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Este Blog, no es de carácter científico, pero si busca seriedad en el desarrollo de los temas.
Está totalmente dirigido a los amantes del género. Espero que todos aquellos interesados en el tema del asesinato serial encuentren lo que buscan en este blog, el mismo se ha hecho con fines únicamente de conocimiento y desarrollo del tema, y no existe ninguna otra animosidad al respecto.
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Jorge Omar Charras
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//20 de Noviembre, 2010 |
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por
jocharras a las 12:02, en
Hombres Asesinos |
ROBERT GARROW
Las bellas y
pacíficas montañas Adirondack, al norte del Estado de Nueva York, son
un lugar inesperado para que se produzca un asesinato múltiple, pero ya
se sabe que el crimen puede llegar a todas partes.
Robert Garrow, su esposa Edith, y sus dos hijos, Michelle, de 15 años, y
Robert, de 14... Ver mas
Las
bellas y pacíficas montañas Adirondack, al norte del Estado de Nueva
York, son un lugar inesperado para que se produzca un asesinato
múltiple, pero ya se sabe que el crimen puede llegar a todas partes.
Robert Garrow, su esposa Edith, y sus dos hijos, Michelle, de 15 años, y
Robert, de 14, vivían en Siracusa. Robert era empleado de la panadería
de Millbrook, donde se desempeñaba como maestro mecánico. Lo que no
sabían ni su jefe ni sus vecinos era que el buen Robert tenía un oscuro
pasado.
En 1961, Robert había sido condenado por violación y asalto en Albany.
Estuvo ocho años en la cárcel. Mientras cumplía su condena, Edith le
visitaba fielmente en la cárcel y esperaba que fuera puesto en libertad.
Sólo Edith sabía de la violenta pesadilla de su marido y de su
insaciable necesidad de sexo.
Cuatro años después de haber sido puesto en libertad, el nombre de
Robert Garrow apareció en los titulares de la prensa de todo Estados
Unidos. Sus crímenes y el dilema que presentaba a su abogado, Frank
Armani, serían debatidos a través de todo el mundo de habla inglesa.
El domingo 29 de julio de 1973, Nick Fiorello, Philip Domblewski, David
Freeman y su novia, Carol Ann Malinowski, estaban acampando en dos
carpas asentadas entre las comunidades de Wells y Speculator en los
Adirondacks. Los campings estatales se encontraban llenos la noche
anterior, por lo que la gente joven acampó en un pequeño descampado de
la ruta 8.
Nick y Phil se levantaron temprano y manejaron hasta Wells para
conseguir carnada en Maverick. Mientras estaban en el pueblo, Robert
Garrow condujo hasta el camping en su Volkswagen del año 1972 y se
estacionó fuera de la vista de los demás. Calladamente, subió hasta
llegar a una de las carpas y abrió la puerta delantera.
Dentro, David y Carol Ann estaban vistiéndose. David Freeman,
sorprendido, sólo pudo susurrar: "¿Qué es lo que quiere?". Robert
murmuró algo como que necesitaba gasolina. Ordenó a la joven pareja que
se vistiera. Sus órdenes fueron persuasivas. Robert llevaba un rifle de
caza.
Mientras David y Carol Ann abandonaban la carpa, se tranquilizaron al
ver a Phil y Nick pasando con su auto por un lado. Phil pidió
explicaciones de lo que estaba sucediendo. Robert dijo que necesitaba
gasolina. David y Carol Ann, más conscientes del peligro, aseguraron a
Phil que sería mejor que cumpliera con el pedido del intruso.
Robert Garrow obligó a sus cautivos a adentrarse en el bosque, en donde
sacó un rollo de cuerda. Ató a David y a Nick a un árbol. A Phil y Carol
se los llevó más lejos. Pidió a Carol Ann que amarrara a Phil. Después,
una aterrada Carol Ann, ahora a solas con Robert, tuvo que caminar unos
metros más. Robert la ató a un árbol, diciéndole que tenía que revisar a
los otros.
Unos momentos más tarde, Robert apareció enfrente de Phil Domblewski.
Phil, de 18 años, quien había sido el más verbal del cuarteto de
cautivos, se enfrentó a la ira del loco. Robert, calmada y
metódicamente, apuñaló al indefenso joven en el pecho hasta que el
cuerpo sin vida se desvaneció contra las cuerdas que le sujetaban al
árbol.
Carol Ann escuchó los gritos de Phil. Sudando profusamente, sus muñecas
se pusieron tan resbaladizas que fue capaz de liberarse de las cuerdas.
Silenciosamente, anduvo hacia Phil; llegó justo en el momento en que
Robert Garrow recogía su rifle y desaparecía en el bosque.
Nick Fiorello se las arregló para liberarse, corrió hacia su auto y
salió en busca de ayuda. David Freeman, recientemente liberado, tuvo la
mala fortuna de tropezarse directamente en el camino de Robert Garrow.
Robert le dijo a David que Nick se había escapado y le obligó a
buscarlo. El intruso y el cautivo anduvieron en amplios círculos por el
bosque. Pasó el tiempo. Nick regresó acompañado de varios policías en
tres autos. Cuando David escuchó a su amigo, se apartó de Robert, quien
salió corriendo hacia el bosque.
La policía pronto encontró a Philip Domblewski, aún atado al árbol.
Carol Ann fue encontrada de rodillas, llorando ante el cuerpo de su
amigo. Cuando la policía ya lo tenía acorralado, Robert Garrow logró
volver a la carretera y se marchó en su propio auto.
Rápidamente los tres jóvenes rescatados escogieron la foto de Robert
Garrow de entre todas las que les fueron enseñadas por la policía. La
captura estaba en marcha. Había cierta urgencia. Sólo nueve días antes,
Daniel Porter, de 20 años, había sido encontrado acuchillado hasta la
muerte atado a un árbol, a unos 80 kilómetros de distancia de donde se
había asesinado a Philip Domblewski. Porter estaba acampando con su
novia, Susan Petz, quien aún se encontraba desaparecida. La similitud
entre los dos incidentes era increíble.
Once días después del asesinato de Domblewski, Robert Garrow fue
arrestado.
Había cometido el error de intentar contactar a su hermana en
Witherbee. A Robert se le vio en los bosques cercanos a la casa de su
hermana. En el tiroteo que le siguió, el oficial Henry Le Blanc derribó a
Robert con un rifle de alta potencia. Robert se encontraba seriamente
herido en la espalda, brazos y piernas, pero se recuperó lentamente tras
ser sometido a una operación con la cual se extrajeron las balas.
Después de ser acusado de asesinato, Robert insistió en ser defendido
por el abogado de Siracusa, Frank Armani. Armani había defendido a
Robert previamente y era su abogado registrado. Ya que Robert no tenía
dinero y expresó su preferencia por Armani, la corte asignó a Armani
como su abogado.
Rápidamente, Frank Armani llegó a la conclusión de que su cliente había
asesinado a Philip Domblewski y que su defensa basada en la locura sería
su única esperanza para cumplir condena en un hospital en vez de en la
cárcel.
Al interrogar a su cliente, Armani logró que Robert le confesara que
había matado a Daniel Porter y violado y asesinado a Susan Petz. También
le reveló que había violado y asesinado a Alicia Hauck. Ninguno de los
cuerpos había sido encontrado.
Esta información puso al abogado en una
situación extremadamente delicada. La confidencialidad entre abogado y
cliente es la piedra angular del proceso de defensa. Si Armani revelaba
la información recientemente descubierta, rompería esta
confidencialidad, una acción que le podría llevar a la exclusión del
colegio de abogados.
Inicialmente, Armani tenía que verificar las declaraciones de su cliente.
Siguiendo instrucciones de Robert, realmente vio y fotografió el cadáver
de Susan Petz, escondido y abandonado en una mina. Un colega, el
abogado Francis Belge, encontró e hizo fotos del cuerpo de Alicia Hauck,
enterrada en un cementerio.
Frank Armani y Francis Belge, leales a su código de conducta
profesional, no dijeron nada sobre sus horribles hallazgos. Armani se
preparó para defender a su cliente del único cargo de asesinato de
Philip Domblewski. Mientras tanto, meses más tarde, en diciembre de
1973, un estudiante de la Universidad de Siracusa se encontró con el
cuerpo de Alicia Hauck en el cementerio de Oakwood. Dos semanas más
tarde, niños de una escuela vieron el pie de Susan Petz saliendo de los
escombros de la mina abandonada.
Robert Garrow era un sospechoso importante en ambos asesinatos, así
como en el de Daniel Porter. En mayo de 1974, Robert Garrow fue
enjuiciado por el asesinato de Philip Domblewski. Garrow era tan odiado
en la zona que se tuvo que poner una policía especial las 24 horas del
día protegiéndole del enfurecido público. A su abogado también se le
brindó protección policial. Las cartas amenazantes no hacían más que
llegar a su residencia.
Desde el banquillo, Robert Garrow admitió el asesinato de Daniel Porter,
Susan Petz, Alicia Hauck y Philip Domblewski. Tras la confesión
dramática, el colega de Frank Armani, Francis Belge, reveló que ellos
sabían lo de los asesinatos, conocían el lugar exacto donde se
encontraban los cadáveres, y habían hecho fotografías de los cuerpos
mucho antes de que fueran encontrados. La confidencialidad entre ellos y
su cliente les había obligado a guardar silencio. Ahora que Garrow
había confesado, se sentían libres de tal obligación.
La noticia de que los dos abogados no habían revelado el lugar donde se
encontraban los cuerpos de las víctimas corrieron a través de toda la
comunidad legal estadounidense. Llevados por la emoción del momento, sus
colegas condenaron a los dos hombres.
