Mengele estaba atemorizado y pidió a Irenna que huyera del país con él. Irenna se negó. Decepcionado pero resuelto, huyó a Italia en 1949; poco después abordó un buque que lo llevó a Buenos Aires. En Argentina se sentiría seguro, gracias a una organización secreta conocida como ODESSA, encargada de otorgar salvoconductos a antiguos oficiales SS. La presencia de comunidades alemanas ofrecía confianza, y ciertas zonas de Argentina le recordaban las montañas de su Baviera nativa. Mengele se sentía como en casa, en su residencia en la zona de Florida, en Buenos Aires, viviendo bajo el nombre de Helmut Gregor. Más tarde en la década del ‘50, consideró que la caza de criminales de guerra había terminado, y comenzó a decir su nombre. Incluso, habría llegado a obtener la nacionalidad Argentina. Inició una compañía de implementos agrícolas con su verdadero nombre... ¡Hasta figuró en la guía telefónica!

    Su padre lo visitó y le informó que Irenna demandaba el divorcio, a lo que él accedió. ¿Qué otra cosa podría hacer? Era sólo una formalidad. Irenna tendría su libertad y él seguiría adelante con su vida en Argentina. Tiempo después su abogado le informó que el Gobierno alemán había mandado cartas al Gobierno argentino, solicitando la extradición de nazis. Mengele cayó en pánico. Con la ayuda de ODESSA huyó al Paraguay, donde tramitó su ciudadanía. Bajo las leyes Paraguayas ya no podía ser extraditado. En aquellos tiempos, este país era gobernado por el dictador Alfredo StroeSSner, descendiente de alemanes y admirador de los nazis. Seguro, aunque intranquilo, Mengele se dejaba ver en las calles de Asunción.

    En 1960, en Argentina tuvo lugar el secuestro de "Otto" Eichmann, a manos de un comando de la policía secreta israelí. Eichmann estuvo a cargo de la sección judía de la Gestapo y de los traslados a los campos de concentración. En Paraguay, Mengele ya no se sentía seguro, e incluso antes de enterarse de la noticia, se ocultó aún más. El MOSSAD, servicio secreto israelí y creador intelectual del secuestro de Eichmann, estaba tras sus huellas. En aquellos días, era un hecho público que perseguían a otros jerarcas nazis, por lo que Mengele debió huir... el juicio de Eichmann hacía eco en sus oídos...

    Eichmann fue sentenciado a la horca, y Mengele sintió también la soga en su cuello. Por ello, decidió viajar al Brasil, donde se ocultaría durante el resto de su vida, ya no como el Ángel de la Muerte, sino como un hombre atemorizado, solitario y fugitivo. Cuando llegó a Brasil en la década del ‘60, su vida se disuelve. Durante los siguientes años se reportaron varias apariciones. Fuentes confiables como el Departamento de Estado de USA, el Centro Simón WeiSSenthal y el MOSSAD israelí identificaron a Mengele en lugares y estilos de vida aparentemente contradictorios con su historia, con documentos falsos, bajo nombres como José Mengele, Helmut Gregor, o Wölgang Gërhard, con la ayuda y protección del as de la Luftwaffe, Hans Lücklobe, líder de la ODESSA que también había ayudado a otros nazis como KlauSS Altmann o "Barbie". Dos novelas se basaron en Mengele: "Los niños del Brasil" y "Hombre maratón", ambas llevadas al cine, aumentando su reputación a proporciones míticas e interfiriendo con la búsqueda que llevaban a cabo los Gobiernos de Alemania, Estados Unidos e Israel.

Impunidad

    Las recompensas ofrecidas por Alemania, el Centro Weisenthal e Israel para su captura, sumaban US$ 3,4 millones, cifra que hoy en día debiera ser multiplicada por doce, una suma impresionante, pero que no dio resultados. En junio de 1985, la noticia del descubrimiento de la tumba de Wölfgang Gërhard recorrió al mundo. Los restos que habían permanecido bajo tierra desde 1979 fueron exhumados. El equipo forense concluyó que eran los restos de Josef Mengele, el nazi más buscado desde la Segunda Guerra. Si esto era cierto, ¿cómo fue su vida desde su huida del Paraguay en 1960, hasta su presunta muerte en 1979? En Brasil fue puesto en contacto con refugiados bávaros, todos ex pertenecientes al movimiento nazi que se habían refugiado en Brasil luego de la guerra. Ellos se alegraron al encontrar a Mengele en la frontera, donde lo instruyeron sobre su nueva "identidad". Se disfrazó como un suizo de apellido Stammer, comerciante de implementos agrícolas. Una familia adoptiva que verdaderamente llevaba el apellido Stammer, lo estaría esperando. Además, fue entrenado para mantenerse anónimo, ocultarse y a quiénes recurrir si alguien intentara detenerlo.

