Michel Fourniret y Monique Olivier
Michel Fourniret y su mujer, Monique Olivier,
fueron condenados el miércoles 28 de mayo de 2005 a cadena perpetua por uno de
los peores casos de homicidios en serie en Francia.
El condenado, de 66 años, conocido como el 'Ogro de las Ardenas', admitió haber
raptado y matado a siete mujeres entre 1987 y 2001. El tribunal de Charleville-Mézières condenó a su mujer por complicidad.
Según la sentencia, Michel tendrá de cumplir la totalidad de la
condena y su mujer, al menos 28 años.
Las siete víctimas, de entre 12 y 22 años de edad,
fueron violadas y luego apuñaladas, estranguladas o matadas a tiros.
El método era siempre el mismo. Fourniret seleccionaba a su
víctima mientras conducía y luego paraba para preguntarle indicaciones. Durante
la conversación la persuadía a que entrara en el coche. Su mujer iba a su lado
en el vehículo y le ayudaba a convencer a las víctimas.
El hombre fue detenido en 2003 en Bélgica después de intentar raptar a
una niña de 13 años que consiguió escapar.
Marie-Jeanne
Laville, la madre de una de las víctimas, Isabelle,
de 17 años, violada y asesinada en 1987, se ha declarado satisfecha con la
sentencia. "Ahora puedo volver a respirar",
dijo a la agencia de noticias France-Presse.
Fourniret, que se ha descrito como "una
persona muy peligrosa", ha dicho que no recurrirá la sentencia.
"El ogro de las
Ardenas" no quería cruzarse con los familiares de sus
supuestas víctimas y se negó a asistir a la sala de vistas durante el juicio en
el que le acusan de matar a siete mujeres y niñas, pero le han obligado a ir.
En su primer día de juicio, que comenzó en marzo en Charleville- Mezieres (Francia),
el fiscal le explicó que tendrá que ir todos los días al juicio o lo llevarán
por la fuerza, "no podrá
manipular a nadie nunca más", explicó, "represento a la sociedad y la sociedad no estará sujeta a
sus caprichos y su estado de ánimo. Se acabó esta intolerable indecencia",
añadió el fiscal. Por su parte, el presunto asesino mostró un papel en el que
ponía "mis labios están sellados si no se celebra
la vista a puerta cerrada", cuando le preguntaron su
nombre.
Michel Fourniret, de 65 años, se
declaró culpable de los siete crímenes cometidos entre 1987 y 2003 en la región
de las Ardenas en Francia y Bélgica. En una carta que le remitió al juez se definió a sí mismo
como "una mala persona que carece de sentimientos
humanos", según recoge la BBC.
Le detuvieron en Bélgica en 2003 después de que intentara secuestrar a una niña de
13 años. La menor dijo que el presunto asesino en serie había alardeado de ser
peor que el pederasta belga Marc Dutroux.
Tras la detención, su mujer, Monique Olivier, de 59 años, empezó a relatar
sus supuestas fechorías tal vez asustada por la situación de Michelle Martin, ex mujer Dutroux, que fue condenada en junio de
2004 a treinta años de cárcel como cómplice de las torturas y asesinatos
cometidos por su marido.
Un año después de su detención, el propio Fourniret
confesó los crímenes. En 2006 llevó a la policía hasta el pozo donde estaba el
cadáver de Isabelle
Laville. También le acusan de haber matado a otras dos jóvenes de 19
y 20 años, por las que será juzgado posteriormente, ya que Fourniret ha negado estos
cargos.
El ogro
se instala en Bélgica
El francés Michel Fourniret
se fue a vivir Bélgica en los años
80 tras cumplir una pena de cárcel por voyeurismo y un delito de agresiones. Al
parecer, le robó el dinero a un delincuente al que conoció en prisión y se
compró un castillo en las Ardenas y
una casa en Bélgica. Se había casado
con Monique
Olivier que trabajaba como voluntaria en la cárcel. Según los
investigadores, Monique
accedió a facilitarle a una virgen a cambio de que Fourniret asesinara a su primer
marido. (Dicen que existen cartas de la pareja que demuestran la existencia de
ese pacto.)
Michel
Fourniret y su esposa y cómplice Monique Olivier


Al parecer, la pareja se acercaba en coche a niñas y
adolescentes, preguntando por alguna dirección, y después las convencían para
llevarlas en el coche, contando con la confianza que daba a las víctimas la
presencia de una mujer madura. La primera imagen pública de
Monique era la de
una esposa sometida a la voluntad de un marido dominante y agresivo, un
pederasta asesino, un ogro. De hecho, el propio
Fourniret intentó contribuir con
esta idea explicando que le pegaba y estaba manipulada por él. Pero poco a
poco, según avanzaban las investigaciones y se conocían datos como que Monique
le metía supuestamente un dedo en la vagina a las víctimas para comprobar si
seguían siendo vírgenes o la existencia del pacto criminal, esta imagen se fue
tornando perversa y se convirtió en una auténtica ogresa. Ella será juzgada
posteriormente por secuestro y complicidad para matar.
Las víctimas
Isabelle
Laville, 17 años. Violada y secuestrada en Auxerre, Francia, en 1987. Su cuerpo apareció en 2006.
Fabienne
Leroy, 20 años. Violada y secuestrada en Chalons- en- Champagne, Francia, en 1988. Su cuerpo apareció un
día después de su desaparición.
Jeanne Marie
Desramault, 22 años. Violada en Charleville- Mezieres, Francia,
en 1989. Su cuerpo apareció en 2004.
Elisabeth
Brichet, 12 años. Secuestrada en Namur, Bélgica, en 1989.
Su cuerpo en 2004 en los terrenos de Fourniret.
Natacha
Danais, 13 años. Secuestrada en Nantes, Francia, en
1990. Su cuerpo apareció tres días después de su desaparición.
Celine
Saison, 18 años. Secuestrada en Charleville- Mezieres, Francia,
en 2000. Su cuerpo apareció tres meses después de su desaparición en Bélgica.
Mananya
Thumphong, 13 años. Violada y secuestrada en Sedan, Francia, en 2001. Su cuerpo apareció en Bélgica en 2002.
FUENTES: http://www.elmundo.es/