Mientras tanto, el juicio continuaba. A Robert Garrow se le declaró
culpable de asesinato y fue sentenciado a 25 años en prisión. Se
presentaron varios cargos contra Frank Armani y Francis Belge, pero
fueron absueltos de cualquier mal criminal o profesional por un gran
jurado del Condado de Onondaga y por La Asociación Americana de
Abogados.
Robert Garrow, confinado a una silla de ruedas por los resultados de sus
heridas, fue encarcelado en la prisión Donnemora. Cuatro años más
tarde, fue transferido a las instalaciones del correccional de Fishkill.
Subrepticiamente, ejercitó sus piernas hasta que en la noche del 8 de
septiembre de 1978, se subió desde su silla de ruedas y escaló dos
verjas de alambre con pinchos hasta lograr su libertad.
Inmediatamente se llevó a cabo una búsqueda masiva. Tres días más tarde,
en algunos bosques afuera de la institución, el funcionario Dominic
Arena se encontró cara a cara con el hombre más buscado de Estados
Unidos. Garrow apuntó y disparó una pistola que le había pasado, de
contrabando, su hijo en la institución. Arena cayó herido. Más tarde se
recuperaría. Funcionarios que le acompañaban abrieron fuego y Robert
Garrow cayó muerto en el suelo, terminando con su carrera de violaciones
y asesinatos.
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//05 de Octubre, 2010 |
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jocharras a las 22:24, en
Hombres Asesinos |
Historia de Robert Hansen
Robert Hansen, el depravado asesino serial que cazaba a
sus víctimas como si fueran animales en el
bosque
Robert
Christian Hansen nació el 15 de Febrero
de 1939 en Estherville, Iowa. Hijo de un cocinero de origen Danés, paso
una infancia muy difícil al lado de su padre que lo obligaba a trabajar largas
horas en la negociación de la familia. Al llegar a la adolescencia el severo
acné que padeció se sumo al marcado tartamudeo que tenía. Era el perfecto
objeto de las burlas y los abusadores de siempre en la escuela. Quienes se
acuerdan de él, lo veían como un sujeto solitario que jamás socializaba con
nadie. A pesar de haber nacido zurdo, sus padres lo obligaron siempre a usar la
mano derecha, imposición que incrementaba la presión y el estrés en que vivía.
A pesar de todo lo
anterior, en 1960 se casó con una muchacha pero su matrimonio no duró mucho. El
7 de Diciembre del mismo año con el objetivo de vengarse por rencillas contra
los pobladores de Pocahontas, fueran estas reales o imaginarios, Hansen obligó a un empleado del negocio de la
familia a que lo ayudara a incendiar un garaje del autobús de la escuela. Para
su desgracia este joven de 16 años tuvo la entereza suficiente de delatarlo.
Fue sentenciado a una pena de 3 años en prisión, a los 6 meses su esposa
tramitó el divorcio y para su fortuna le fue otorgada la libertad condicional
cumplidos 20 meses.
Nuevamente, a pesar de
todo lo anterior, no pasaron muchos meses para que Robert
Hansen se casara otra vez. De acuerdo a los estudios psicológicos
que le fueron practicados, Hansen era
de personalidad infantil y obsesiva. Y después de lo del incendio ahora había
adquirido la afición por robar. Carecía de necesidades, así que lo hacía por la
emoción momentánea del hurto. A pesar de que fue descubierto en sus pillerías,
nadie hizo olas y no se levantaron cargos.
Hansen en la foto del anuario de su escuela
En 1967 los Hansen
decidieron comenzar una nueva vida y se movieron a Alaska, a la ciudad
de Anchorage. Ahí de nuevo continuaron los problemas de Robert, esta vez fue acusado de robarse una sierra
eléctrica. Fue sentenciado a 5 años de prisión y nuevamente fue estudiado por
doctores, quienes diagnosticaron que Hansen
padecía de trastorno
bipolar, y que requería terapia a base de litio para controlar sus violentos
cambios de humor. A pesar de que era ya considerado un peligro para la sociedad
jamás se hizo nada por obligarlo judicialmente a seguir el tratamiento.
Sala de trofeos de Robert Hansen, algunos de ellos
empleados para defraudar al seguro, simulando un robo
Una
vez fuera de la cárcel, prosiguió su vida matrimonial. Ya era padre de dos
hijos cuando ideó una curiosa manera de hacerse de dinero. Simuló el robo de
una serie de objetos de valor de su casa, los cuales escondió en un área
apartada y secreta de la misma. El seguro le reembolsó $13,000 dólares con los
cuales instaló un negocio de comida. Entre los objetos reportados como robados
se encontraban varios trofeos de cacería. Actividad en la que Hansen era una celebridad de la localidad.
Poseía un numeroso arsenal de rifles y era muy comentada la hazaña en la cual
con un arco y flecha dio caza a una cabra salvaje, habitante usual de los
parajes boscosos de Alaska. La cacería le daba un alto status dentro de
la sociedad que antaño cuando adolescente careció completamente. De hecho la
gente consideraba a Robert Hansen como uno de los pilares de su
comunidad. Era apreciado y respetado.
Un orgulloso Robert Hansen con su trofeo de caza
La gente ignoraba o negaba admitir que este
singular hombre bajito y fervoroso padre de familia era en realidad un
peligroso sociópata. Criminal consumado que había robado, incendiado y
defraudado una aseguradora. Peor aún, era un asesino de bailarinas y
prostitutas, pero ese delito permanecería oculto por algún tiempo.
Como consecuencia del boom
petrolero de Anchorage, muchachas jóvenes y guapas pronto fueron seducidas con
la posibilidad de hacer grandes ganancias bailando y prostituyéndose en el
área. El vehículo de estas actividades de alto riesgo fueron la aparición y
funcionamiento de numerosos clubes tales como el Wild Cherry Bar, Arctic
Fox y el Booby Trap entre otros, que actualmente han desaparecido.
Los lugares más redituables reportaban ganancias mensuales arriba de los
$50,000 dólares. Alrededor de estos lugares aparecieron puestos de revistas con
toda la pornografía imaginable en aquella época. Esos y otros negocios de
dudosa procedencia. Los robos, fraudes y riñas proliferaron notablemente y fue
en este sórdido ambiente donde Robert Hansen
acechaba a sus víctimas.
Wild Cherry Bar, club de no muy buen aspecto externo
Las nefastas actividades de Robert Hansen aparecieron a la luz poco a
poco. El primer incidente ocurrió el 12 de Septiembre de 1982 cuando un par de
oficiales cazaban en el valle del río Knik, lugar apartado y fuente
inagotable de esparcimiento para cazadores profesionales. Ya fueran venados,
ciervos, osos y cabras salvajes, de todo había sin embargo para John Daily y Audi
Holloway no había sido un día de suerte así que antes que les cayera
la noche encima decidieron regresar y tomaron un inusual atajo por la rivera
del río. De pronto, de un banco de arena vieron una bota semienterrada en el
suelo. Picados por la curiosidad se acercaron para descubrir una extremidad en
descomposición. Les tomó unos instantes darse cuenta de la situación y se
apartaron rápidamente para no alterar la escena de un probable crimen. Tomaron
nota del sitio del hallazgo y pronto detectives y forenses analizaban
minuciosamente el sitio.
Oficiales analizan un hallazgo en el bosque
El sargento Rollie Port, experimentado
veterano analizó meticulosamente la escena del crimen hasta que descubrió un
cartucho percutido calibre .223 de uso común en rifles de alto poder como el
M16, la AR15 y el Mini-14, armas que en muchas naciones son de uso exclusivo de
las fuerzas del estado. El cadáver fue analizado en Anchorage y se
determinó que había muerto por las heridas de 3 disparos del calibre ya citado.
Después de algún tiempo se determinó que en vida la mujer se llama Sherry Morrow de 24 años, bailarina exótica y que
había fallecido hacía 6 meses. El 17 de Noviembre de 1981 fue vista por última
vez por amigos del Wild Cherry Bar a
quienes comentó que un hombre le había ofrecido $300 dólares por posar para
algunas fotos.
Balas calibre .223 para rifles de alto poder
Este inusual crimen hizo sospechar a la
policía de Anchorage que tenían algo grueso entre manos. De algún tiempo a la
fecha se habían presentado reportes de personas extraviadas. La mayoría
correspondían a prostitutas, sin embargo no se había prestado mucha atención
dado que ellas tienden a ser solitarias y se mueven de un lugar a otro con
frecuencia. Años después regresan al mismo lugar como si nada. Esta
preocupación fue mantenida en secreto con el propósito de no alertar a los
probables asesinos. Y así en entrevista con los periódicos locales negaron que
el cadáver de Sherry Morrow estuviera
ligado con la desaparición de otras 3 chicas.
El sargento Lyle
Haugsven fue el encargado de investigar los nexos entre las mujeres
desaparecidas, el cadáver hallado y un par de casos sin resolver. El primero se
trataba de un cadáver de mujer que se denominó Eklutna
Annie por el sitio donde fue hallado. En 1980 unos obreros, hallaron
los restos de una mujer en una tumba al ras del suelo cerca de la avenida Eklutna. Jamás pudo ser identificado el cadáver
dado su avanzado estado de descomposición y a que los animales salvajes habían
eliminado gran parte del mismo. Posteriormente ese mismo año apareció muy cerca
de Eklutna otro cuerpo semienterrado en
un pozo de arena. Igualmente estaba en avanzado estado de descomposición, pero
se pudo identificar como Joanne Messina
bailarina topless del lugar. Desafortunadamente Haugsven no pudo contar
con pistas ni evidencia suficiente para prosperar en la captura del culpable.