    Mengele pasó dieciséis años viviendo con los Stammer en una granja cercana a Sâo Paulo, adquirida por la firma alemana Mengele. En 1976 la convivencia con sus familiares adoptivos se tornó imposible, por lo que solicitó una nueva familia. Peter y Geza BoSSert se ofrecieron para acoger a Mengele en su hogar, donde permaneció hasta su muerte. Según testigos, Mengele pasaba sus horas construyendo botes y jugando con los hijos de sus anfitriones. Su temor a ser atrapado crecía, y siempre dormía en su pequeña y oscura habitación, con una pistola al alcance. En 1976 recibió la visita de su hijo Rolf, quien luego declararía para una revista alemana "Mi padre asegura que nunca hizo algo incorrecto en Auschwitz . Dice que sólo seleccionaba prisioneros para trabajar, y nada más. Odio lo que hizo, pero es mi padre, y quiero creer en él".

Su muerte

    Según la evidencia descubierta en 1985, 1979 sería un año marcado en la vida de Mengele. "En 1979 fue invitado a pasar un día de playa, a 50 millas de Sao Paulo. Mengele se introdujo en el mar, hasta que el agua alcanzó sus rodillas. En ese momento desapareció. Sufrió un ataque cardíaco, cayó al agua y se ahogó. Cuando fue llevado a la playa, y a pesar de los esfuerzos, no pudo ser resucitado". Geza BoSSert hizo los arreglos para que Mengele fuera enterrado en el cementerio de Ambu, bajo una lápida que lleva el nombre de Wölfgang Gërhard, y allí permaneció hasta su exhumación en 1985.

    Expertos forenses de Estados Unidos, Alemania e Israel se encargaron de las investigaciones. Se enviaron muestras óseas a Inglaterra, donde existen bancos de datos para su comparación. Esa comparación se retrasó muchos años debido a que la ex esposa de Mengele, Irenna, y su hijo Rolf, se negaban a dar muestras de sangre. "Fue allí que decidí ir a Alemania con mi hermana gemela, y durante tres semanas protestamos frente a la fábrica Mengele. Yo simplemente dije: ¡nosotros entregamos la sangre de millones en Auschwitz ! ¡Cómo pueden negarse a dar una simple gota, para el estudio de la verdad!" (Eva Mozes Kor). Finalmente las autoridades alemanas presionaron a Rolf y a su madre, y se obtuvieron las muestras requeridas. El examen de ADN dió un resultado: el hombre sepultado en Ambu, Brasil, fue el padre biológico de Rolf Mengele.

    En 1992, el Departamento de Justicia, cumpliendo con una solicitud del Departamento de Estado de los Estados Unidos, publicó dos grandes volúmenes titulados "En cuanto al tema Josef Mengele". El informe concluía que Estados Unidos nunca tuvo relaciones con Mengele, y que las investigaciones forenses determinaban que los restos exhumados en Brasil, correspondían a Mengele. Los gobiernos de Alemania e Israel estuvieron de acuerdo con el informe. Otro extracto del informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos de 1992, concluye con que el hecho que el Ángel de la Muerte haya sido capaz de perpetrar sus crímenes, para luego morir familiarmente como un anciano en Brasil, evidencia de una enorme conspiración para la impunidad.

    A pesar de todo ello, muchas de las víctimas o sus descendientes quedaron inconformes con la forma de la muerte, e incluso con la veracidad de la misma. "La muerte de Mengele no se condice con el sentido de justicia. Si pensamos que murió, quisiéramos que haya muerto de cáncer u otra enfermedad, muy lentamente, órgano por órgano, y sólo luego de una muy larga y dolorosa agonía. Sin embargo, y aunque hubiera estado consciente durante el ataque cardíaco, su muerte se habría consumado en sólo dos o tres minutos. La muerte fue terriblemente benévola con él, e injusta con nosotros" (Michael Rosembaum).

    La doctora GiSSela Weird, sobreviviente de Auschwitz , quien hizo sus estudios de medicina en la Alemania de preguerra, afirmó: "Sé que todos los estudiantes de medicina realizan el juramento de Hipócrates. Es como una página de la Biblia que Mengele ensució". De hecho, alguna vez Mengele pronunció las palabras sagradas del juramento hipocrático: "Si cumplo acabadamente con este juramento, ganaré para siempre reputación entre los hombres, por mi vida y mi arte. Si lo transgredo, que lo opuesto recaiga sobre mí". En cierta forma, su juramento se ha cumplido: el Ángel de la Muerte, demonio-médico de Auschwitz , es un sinónimo universal de muerte y genocidio.

 

Palabras claves , , ,
Sin comentarios  ·  Recomendar
 
//12 de Noviembre, 2010

CAPÍTULO XXII La muerte

por jocharras a las 17:47, en La Marca de la Bestia
CAPÍTULO XXII

La muerte

Jugado

-Estoy jugado, estoy jugado, estoy jugado...

Repite mientras lleva su clásico paso de gorila que hace tambalear su cuerpo de un lado para el otro. Lleva la cabeza hacia abajo escondiendo el rostro. Tiene puestas zapatillas negras, un pantalón jean azul y un buzo rojo con rayas grises en las mangas. Lentes oscuros y la gorra de lona azul que su primo le regaló en la mañana mientras probaban la moto.