Pasaron los meses hasta
que la noche del 13 de Junio de 1983 un camionero que circulaba por el pueblo
vio en el camino a una muchacha que frenéticamente le hacía señas para que
parara. La mujer traía unas esposas colgando de una mano y la ropa hecha
trizas. El hombre la llevo a un hotel que ella le indicó e inmediatamente
después pasó a la estación de policía a reportar lo sucedido. Mientras tanto en
la recepción del hotel se le permitió hacer una llamada telefónica a la
muchacha.
Cuando el oficial Gregg
Baker llegó al Big Timber Motel, la chica aún traía las esposas,
luego de liberarla ella comenzó a relatar una historia casi imposible de creer.
Había sido abordada en la calle por un sujeto pelirrojo quien le ofreció $200
dólares para tener sexo oral. Una vez que comenzaron a hacerlo, el sujeto
aprisionó su muñeca con las esposas a la vez que sacó una pistola. Le dijo que
si cooperaba no le haría ningún daño y luego la llevó a su casa en el barrio de
Muldoon. Ahí el sujeto la había violado y en un momento dado le
introdujo el mango de un martillo por la vagina. Al término de todas esas
crueldades le dijo que volarían a su cabaña en los bosques. Y así lo hicieron,
llegaron hasta un aeroplano y mientras el sujeto metía algunas provisiones
dentro del vehículo, aprovechó para salir corriendo. La prostituta sabía que su
vida corría grave peligro al lado de ese hombre. Al principio la persiguió pero
desistió al ver que ella hacía señas a un camionero en el camino.
Avioneta propiedad de Hansen con la cual transportaba a
sus víctimas hacia apartados lugares para
cazarlas
Entonces la policía la llevó al aeropuerto
del lugar, donde supuestamente se hallaba la avioneta de su atacante. Y ahí
estaba el Piper Super Club azul y blanco. Después de revisar con la
torre de control, se supo que pertenecía a Robert
Hansen, quien vivía en la calle Old Harbor. Dejaron a la
chica en el hospital y con un pequeño grupo de oficiales, Baker visitó
la residencia de los Hansen.
Confrontado con los cargos que la prostituta señalaba, Robert Hansen
se mostró muy molesto. Dijo a la policía que no conocía a la muchacha, que todo
el día lo había pasado con unos amigos. Su esposa y dos hijos estaban de viaje
por Europa. Además les dijo a los policías que "No se podía violar a una prostituta ¿o sí?..."
La coartada de Hansen fue verificada
y no se levantaron cargos en su contra.
Recuperación de un cadaver en las riveras del
río Knik
Las cosas se tranquilizaron hasta que
apareció el cadáver de otra muchacha enterrado a ras de tierra. El 2 de
Septiembre de 1983 fue hallada en las riveras del río Knik quien fuera
identificada como Paula Golding muchacha
de 17 años dedicada a la prostitución y al baile exótico. Había sido vista por
última vez hacía 5 meses. La autopsia reveló que fue muerta por disparos de
arma calibre .223 Entonces el departamento de policía solicitó la intervención
de la unidad de soporte del FBI. Sabían que tenían entre manos a un
asesino serial y decidieron acudir a los expertos.
Fue así que el legendario
profiler del FBI, el agente especial John E. Douglas se
trasladó a Alaska para analizar la evidencia que le ofrecía la policía y
para discutir acerca del sospechoso número uno, es decir para hablar de Robert Hansen.
Douglas estableció que el asesino elegía prostitutas y
bailarinas topless porque son muy proclives a moverse de ciudad en
ciudad y la súbita desaparición de alguna no levantaría mayor preocupación. Al
presentársele la información respecto a Hansen,
les hizo notar a los oficiales la baja estatura del sospechoso así como el
hecho de que tuviera muchas cicatrices producto del acné y el evidente
tartamudeo lo hacían pensar que de joven había sido objeto de burlas de sus
semejantes y que con toda probabilidad había sido rechazado varias veces por
las mujeres a quienes deseaba acercarse. De ese modo era seguro que tenía una
autoestima muy baja y vivir en un lugar apartado era para aplacar un poco de su
malestar personal. Luego, atacar prostitutas era la manera de cobrar venganza
por las humillaciones vividas durante la adolescencia. Algunos oficiales
conocían a Hansen y sus grandes
habilidades como cazador a lo que Douglas comentó que tal vez ya se
había cansado de los borregos salvajes, los venados y osos y había cambiado su
interés en otro tipo de presas más interesantes.
Otro aspecto fundamental
era que Hansen podría ser del tipo de
asesino que recolecta souvenirs de sus víctimas, por eso era necesario
buscar minuciosamente en sus propiedades objetos pertenecientes a las víctimas.
La manera de facilitar la investigación era quebrar su coartada para lo cual la
policía debía apoyarse en sus amigos a quienes había de forzar a hablar so pena
de ser acusados de cargos por obstaculizar la justicia. Con eso podrían
descartarlo o incriminarlo pero se necesitaba actuar con firmeza.
Y en efecto, los amigos
que supuestamente habían pasado el día junto a Hansen
cuando la joven prostituta fue secuestrada terminaron por admitir que no vieron
al sospechoso ese día. Además soltaron la sopa respecto al fraude contra la
aseguradora y otros detalles gracias a los cuales la policía pidió 8 órdenes de
cateo al juez. El 27 de Octubre de 1983 como usualmente hace la policía, un
grupo fue al trabajo de Hansen y le
pidió que los acompañara a la estación para hacerle unas preguntas. Mientras
tanto otros dos grupos iban a su casa y a la avioneta para cumplir las órdenes
de cateo.
Evidencia hallada en un escondite de la casa de Hansen
El
grupo que investigaba la casa halló numerosas armas en la casa de los Hansen, pero ninguna que pudiera relacionarse
con los crímenes. Estaban a punto de terminar y marcharse cuando un oficial descubrió
un escondite en el ático de la casa. Ahí encontraron diversos rifles de alto
poder, así como pistolas, un mapa de navegación marcado en varios sitios,
identificaciones de las víctimas, recortes de periódico y algunas piezas de
joyería. Al último estaba el rifle Mini-14 calibre .223 con que teóricamente Hansen había cazado a sus víctimas una vez que
las soltaba en el bosque.
Finalmente Hansen es arrestado
En la estación de policía Hansen negó cualquier relación con los
homicidios, pero abrumado por los alegatos de la policía se dio por vencido y
pidió un abogado. Entonces fue arrestado bajo los cargos de fraude, asalto agravado,
secuestro, portación ilegal de armas y robo. El 3 de Noviembre de 1983 el
jurado de Anchorage acusó formalmente a Hansen
de conducta y portación indebida de armas, robo en segundo grado, fraude a una
aseguradora y secuestro, guardándose el cargo de homicidio hasta no recibir las
pruebas de balística. Hansen se
declaró no culpable de los cargos y la fianza fue fijada en medio millón de
dólares. Como se puede ver, el estado no iba a permitirle quedar en libertad
ante la montaña de evidencia que se había acumulado. El resultado de las
pruebas llego procedente de los laboratorios del FBI en Washington
el 20 de Noviembre de 1983. Quedaba demostrado que los casquillos hallados
habían sido disparados con el rifle Mini-14 incautado en la casa de Hansen.
Rifle Mini-14
Finalmente Robert
Hansen se dio cuenta que ante la
enorme cantidad de evidencia en su contra, difícilmente ganaría su caso frente
a la corte. El 22 de Febrero de 1984 se arregló un encuentro entre el abogado
defensor Fred Dewey y el fiscal general de Anchorage, Victor
Krumm para establecer un acuerdo. Este consistió en que Hansen daría una confesión detallada y
completa de sus crímenes a cambio de ser cargado únicamente con los 4
homicidios que se conocían hasta el momento. Además purgaría su sentencia de
cadena perpetua en un recinto federal, en vez de una prisión de máxima
seguridad. Hansen se vio obligado a
aceptar este trato, pues era lo mejor que podía obtener.
Entonces explicó su modus
operandi que consistía en contratar por una suma de dinero a las
prostitutas. Una vez estando ellas a modo las sometía amenazándolas con un arma
de fuego. Tratando de verse lo más seguro y desafiante posible les decía "Muy bien, eres una profesional, lo que hacemos no te
excita en nada, sabes bien que existen riesgos en lo que haces. Que esto te
sirva de experiencia, para que la próxima vez elijas bien a quien te ofreces.
Si haces todo cuanto te ordeno, no saldrás lastimada..." Hansen hacía lo anterior para ver como la
víctima se congelaba del miedo. Disfrutaba verlas sentirse indefensas y
sometidas a su voluntad. Una vez que tenía a una mujer bajo su poder,
normalmente la llevaba en la avioneta a su remota cabaña de los bosques. Ahí
después de violarlas sin misericordia llegaba al extremo de desnudarlas y aún
de taparles los ojos antes de soltarlas. Esperaba un poco a que la chica
corriera y después con su navaja y con el rifle las cazaba igual que lo hacía
contra un venado u oso.
Víctimas identificadas de Robert Hansen
y Eklutna Annie
|
Angela Feddern
|
Joanne Messina
|
Lisa Futrell
|
Malai Larsen
|
Paula Golding
|
Sherry Morrow
|
Tamara Pederson
|
Sue Luna
|
Eklutna Annie
|
Al término de su declaración, la policía le
mostró un mapa de la región a Hansen
y le pidió que señalara los sitios donde había cometido sus fechorías. Este
señalo numerosos lugares. Al día siguiente se hizo una expedición en un
helicóptero militar y Hansen los
condujo a 12 sitios diferentes, ahí fueron marcados árboles para regresar
posteriormente a revisar. Durante 1984 fueron recuperados únicamente 7 cuerpos.
El 18 de Febrero de 1984
Robert Hansen se declaró culpable de
los cuatro homicidios acordados y recibió sentencia de 461 años de cárcel sin
derecho a libertad condicional. Inicialmente fue enviado a una penitenciaria en
Pennsylvania, pero en 1988 regresó a Alaska a ser uno de los presos
fundadores del centro correccional Spring Creek. Poco después de
encarcelado su esposa pidió el divorcio. Es más, hasta su nombre fue borrado
del ranking de caza de Pope & Young. Aún se desconoce la identidad
de Eklutna Annie aunque la policía no se da por vencida en hallar datos
que ayuden a esclarecer el misterio.
Centro correccional Spring Creek donde actualmente
Hansen esta bajo la sombra
Bibliografía:
- Fair Game, Bernard DuClos
- Butcher Baker, Walter Gilmour y Leland
E. Hale
- Hunting Humans, Michael Newton
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//05 de Octubre, 2010 |
|
por
jocharras a las 22:17, en
Hombres Asesinos |
Historia de Robert Berdella
Robert Berdella detenido
Robert Berdella nació en el pueblo de Cuyahoga Falls, Ohio en Estados Unidos
el 31 de Enero de 1939 en el seno de una familia católica, fe en la cual fue
bautizado a los 12 años. No se conoce gran cosa de su niñez ni de su familia
excepto que tuvo un hermano llamado Daniel
7 años menor que él y que su padre falleció cuando contaba 16 años, en 1965.
Supuestamente el señor Berdella
sufrió un ataque cardiaco y lo que es el destino, Berdella mismo falleció de forma
parecida. Poco tiempo después la madre de Robert se juntó con otro hombre,
situación que le provocó mucho resentimiento. Para ese entonces ya identifica
su orientación homosexual. Se reporta fue violado por un compañero de trabajo
del restaurante donde laboraba. Con seguridad este lamentable acontecimiento
debió minar su fe al grado que desde esa temporada dejó de asistir a los
servicios religiosos como acostumbraba.
Robert Berdella de lentes porque estaba bastante miope
Berdella relató que durante
su adolescencia vio una película llamada The
Collector que causó gran impresión en su persona. La trama de la
referida cinta gira en torno a un hombre que vive una vida ordinaria y cuya
única pasión es la recolección de mariposas. Siente que le falta algo, que su
existencia está incompleta hasta que conoce a una chica de la cual se enamora.
Sin embargo desarrolla un plan para secuestrar a la muchacha con el fin de
mantenerla cautiva y hacer que ella se enamore de él, pero en sus términos.
Para tal efecto se muda de casa a un sitio cuyo sótano acondiciona para
mantener a la dama. Mediante engaños logra introducir a la mujer a su casa y la
mantiene cautiva. Después de no pocas dificultades y altercados la mujer cede y
se enamora del protagonista. Vuelcos inesperados y un final aterrador ocurren
en el transcurso de la película.
El Coleccionista no pasa de ser una película palomera que hoy día luce
atrasada, pero sin lugar a dudas produjo en Berdella
ideas y planes que mantuvo latentes hasta el final de su vida.
En 1967 a la edad de 18 años Berdella
se inscribe en el Kansas City Art
Institute para estudiar, obvio, artes. Nunca termino dichos cursos pero si
aprovechó el viaje para convertirse en un drogadicto y alcohólico. No pasó
mucho tiempo para que fuera arrestado por posesión y venta de estupefacientes,
acusación por la que se declaró culpable. Le fue suspendida la sentencia por 5
años que se ganó esa vez. De nuevo fue arrestado por posesión de marihuana y LSD, aunque tras permanecer
arrestado unos días fue liberado por falta de pruebas.
Casa de Berdella en Charlotte Street
A partir de 1968 entró como cocinero a un restaurante y a los 20 años se
salió definitivamente de la escuela de artes. No era malo por cierto para las
artes culinarias pues durante mucho tiempo desarrollaría con buen éxito el
trabajo de cocinero. En Septiembre de 1969 se compraría la casa de Charlotte Street donde cometería los
crímenes por los que sería mundialmente conocido.
De 1970 a 1980 su vida transcurrió con aparente normalidad. Como vecino era
de conducta excepcional pues ayudó a conformar una patrulla vecinal contra el
crimen. En el trabajo se convirtió en un chef de calidad colaborando para
importantes restaurantes y clubes campestres. Para este entonces era ya
abiertamente gay. Luego vinieron los cambios drásticos.
En 1981 renunció a su trabajo como chef para dedicarse de lleno a su negocio
personal. Un puesto de parafernalia gótica llamado Bob's Bizarre Bazaar ubicado en un mercado local. Ahí comerciaba
antigüedades y objetos raros. Sus tarjetas de presentación decían que tenía
veneno en el cerebro y su extraño comportamiento era considerado como una treta
publicitaria.
A los 33 años se involucra sentimentalmente con un veterano de la guerra de Vietnam, pero la relación no dura mucho
tiempo y Berdella comienza a salir
con prostitutos a quienes incluso lleva a vivir a su casa a cambio de compartir
las labores de limpieza y manutención. Intenta encaminar a varios de ellos
hacia el bien. Es un misterio saber porque Berdella
súbitamente comenzó a torturar y asesinar hombres de la manera en que lo hizo.
Generalmente ocurre un evento desencadenante de violencia y locura, pero en
este caso ese hecho permanece en la oscuridad.
Jerry Howell
La primer víctima de Berdella
fue el homosexual Jerry Howell
viejo conocido y amante suyo a quien decidió castigarlo porque le había
prestado dinero para pagar un abogado y ahora se negaba a reembolsarle algo de
eso. El 4 de Julio de 1984 pasó por él y ya en su casa le suministró varios
calmantes sin que Howell
se diera cuenta. Una vez desmayado procedió a sodomizarlo sin parar y hasta
empleó un pepino para continuar el ataque. Luego lo dejó bien atado y se fue a
su trabajo. Al día siguiente continuó la tanda de torturas y humillaciones amen
de inyectarlo con sustancias químicas con tal de mantenerlo sedado. Antes de la
medianoche Berdella se convertía en
asesino dado que Howell pasó a mejor
vida. Aquello tomó por sorpresa a Berdella
quien declaró que probablemente Howell
se había ahogado con su vómito, proceso acelerado por las fuertes dosis de
drogas a que lo había sometido. Luego lo colgó por los pies del techo para
drenarle la sangre, aprovechando que la postura del cadáver le resultaba
sexualmente excitante. Finalizado el desangrado lo cortó en pedazos con sus
cuchillos de cocinero y empleó una sierra eléctrica para las partes difíciles.
Empacó los restos en plásticos y papeles y los puso en la esquina de su casa
para que el camión de limpia se los llevara. Así de sencillo había resultado
para Bob
Berdella cumplir sus
torcidas fantasías.
Después de varios días Berdella
se sentó a ponderar lo que había ocurrido y comenzó a escribir una bitácora
abundante en detalles de las torturas y las reacciones de Howell.
El documento estaba complementado con numerosas fotografías polaroid.
Robert Sheldon aparece desmayado y sometido en estas
fotografías
Cráneo de Sheldon hallado en un closet
El siguiente en caer fue Robert Sheldon, viejo amante de Berdella
que había estado en su casa muchas veces ya, pero el 10 de Abril de 1985
entraría por vez final para salir hecho pedacitos. Sheldon recibió el mismo tratamiento
cruel que Howell aunque esta vez añadió mas torturas a su repertorio, por
ejemplo esta vez inyectó liquido para destapar caños en el ojo con el fin de
cegarlo y que así fuera un esclavo sexual más apto a sus fantasías. También le
molió las manos a golpes hasta dejárselas inutilizadas. Pasaron cuatro días de
este infierno para Sheldon hasta que un inesperado visitante interrumpió
a Berdella.
Para que no lo fuera a delatar con algún ruido o movimiento fuerte, Berdella
envolvió su cabeza en una bolsa de plástico y murió asfixiado. Ocurrió la misma
mecánica para la eliminación del cuerpo excepto que ahora Berdella decidió conservar la
cabeza, que enterró en su patio.
Mark Wallace
Luego tocó turno a Mark Wallace, otro infortunado conocido de Berdella
a quien aparte de lo demás le tocaron una serie de descargas eléctricas que
terminaron hasta eso, pronto con su sufrimiento. Esa nueva tortura estaba aún
en fase experimental.
James Ferris
En el mes de Septiembre James Ferris le pidió a Berdella si podía darle
alojamiento en su casa. Ignorante de las sádicas manías de su huésped, Ferris
pronto se vio en la antesala del infierno... para su buena suerte murió rápido
debido a que Berdella
lo drogó de manera equivocada. Hay que comentar que Berdella no tenía conocimientos
médicos y usaba tranquilizantes y fármacos de uso veterinario en sus víctimas.
Igual que los anteriores, los restos de Ferris fueron a dar al tiradero del condado.
Todd Stoops sujeto a las brutales torturas de Berdella
Otro viejo conocido de Berdella, Todd Stoops cayó prisionero en la casa del terror.