Camina rápido, respira hondo y transpira. Sin embargo, siente frío. En el bolsillo trasero derecho del pantalón lleva la estampita de Jesucristo que lo acompaña día a día desde que estuvo en la cárcel, el sudor ha hecho que se pegotee con el certificado de hábeas corpus. En los bolsillos delanteros tiene el blíster vacío de un ansiolítico, una pastilla de Viagra y todo el dinero que le queda: un peso con 30 centavos. La vida de Marcelo Sajen es muchas vidas, incluso cuando su final se dibuja claramente en el horizonte.

Al notar la presencia policial mira hacia atrás y ve la camione­ta con la baliza encendida. Ha sabido escabullirse de situaciones mucho peores, pero esta vez tiene la sensación de que a la vuelta de la esquina le espera otra encrucijada. Piensa en escapar, pero en un escape diferente. Piensa en su hermano Bichi. De alguna forma, resulta un alivio que lo hayan encontrado.

Acelera el paso. Vuelve a darse vuelta y ve que el CAP ya está a pocos metros. A bordo del vehículo, el oficial Bolloli habla sin pausa por el handy y alerta a la base que han tomado contacto con el prófugo.

Sajen mete la mano derecha debajo de la chomba y saca la 11.25. La siente pesada. En un abrir y cerrar de ojos, la pasa a su otra mano.

Imaginaba un final diferente. Quizá, hasta imaginaba tener más valor a la hora de enfrentar a la Policía. Después de todo, qué saben estos tipos de que él es un hombre respetado. Qué saben de que sus mujeres desesperan cuando se va, de que sus hijos lo aman y lo seguirán amando.

-Estoy jugado -repite antes de empezar a correr.

Está armado! ¡Sajen está armado! -gritan los policías entre sí. cuando lo ven sacar el arma. Piensan que va a darse vuelta para disparar pero, asombrados, lo ven alejarse a toda veloci­dad.

El delincuente avanza unos metros por calle Tío Pujio y, antes de llegar a la esquina, cruza de calzada para meterse en el jardín de una pequeña vivienda.

La casa, ubicada al 1871, es la más humilde de la cuadra. Está pintada de blanco en el frente y tiene una puerta amarilla al medio. Las ventanas, a ambos lados de la puerta de chapa, son del mismo color y del mismo material.

El jardín de adelante tiene una extraña forma triangular. Hay césped y un sendero de cemento que une el ingreso a la vivienda con la vereda. El matrimonio de ancianos que allí vive no se encuentra en casa.

No intenta entrar a la vivienda, sabe que está rodeado. Se mete a ese pequeño patio delantero y se para observando la calle con la mirada fija en el móvil del CAP que acaba de frenar frente a la casa. En su mano izquierda tiene la pistola.

Los dos policías de la patrulla observan los movimientos del delincuente mientras se bajan con cuidado para ponerse los chale­cos antibalas. El tiroteo parece inminente. Justo en ese momento llega el Renault 18 con los policías del CIE. Estacionan delante del patrullero y se bajan con sus pistolas 9 milímetros en la mano. Des­de la calle alcanzan a ver con cierta dificultad a Sajen.

-Calmate loco, bajá el arma. Calmate. No hagas locuras...-gri­ta uno de los policías que puede divisarlo.

-Yo estoy jugado. ¡Lo único que pido es que larguen a mi herma­no! ¡Él no tiene nada que ver!

Bajá el fierro Sajen! ¡No tiene sentido! -grita otra vez el uni­formado.

El cielo está todo encapotado y tiene esa extraña tonalidad naranja que sólo tienen los preludios de las tormentas de verano.

Sajen está perdido. Flexiona levemente sus piernas como para ponerse en cuclillas y se lleva el frío caño de la 11.25 en la sien. Faltan unos pocos segundos para las 8.15 de la noche. Por un instan­te todo parece paralizarse mientras las palabras de los policías se oyen cada vez más lejanas. Incluso su propia respiración empieza a sonar distante, mientras el mundo se presenta como una película proyectada en cámara lenta.

Cierra los ojos con el deseo de que algún recuerdo se instale en su memoria, pero es imposible. Ni Pilar, ni los primeros tiempos con Zulma o el nacimiento de sus hijos alcanzan a tomar la forma de un pensamiento. Tampoco aquel primer encuentro con la Negra Chuntero lo ayuda a escapar de ese instante atroz en el que es el principal testigo de su propio final. El recorrido del proyectil des­troza su cabeza.

Sin nada que lo ayudara a escapar, el disparo le quitó todo pensamiento. Sólo el estallido y el dolor provocado por la bala, lo acompañó como un constante e ininterrumpido aturdimiento durante los dos días que permaneció en coma, hasta que el 30 de di­ciembre a las 8.07, en la sala de terapia intensiva del Hospital de Urgencias, Marcelo Mario Sajen dejó de respirar. Entró a la muer­te con los ojos cerrados.

Fin.


Palabras claves , , ,
Sin comentarios  ·  Recomendar
 
FULLServices Network | Blog profesional | Privacidad