Stoops
ya había vivido algunos encuentros anteriores y de hecho había dicho a la
policía que algunos hombres reportados como desaparecidos habían estado con el
dueño del Bob's Bizarre Bazaar y a
pesar de sus sospechas no tuvo problema para entrar de nuevo en su casa, a la
postre un error que pagaría con la vida misma. Todd era un hombre atlético y fuerte
mientras que Berdella
era panzón y falto de condición y quizá razonó que si llegara a darse una riña
entre homosexuales, el saldría victorioso. Sin embargo una vez sometido le fue
aplicada la peor tanda de sodomía. Berdella le introdujo por el recto su puño
completo tras lo cual comenzó a sangrar profusamente. También le inyectó Drano por los ojos y las cuerdas
vocales. Después de semanas con fiebre y severos tratos, la agonía terminó los
primeros días de Julio de 1986.
Larry Pearson torturado y desvanecido en estas
dramáticas imágenes
Cráneo de Pearson siendo desenterrado del
jardín
El último en perecer a manos de Berdella
fue el joven prostituto Larry Pearson
a quien había conocido la primavera de 1987 y a quien introdujo en su domicilio
a mediados de Junio. Inicialmente Pearson
se portó mucho más cooperativo que el resto de las víctimas así que no hubo
necesidad de aplicar tanta " disciplina" en el. Pero después
de 6 semanas de esclavitud sexual Pearson
decidió que aquello era suficiente y decidió rebelarse. Tal afrenta pronto fue
contestada con una severa golpiza que le causó la muerte. Berdella
conservó la cabeza de Pearson
en el congelador. Luego sin razón aparente desenterró la cabeza de Sheldon
y puso la de Pearson en el mismo
espacio. Cuando fue cateado el domicilio la policía encontró el cráneo en un
closet.
Pero la última víctima fue un sujeto de nombre Chris
Bryson a quien resulta que Berdella
subió a su coche tras invitarlo a una "fiesta". Cuando
escapó de su cautiverio Bryson
no quiso que la policía lo tomara como un prostituto ni insinuar que Berdella lo había recogido de una conocida
zona de prostitución masculina. Una vez dentro del Toyota color café, comenzaron
a beber cervezas y cuando llegaron al lugar de la fiesta, Bryson
vio que era una casa de barrio común y corriente y que incluso el número de la
misma era perfectamente visible. Cuando entraron al sitio, vio que el lugar era
un completo desastre con basura y desechos apilados en cualquier esquina. El
olor de perros e inmundicias era muy fuerte. Entonces Berdella
le platicó que antes había sido estudiante de arte y quería enseñarle su
colección de objetos que tenía en el piso de arriba y cuando llegaron al final
de las escaleras recibió un fuerte golpe en la cabeza y cayó al suelo. De
inmediato quiso reaccionar y defenderse pero Berdella
había sido más rápido y pronto lo estaba inyectando con alguna sustancia. Por
más que quiso repeler el ataque, pronto quedo paralizado y se desmayó. Al
recobrar la conciencia se encontró completamente desnudo y atado en posición de
águila, con los brazos y las piernas firmemente sujetos a los postes de una
cama. No sabía ni cuánto tiempo había transcurrido ni se daba cuenta que Berdella le colocaba un collar de perro en el
cuello pues volvió a desmayarse.
Entonces Bob
comenzó a jugar con su nuevo esclavo sexual mientras este estaba inconsciente,
tocándolo y abusando de él en una suerte de regodeo sexual. Cada paso llevado a
cabo era detalladamente descrito en una bitácora por Berdella.
Habían pasado muchas horas hasta que Bryson
recobró la conciencia de nuevo y vio que la luz del sol aparecía por las
ventanas. Entonces comenzó a razonar en lo que su esposa estaría pensando ante
su prolongada ausencia. Se dio cuenta que tenía un trozo de trapo en la boca a
manera de mordaza y al querer moverse entendió que no podría liberarse por sí
mismo. Pero el bullicio que produjeron sus esfuerzos hizo que Berdella entrara al cuarto. Bryson creyó que recibiría alguna explicación o
que le sería informado que era parte de un juego o algo y trató de hablar, pero
cuando Berdella le quitó la
almohada que tapaba su rostro se dio cuenta que estaba bajo la pesada
influencia de alguna droga por la visión tan borrosa que experimentó. Quiso
emitir una súplica a Berdella
pero este reaccionó violentamente pues comenzó a darle de tingotazos en los
ojos y con un cotonete le untó una sustancia que ardía terriblemente. No había
nada que pudiera hacer mientras estaba a merced de su captor, lo único que le
quedaba era sufrir todas y cada una de las torturas mientras figuraba la manera
de escapar.
Luego Berdella se le sentó encima
y comenzó a aporrearle las manos con una barra metálica. Acto seguido comenzó a
hacer algo a la altura de las ingles de Bryson,
en un primer instante este no pudo determinar que sucedía pero grande fue su
horror al descubrir que le estaban colocando pinzas de corriente en el escroto
y el muslo. Súbitamente sintió una fuerte descarga eléctrica que corría desde
su torso bajo hasta el muslo, el intenso dolor de sus manos ya adoloridas se
multiplicaba con la contorsión de su cuerpo al paso de la corriente. Con la
mordaza solo alcanzó a emitir un apagado pujido de agonía. Al reaccionar vio un
resplandor y escuchó un chirrido, entonces se dio cuenta que Berdella le tomaba fotografías con una cámara Polaroid.
Bryson entendió que había caído
en manos de alguien de quien solo había escuchado en extraños relatos de
horror, un sádico sexual que con toda seguridad jamás lo iba a dejar libre. No
sabía que pensar y solo atinaba a preguntarse cómo es que había caído tan
fácilmente en semejante predicamento. Una vez Berdella
aplicó un par de toques mas, pareció aplacarse. Entonces le informó a Bryson de las reglas que debía obedecer para
"llevar la fiesta en paz..." especialmente no debía
resistirse ni tratar de gritar o hacer ruidos pues los castigos podrían
continuar y ponerse peores aún.
La siguiente vez que alcanzó a reaccionar, Berdella
llegó y le informó que ahora era un juguete sexual y que no habría de ir a
ninguna parte. Los castigos habían sido para enseñarle cual era su nueva
situación, y habría más en caso de ser necesarios si no iba a terminar en la
basura igual que los "otros" y para convencerlo de
esta última sentencia, le mostró fotografías de hombres en diversas poses y en
las que algunos lucían muertos o al menos dormidos, pero no se podía saber.
Todas las instrucciones giraban en torno a ser completamente sumiso y obediente
en su nuevo rol de esclavo sexual.
Durante 4 días Bryson
fue objeto de humillantes abusos y violaciones por parte de Berdella, pero llegó el momento en que este
cometió un error. Como premio a su comportamiento, le ato las manos al frente,
en vez de atarlas a los postes de la cama. Cuando Berdella
abandonó la casa se dio a la tarea de liberarse. Después de soltarse saltó por
la ventana del cuarto. Fue entonces que un vecino pudo ver a un hombre saltar
del segundo piso de la casa de Berdella
usando por única vestimenta un collar de perro y una correa. Este vecino al
auxiliar al hombre desnudo fue quien realizó la primera llamada a la policía.
Chris Bryson
Cuando los oficiales arribaron al lugar de los acontecimientos sabían que
debían actuar con cautela pues imaginaban que se enfrentaban a una pelea entre
amantes homosexuales. Situación que no era extraña en los barrios de la ciudad
y para la cual ya habían desarrollado un protocolo de acción. Auxiliaron a Bryson y le cubrieron con una manta. Cuando este
pudo reunir las fuerzas necesarias comenzó a relatar su terrible historia.
Aquello era más de lo que esperaban escuchar los oficiales así que el siguiente
paso era escuchar a la otra parte y para tal objetivo esperaron a que el dueño
del lugar llegara para interrogarlo. Por muy grave o fantástica que resultara
la queja de un sujeto como Bryson
debían corroborar cada dato y acusación.
Cuando Berdella llegó a su casa,
fue abordado por los oficiales que habían quedado a cargo en el lugar y le
informaron que estaba bajo arresto por ser sospechoso de asalto sexual contra
un hombre llamado Chris y le pidieron que firmara una hoja donde
concediera permiso a los oficiales de entrar a su domicilio. Berdella simuló incredulidad y se negó a que
su casa fuera allanada por la policía. Llegando a la estación solicitó un
abogado. Para este momento la policía aún consideraba que el asunto podía ser
no más que un pleito entre dos hombres de los cuales uno involucraba a las
autoridades para presionar al otro. Pero por si las dudas, los oficiales decidieron
seguir paso a paso con los procedimientos hasta llegar al final del asunto. Más
que nada es loable el olfato de la policía que no desechó la idea de que si Bryson había sido realmente torturado por días y
advertido de muerte si no cooperaba, tal vez hubiera otras víctimas
involucradas. Ahí estaba el detalle.
Berdella escoltado por oficiales de policía
Dentro de la casa de Berdella
tuvieron que asegurarse tres perros Chow
Chow antes que los detectives pudieran comenzar a trabajar. La casa era tal
cual la había descrito Bryson,
un total desorden lleno de basura por doquier. En la planta baja nada fuera de
lo normal fue hallado, pero guiados por el relato de la víctima subieron las
escaleras. Justo como esperaban, había un cuarto cerrado con una televisión y
una cama. En el suelo había trozos de cuerda chamuscados, pues así había
escapado Bryson quemando sus ataduras
con cerillos tirados en el suelo. En una inspección más cercana vieron que los
postes de la cama tenían los bordes muy gastados como si hubieran sido
empleados con las cuerdas muchas veces, tal vez para atar a más gente aparte
del actual quejoso. Junto a la cama descubrieron un dispositivo eléctrico del
que salían algunos cables que subían por el colchón. En una mesita cercana
encontraron varias jeringas listas para usarse. También algunos frascos de
gotas para los ojos y líquidos en apariencia drogas aparte de algunas revistas
pornográficas tiradas en el suelo. En otro cuarto vieron fotografías de Bryson donde aparecía atado y con cara de
sufrimiento. Y a pesar de toda la evidencia hallada, aún no había un grave
delito que perseguir. Sin embargo en el cuarto que parecía ser el dormitorio de
Berdella la policía
encontró un par de cráneos y unos dientes, lo cual los instó a buscar con más
profundidad. Entonces aparecieron unos casetes de audio con descripciones de
las torturas y más fotos polaroid donde aparecen otros hombres en similares
poses que Bryson inclusive algunos lucen
ya como cadáveres.
El posterior análisis de la bitácora de Berdella
reveló la mentalidad de un sujeto en constante necesidad de tomar el control de
sus víctimas. Estaban registrados con sumo detalle cada acto cometido y la
subsiguiente reacción. Hasta movimientos mínimos eran registrados, fuera en
conciencia o en desmayo.
Nuevas órdenes de registro fueron giradas tras los últimos hallazgos. Una
flota de forenses ocupo el lugar en busca de huellas dactilares y para empacar
toda clase de objetos que tenían lo que parecía ser sangre embarrada. Todas las
fotos y demás evidencia fueron catalogadas minuciosamente. Entre más escarbaban
el lugar mayor evidencia surgía que incriminaba a Berdella.
De suponerse una simple riña entre amantes varones, ahora parecía la policía
lidiar con un caso grande y grave. En otro closet de la casa se halló guardada
una columna vertebral humana, así como libros y extrañas máscaras que sugerían
la práctica de algún rito satánico. Más tarde Berdella
negaría que practicara tales artes de lo oculto. Las autoridades comenzaron a
interrogar a los vecinos acerca de Berdella.
Nadie aportó ningún dato revelador, pues todos consideraban a Bob
como un vecino amigable y hasta ejemplar. No faltaba algún chisme que circulara
en torno suyo pero nada concluyente. A final de cuentas resultó que Berdella si había sido investigado años atrás
por la desaparición de Howell y Ferris, recordemos que Stoops había sido el soplón
anteriormente. Aunque los oficiales tuvieron bajo vigilancia a Berdella, el caso se vino abajo por falta de
evidencias. Eventualmente Stoops también desaparecería a pesar de las
advertencias de que no se metiera más con Berdella,
quien por cierto era bien conocido en los círculos homosexuales y era
considerado bastante "peligroso..." aunque nadie dijo
realmente el porqué.
Las labores de reconocimiento continuaron en el hogar de Berdella donde los detectives se enfocaron en
el patio particularmente un sitio donde la tierra parecía haber sido removida
poco tiempo atrás. Cuando excavaron se halló un cráneo todavía con vértebras y
trozos de piel y cuero cabelludo. Inicialmente se pensó que el lugar podría
estar infestado de cuerpos como la casa de John Wayne Gacy, pero a pesar de las
numerosas excavaciones no se encontró nada. Ante la evidencia se estableció la
urgencia de identificar si los restos hallados en la propiedad correspondían a
los sujetos de que se describía en la bitácora de Berdella,
siendo así se podían ya levantar cargos formales de homicidio contra el
sospechoso. Para tal efecto los cráneos fueron llevados a la universidad de
Kansas para ser analizados con todo rigor por un equipo de estudiosos liderado
por el Dr. Finnegan. Tras los estudios se determinó que los restos
correspondían a hombres de entre 21 y 32 años de edad al tiempo de su muerte y
que no llevaban más de año y medio que habían fallecido. En cuanto a la causa
de muerte, esa permanecía desconocida siendo necesario contar con el resto del
cadáver para poder determinarla con precisión. Una sierra también fue
decomisada y estudiada acuciosamente. Resultó tener entre sus dientes
fragmentos de cabellos, hueso y sangre. Todo fue preservado para emplearse como
evidencia crítica en caso de llegar a juicio.
En un cuarto de la casa, con Luminol se detectó la presencia de sangre en
grandes cantidades por el suelo. Cuando se aplico el mismo tratamiento a
cubetas y recipientes hallados en el lugar dieron iguales resultados. Por
evidencia no paraban los forenses, pero el problema principal es que se carecía
de cadáveres.
De forma por demás asombrosa se llegó a la conclusión de que alrededor de 20
hombres figuraban en las fotos encontradas. Era muy complicado identificar a
cada uno. Al final quedó claro que de todos ellos muchos no estaban muertos,
inclusive se sabía que acaso disfrutaran el tratamiento sádico de Berdella. Muchos otros hombres habían estado
en la casa del sospechoso sin ser requeridos para favores sexuales. Era difícil
de creer pero Berdella de entre
todas sus posibles víctimas elegía solo a algunos para someterlos a la
esclavitud sexual. El primer cráneo resultó pertenecer a Larry Pearson y la
policía procedió a acusarlo de homicidio.
Berdella durante su juicio
En un
rápido movimiento Berdella se
declaró culpable de la muerte de Pearson. Usualmente hubiera sido al
contrario, pero el argumento detrás del audaz giro de su defensa fue evitar la
pena capital si se encontraba evidencia de varios crímenes en su contra. Así
por un solo asesinato y estableciendo ciertos atenuantes podían bajar de grado
la sentencia del juez. Después de la identificación positiva de los restos de Sheldon
el fiscal buscaba la pena de muerte, y esta vez la defensa ofreció un trato. Berdella realizaría una completa
confesión de todos sus crímenes a cambio de cadena perpetua. El trato fue
aceptado. La necesidad de conocerlo todo a detalle, en aras de las víctimas
pesó más que freír en la silla eléctrica a Berdella.
Comenzando el 13 de Diciembre y bajo juramento la declaración fue registrada y
duró cerca de 3 días, al final el documento llenaba más de 700 páginas. Después
de un corto juicio Berdella comenzó
a purgar su condena. La prensa aún perpleja por la increíble historia que
acababa de surgir no soltaba al homicida acusándolo una y otra vez de ser
satánico y asesino. En respuesta Berdella declaró
que era una persona normal y buena, muy a pesar de sus anteriores actos y para
demostrarlo constituyó un fondo para las familias de sus víctimas con una suma
inicial de 50,000 dólares.
Luego de
permanecer solo 4 años en prisión Berdella falleció
el 8 de Octubre de 1992 de "causas naturales" aunque
algunos sugieren que fue envenenado en prisión. Una de sus últimas quejas fue
que los guardias no le suministraban sus medicamentos para el corazón. Los
restos de todas sus víctimas nunca fueron encontrados, se piensa que aún
permanecen en el relleno sanitario donde descargaba el camión de la basura que
pasaba por Charlotte Street.
Bibliografía:
- Rites of Burial: The
Shocking True Crime Account of Robert Berdella, Tom Jackman y Troy Cole
- Mortal Evidence: The
Forensics behind Nine Shocking Cases, Cyril Wecht y Greg Saitz
- The Serial Killer Files,
Harold Schechter
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//28 de Septiembre, 2010 |
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por
jocharras a las 10:45, en
Hombres Asesinos |
Robert Pickton
Robert William “Willie” Pickton (nace el 24 de octubre
de 1949
en Port
Coquitlam, Columbia Británica, Canadá) es un asesino en serie canadiense
encontrado culpable el 9 de diciembre de 2007 por seis asesinatos
en segundo grado y sentenciado a cadena
perpetua sin posibilidad a libertad condicional por 25 años el 11 de
diciembre de 2007.
Robert Pickton
trabajaba como criador de cerdos.
Biografía
El 24 de octubre de 1949, Robert William Pickton nace en Port
Coquitlam, Columbia Británica, Canadá. No es hijo único ya que también cuenta
con la compañía de su hermano David
Francis Pickton.
El 5 de febrero de 2002, la policía entra en casa del granjero Pickton para hacer una inspección por armas de
fuego. También es revisada la casa del hermano de Pickton. El allanamiento es
llevado a cabo por un cuerpo de policía especializado que estaba investigando
sobre unos casos de mujeres desaparecidas en la zona y de los cuales Pickton
era el principal sospechoso según este cuerpo. Luego del allanamiento, el
cuerpo de policía de la Columbia Británica
cierra la granja
de Pickton
por irregularidades en la posesión de arma de fuego. Luego de esto, se levantan
cargos contra él por estos delitos y es absuelto aunque queda bajo la
supervisión policial.
Varios
días después, el viernes 22 de febrero de 2002, la policía arresta a Robert William Pickton
y lo acusa del asesinato en primer grado de dos mujeres: Sereena Abotsway y Mona Wilson. El 2 de abril de ese 2002
la policía lo acusa de tres asesinatos más; el de Jacqueline McDonell,
Diane Rock
y Heather
Bottomley. Un sexto cargo de asesinato
le es adherido el 9 de abril de 2002 por el crimen de Andrea Joesbury
seguido de la séptima acusación por el crimen de Brenda Wolfe. El 20 de
septiembre de 2002 la policía sigue adhiriendo cargos de asesinato
contra Pickton,
en este caso cuatro más, por los asesinatos de Georgina Papin, Patricia Johnson, Helen Hallmark
y Jennifer
Furminger. Cuatro más, por los asesinatos de Heather Chinnock, Tanya Holyk,
Sherry Irving
y de Inga Hall
le fueron adheridos el 3 de octubre de 2002 llegando a un total
de quince delitos por asesinato. Además, el 26 de mayo
de 2005
la policía lo acusa por el asesinato de doce mujeres más: por el de Cara Ellis, Andrea Borhaven, Debra Lynne Jones,
Marnie Frey,
Tiffany Drew,
Kerry Koski,
Sarah Devries,
Cynthia Feliks,
Angela Jardine,
Wendy Crawford,
Diana Melnick
y Jane Doe,
llegando a un total de 27 delitos de asesinato supuestamente cometidos por el granjero
Robert
William Pickton quien ya se perfilaba como el peor asesino en
serie de la historia canadiense.
Brenda Wolfe |
Andrea Joesbury |
Marnie Frey
| Las
excavaciones en la granja
de Pickton
siguen en noviembre de 2003 cuando ya el costo de la
investigación ascendía a 70 millones de dólares según el gobierno de la Columbia Británica. Luego de esto, la granja fue
embargada y todas las construcciones en ella fueron demolidas. Las
investigaciones forenses fueron muy dificultosas pues les fue muy difícil para
los forenses determinar de qué habían muerto las víctimas encontradas en la
granja de Pickton
debido al estado putrefacción de la carne humana que a su vez, era descompuesta
por insectos o en otros casos, eran comidos por los mismos cerdos de la granja. Esto
dio pie a otra polémica ya que se cree que muchos cerdos que Pickton
crió, crecieron comiendo carne humana, ya que también se cree que Pickton
en algunos casos los alimentaba con la carne de sus víctimas. Esto preocupó al
gobierno de la Columbia Británica
quién solicitó saber a quién eran vendidos esos cerdos. Luego se supo que esos
cerdos nunca fueron vendidos al mercado por Pickton, pero que muchos amigos
de éste o visitadores de la granja se habían llevado uno.
Juicio
El juicio
contra el granjero
Robert
William “Willie” Pickton comenzó el 30 de enero
de 2006.El
juicio fue localizado en la ciudad de New Westminster, Columbia Británica. Al comenzar
el juicio, la fase de voir dire tomó la mayor
parte del año 2006
determinando qué pruebas debería aceptar el jurado. Luego
de esto, se supo que los reporteros no podían revelar ningún tipo de evidencia
que se mostrara en el juicio.
El 2 de marzo
de 2006,
una de las 27 acusaciones de asesinato que pesaban sobre Pickton, es rechazada por el
juez Justice James Williams por
falta de pruebas.
El 9 de agosto
de 2006,
Justice Williams reduce la acusación
de 26 asesinatos a sólo seis considerando que investigar muerte por muerte,
llevaría a cabo mucho tiempo, quizá dos años y que podría ser que no se encontraran
pruebas suficientes como para condenar a Pickton por esas muertes. Por eso, el juez Justice James Williams consideró que
seis de esas acusaciones tenían "diferente material" como prueba
y que con eso "bastaba" como para llevar a cabo el juicio en un más corto
plazo.
El 12 de
diciembre de 2006
se terminó de seleccionar al jurado, eligiendo a doce miembros permanentes y dos
alternantes.
El juicio
por las seis muertes estaba previsto para empezar el 8 de enero
de 2007
pero fue finalmente postergado para comenzar el 22 de enero
de ese mismo 2007.
Finalmente,
ese 22 de enero
de 2007
fue el primer día de juicio contra el criador de cerdos Robert William Pickton acusado
por las muertes en primer grado de Marnie Frey, Sereena Abotsway, Georgina Papin, Andrea Joesbury, Brenda Wolfe
y Mona Wilson.
Además, ese día fue finalmente levantado el bloqueo contra la prensa y
finalmente los canadienses
pudieron conocer de qué se estaba acusando al granjero.
En el primer día, Derrill Prevett
acusó a Pickton
de los crímenes y presentó pruebas como un cráneo partido al medio, manos y
pies encontrados en la propiedad de Pickton. Los restos de otra víctima fueron
encontrados en una bolsa en el trailer donde vivía Pickton. Además se presentaron
pruebas como un revólver calibre 22 y un dildo, ambas cosas con el ADN
de Pickton
y de una de sus víctimas. Estos objetos fueron encontrados en un lavadero de la
granja.
El 20 de febrero
de 2007
se presentaron más cargos contra Pickton y evidencia. La policía presentó el
revólver calibre 22 que habían encontrado además de municiones, fotos de restos
humanos, una pistola Magnum, más municiones, anteojos de vista nocturna y muchas
cosas extrañas más.
El 9 de
diciembre de 2007
el jurado absolvió a Robert William Pickton de los cargos de seis asesinatos
en primer grado pero lo encontró culpable de seis asesinatos en segundo grado.
Estos delitos tienen una pena de cadena perpetua con libertad condicional
posible entre los 10 y 25 años de sentencia; pero todo dependiendo de lo que
decida el juez del caso. Finalmente el 11 de
diciembre de 2007,
Robert
William Pickton fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad a la libertad condicional
hasta que cumpla 25 años de sentencia. La máxima pena prevista para los delitos
de los que era acusado. Mientras leía la sentencia, el juez del caso Justice James Williams dijo "La conducta de Mr. Pickton fue asesina y reiterada. No
puedo conocer los detalles pero se esto: Lo que le sucedió a esas mujeres fue
absurdo y despreciable".
Aún hoy, Pickton
enfrenta cargos por 20 asesinatos más
Fuente: Wikipedia
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//31 de Julio, 2010 |
|
por
jocharras a las 12:31, en
Hombres Asesinos |
Robert Lee Yates un asesino en serie
La muerte de siete mujeres a finales del
verano de 1997 renovó los temores entre los ciudadanos, la posibilidad
de que el asesino de River Green actuara de nuevo volvió a ser
barajada. Pero todo era una especulación alimentada por la leyenda de
Gary Leon Ridway, en gran medida por el número de asesinatos y por el
hecho de que las víctimas también eran prostitutas. Pero solo era eso,
simple especulación, ya que el modus operandis estaba siendo
marcadamente diferente. De todos modos la policía consideró esa
posibilidad empujada por el hecho de que algunos asesinos en serie han
cambiado conscientemente su manera de actuar.
Los primeros indicios de que un asesino estaba operando en la parte
oriental de la ciudad de Washington, llegaron el 22 de febrero de 1990,
un jueves, sobre las 8:30 de la mañana cuando la División de homicidios
del Departamento de Policía de Spokane recibió una llamada donde se les
informaba de la existencia de un cuerpo desnudo de una joven mujer
negra que yacía en un embarcadero del Río de Spokane. Los
investigadores, al ver el cadáver dedujeron que la joven había recibido
varios impactos de bala, y que el tamaño de las heridas sugería que el
autor de los disparos utilizó una pistola de pequeño calibre. Ante la
falta de pruebas y después de una búsqueda exhaustiva concluyeron que
el asesino había limpiado concienzudamente la escena del crimen o que
el asesino había trasladado el cuerpo desde el lugar donde realmente
había sido asesinada.
Los únicos objetos que se encontraron cerca de la víctima fueron su
peluca, una manta verde igual que las utilizadas por los militares
americanos y una toalla blanca.
Algunos detalles no tardaron en hacerse públicos, la víctima fue
identificada como Yolanda SAPP, una joven de 26 años con un importante
historial de detenciones por prostitución y consumo de drogas. La
víctima fue vista por última vez dos días antes de la hora del
asesinato en el este de Sprague, una zona frecuentada por prostitutas y
proxenetas. La policía entrevistó a la gente más cercana y conocidos
determinando que la ropa, un monedero, un collar de plata, dos anillos
(uno de estos, alianza de boda) y los 9 brazaletes que de normal
llevaba desaparecieron de su cuerpo lo que hizo que al principio se
barajara la hipótesis del robo como posible causa.
como se llevaría a cabo con todas las víctimas, se tomaron muestras
de cabello y todo tipo de fibras durante la autopsia, así como un
examen oral, anal, vaginal y de frotis.
fotos de la victimas:
El 25 de marzo de 1990, apenas un mes más tarde, la policía de
Spokane recibió una nueva llamada, se había encontrado un cuerpo en la
parte Sur Oriental de Riverton. El informe decía que fue encontrado en
la carretera poco después de las 6 de la mañana. Esta vez la víctima
era una mujer de raza blanca y mostraba claros signos de haber sido
asesinada a balazos. Se la identificó como Nickie I. Lowe, de 34 años
de edad e igual que la primera víctima tenía antecedentes de
prostitución, consumo y tenencia de estupefacientes. Lowe fue vista por última vez un día antes en la zona oriental de
Sprague. Esta vez, en la autopsia se halló una bala del calibre 22
relativamente intacta.
Después de las primeras investigaciones no se pudo afirmar que los
dos asesinatos fueron cometidos por el mismo asesino y el caso no
avanzó demasiado durante las siguientes siete semanas durante las
cuales no se halló ninguna víctima más.
Pero la tranquilidad no duraría mucho, el martes 15 de mayo del
mismo año, a las 19:45, el Sheriff de Spokane respondió a una nueva
llamada, un cuerpo encontrado en las orillas del Río Spokane. La
víctima, mujer de raza blanca, y como las otras, su cuerpo yacía
desnudo y con heridas de bala, aunque parecía que había recibido varios
golpes con un objeto contundente. En la zona del crimen se recogieron
varios objetos personales, un par de zapatos, una bolsa de plástico
manchada de sangre, una colilla y muestras de vegetación. Pero, esta
vez, se encuentra una pista muy importante, unas huellas de neumáticos
que fueron fotografiadas cuidadosamente.
La última víctima fue identificada como Katheleen Brisbois, de 38
años. En la autopsia se concluyo que momentos antes de su muerte, como
las otras víctimas, había consumido cocaína. Los investigadores creían
que estaba prostituyéndose el día de su muerte.
Debido a las similitudes de las víctimas mortales, el hecho de que
una pistola de calibre pequeño se utilizase en todos los crímenes, y de
que todas las víctimas ejercían la prostitución dejaba pocas dudas a
los investigadores, estaban tratando con un asesino en serie.
El miedo empezó a recorrer las calles de Spokane y las preguntas empezaron a fluir entre la gente de la zona.
En mayo de 1992 el cuerpo de una mujer fue encontrado desnudo, una
bolsa de plástico cubría sus cabeza y varios de sus objetos personales
estaban tirados a su alrededor. Al no encontrarse sangre cerca los
policías dedujeron que había sido asesinada en otro lugar y luego
llevada a donde la encontraron. La chica de 19 años frecuentaba un
motel donde se ejercía la prostitución y ella tenía antecedentes por
este hecho, aunque no había ninguna constancia de que tomase ningún
tipo de drogas
Dos años más tarde
Dos años transcurrieron sin nada que añadir al caso, hasta que la
noticia de que había sido encontrada una cuarta víctima llegó a la
policía. Después de que el asesino en serie permaneciera en la
clandestinidad, éste volvió a actuar en Sponkane, el 13 de mayo de
1992, cuando un cuerpo desnudo de mujer de raza blanca fue hallado en
Hill Gulch Road, cerca de Spokane Park Drive. Junto a la víctima se
encontró ropa y varios de sus objetos personales, y una bolsa de
plástico cubría su cabeza. No había signos de violencia y en la zona no
hallaron rastros de sangre lo que indicaba que la víctima fue asesinada
en otro lugar y llevada al sitio donde fue encontrada. Igual que las
demás chicas, ésta murió también por heridas de bala. Al tomar sus
huellas se identificó a la víctima como Anne Sherry Palmer de 19 años.
La víctima más joven hasta la fecha.
Algunos testigos vieron por última vez a la señorita Palmer
saliendo de un motel, que dicho sea de paso, se utilizaba habitualmente
para las citas entre prostitutas y sus clientes. El seguimiento de su
caso desveló que Sherry Palmer se prostituía pero no tomaba ningún tipo
de estupefacientes
Pasaron más de tres años antes de la siguiente víctima del asesino
en serie de Spokane. Hasta ese momento los investigadores trataban de
atar cualquier cabo suelto que vinculara las víctimas a un sospechoso,
pero lamentablemente nadie fue detenido y los viejos fantasmas de que
el asesino del Río Verde podría estar atacando de nuevo volvieron a
rondar por el estado de Washington.
Fue un viernes, 25 de agosto de 1995, cuando el cuerpo desnudo de
una mujer de 60 años fue hallado en las proximidades de Peacock Hill
Road en el Condado de Kitsap. El Sheriff del lugar, Ron Trogdon acudió
al lugar y pudo observar que el cuerpo estaba parcialmente cubierto por
hojas de árbol que habían sido llevadas hasta allí desde un lugar
distinto. En la escena del crimen Trogdon, encuentra un rulo para el
pelo y poco más. Sin embargo, cuando ya estaba desanimado, a unos
metros de allí, observó un segundo montón de hojas de árbol de las
mismas características, se acercó y encontró dos bolsas de plástico que
contenían rulos de pelo iguales a los de la víctima, también encontró
sangre.
La mujer fue identificada como Patricia L. Barnes, vista con vida
tres días antes en Seattle. Barnes no tenía ningún vínculo con la
prostitución ni con las drogas como las anteriores víctimas pero
durante la autopsia se encontró una alta concentración de alcohol en su
sangre. Aunque las características de esta última víctima no eran iguales
a las anteriores, se mantenía el modus operandi del asesino en serie de
Spokane.
Más Cuerpos
El horror y el pánico que se había sembrado en la parte oriental de
la ciudad de Washington en Spokane reapareció diez meses después del
caso del Condado de Kitsap. El viernes, 14 de junio de 1996, el cuerpo
descompuesto de Shannon R. Zielinski de 39 años fue hallado cerca de
Mt. Sponkane Park Drive y Holcomb Road en Spokane. A diferencia de las
anteriores víctimas, ésta apareció vestida. La identificación tuvo que
realizarse tras analizar sus huellas digitales. Al igual que los otros
asesinatos, había poca sangre, y ningún rastro de violencia ni objetos
en la escena del crimen.
Una vez más, nuestro amiguito eligió una víctima con antecedentes
de prostitución y se sabía que consumía drogas, aunque debido al
avanzado estado de descomposición en que se encontraba el cuerpo fue
imposible determinar si Zielinski había consumido cocaína o heroína
momentos antes de su muerte.
Más de un año después de la muerte de Shannon’s Zielinski, el
martes 26 de agosto de 1997 se encontraron dos cuerpos más. El primero
que fue encontrado fue el de Hather L. Hernándes, de 20 años, una
conocida prostituta de la zona. Su cuerpo semidesnudo fue encontrado en
avanzado estado de descomposición. No se encontró ningún objeto ni
identificación y su muerte también fue causada por bala.
El otro cuerpo encontrado ese mismo día fue el de una mujer de
origen asiático, tenía tan solo 16 años y se llamaba Jennifer Joseph.
En la escena del crimen los investigadores recuperaron varios objetos
que pertenecían a la víctima. Al igual que los demás asesinatos éste
tampoco se perpetuó en el lugar donde se encontró el cuerpo y la causa
se repetía de nuevo: múltiples heridas de bala.
El detective Grabenstein encontró una testigo, una prostituta
trabajaba a menudo con la víctima, fue la última persona que la vio con
vida y declaró que vio a Joseph subir a un Corvette blanco con un
hombre de unos 40 años. La declaración de la prostituta fue clave para
relacionar a las víctimas con un sospechoso.
En el 97, la policía detuvo a Robert Lee Yates pero tuvieron que
soltarlo más tarde al no poder relacionarlo con ninguno de los
asesinatos, ya que el modelo que describió la prostituta estaba mal
escrito.
Sorprendentemente ese mismo año se halló otro cuerpo, semienterrado
y desnudo, de nuevo otra chica relacionada con la prostitución y las
drogas que había caído en las garras de éste psicópata.
Un mes más tarde, otra mujer, su cuerpo fue encontrado cubierto por un arbusto y bolsas de plástico cubrían su cabeza.
Víspera de Navidad, otro cuerpo, como siempre de una prostituta y
de ese modo fueron apareciendo cuerpos de mujeres a cuentagotas, las
víctimas de Robert Lee Yates aparecían poco a poco pero sin cesar.
En el 98 uno de los policías que detuvieron a Yates se lo vuelve a
encontrar en una zona frecuentada por prostitutas. Ante el
interrogatorio, Yates contesta que el padre de una de las chicas lo
envía para que se la lleve a casa y la joven afirma que lo conoce, por
lo que el policía poco puede hacer.
Cuando ya parecía que el asesino en serie iba a salirse con la
suya, los investigadores se encontraron con un archivo que no estaba
relacionado con el caso y en el que una prostituta describía un ataque
sufrido. En el se describía como un cliente contrató sus servicios y
cuando estuvo con ella le propinó un golpe en la cabeza que la dejó
tendida en el suelo. Por suerte pudo escapar y describir los hechos a
la policía. También comentó que mientras le había practicado sexo oral,
no había conseguido que el hombre tuviese una erección.
Los agentes relacionaron esta declaración al perfil del típico
psicópata y posible asesino en serie y seguros de que Yates era el
autor de los asesinatos decidieron ir a su casa para retenerlo y
hacerle algunas preguntas. Entre otras cosas le pidieron una muestra de
sangre a la que Robert Lee Yates se nego a dar, por lo que la policía
encontró por fin un pretexto para poder retenerlo y presionarlo. Fue
así como acabó juzgado y condenado a cadena perpetua, y consiguió
evitar la pena de muerte gracias a que acabó confesando sus crímenes.
Pero un año más tarde se le juzgo por dos asesinatos más y esta vez sí
acabó de lleno en el corredor de la muerte. Yates fue ejecutado por
inyección letal.
La historia de Robert Lee Yates desvela que fue un asesino en
ráfaga, una subcategoría única de asesino en serie, un psicópata
totalmente integrado en la sociedad.
Yates fue guardián de la prisión de Wala Wala en Washington. Se
afilió al ejercito llegando a participar en la famosa operación llamada
“Tormenta del Desierto” por la que fue condecorado por ello. Al
regresar a Washington, entró a la Guardia Nacional.
Una de sus mayores aficiones fue pilotar helicópteros. Casado y
con hijos hasta el momento fue un padre de familia y ciudadano
ejemplar. Hasta que algo cambió en él.
Nadie sabe cuales son los motivos por los cuales una mente cambia.
Lo que si sabemos es que el 90% de los asesinos en serie son
psicópatas, aunque los entendidos no se ponen de acuerdo sobre el
origen de la psicopatía. Muchos investigadores creen que existe alguna
anomalía genética o biológica o que su problema sale a la luz en las
primeras etapas de la infancia. Pero, ¿Qué ocurrió en la mente de
Robert Lee Yates?
fuente:http://www.pasarmiedo.com/robert_lee_yates.php
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