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Este Blog, no es de carácter científico, pero si busca seriedad en el desarrollo de los temas.
Está totalmente dirigido a los amantes del género. Espero que todos aquellos interesados en el tema del asesinato serial encuentren lo que buscan en este blog, el mismo se ha hecho con fines únicamente de conocimiento y desarrollo del tema, y no existe ninguna otra animosidad al respecto.
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Jorge Omar Charras
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//20 de Noviembre, 2010 |
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por
jocharras a las 11:40, en
Hombres Asesinos |
DENNIS ANDREW NILSEN
"Temía
despertarlo por miedo a que me abandonase. Temblando de miedo le
estrangulé. El se debatía, y cuando estuvo muerto volví a llevar su
joven cuerpo a la cama conmigo y fue el principio del fin de la vida que
yo había conocido. Había empezado a recorrer la avenida de la muerte y a
poseer un... Ver mas
"Temía
despertarlo por miedo a que me abandonase. Temblando de miedo le
estrangulé. El se debatía, y cuando estuvo muerto volví a llevar su
joven cuerpo a la cama conmigo y fue el principio del fin de la vida que
yo había conocido. Había empezado a recorrer la avenida de la muerte y a
poseer un nuevo tipo de compañero de piso."
El caso de Dennis Andrew Nilsen es increíble. Pues fue un hombre tan
atormentado por la soledad que asesinaba a sus diferentes amantes por
temor al abandono.
El 3 de febrero de 1983, en el número 23 de Cranley Gardens, al norte de
Londres, los ocupantes descubren que sus lavabos están atascados por
enésima vez. Otras averías similares ya habían derrotado con
anterioridad a un fontanero local, y ese día llamaron al fontanero de
una compañía privada para que les ayudase en la tarea.
Lo primero que hizo el fontanero fue inspeccionar la fosa séptica que
había junto a la casa, diciendo que en toda su vida profesional nunca
había olido una pestilencia tan increíble como la que salía de allí. Al
dirigir su linterna hacia el fondo del agujero de tres metros, se llevó
la desagradable sorpresa de ver una capa de un líquido blanquecino
viscoso salpicado por unas manchas de algo que parecía sangre. Al bajar
al agujero descubrió trozos de carne putrefacta, algunos de ellos con
pelo adherido a la piel. Inmediatamente se avisó a la policía, quien
realizó una inspección de la fosa al día siguiente y encontró más
fragmentos de carne y huesos, identificados rápidamente como humanos.
Entre los residentes se encontraba Dennis A. Nilsen, de 37 años. Dennis
era un hombre alto, delgado, con los hombros ligeramente inclinados
hacia adelante y pelo castaño. Tenía una actitud franca y directa, una
gran inteligencia y mirada fija y penetrante. Cuando regresó del trabajo
a su casa, la tarde del miércoles 8 de febrero, fue recibido por tres
detectives de la policía, expresó cierta sorpresa por el hecho que la
policía se interesara por algo tan insignificante como un drenaje
atascado. Cuando los agentes le hablaron de los restos hallados exclamó
horrorizado: "¡Dios mío, qué espanto!".
Uno de los inspectores se dejó llevar por su experiencia e intuición y,
desconfiando replicó rápidamente diciéndole que no les hiciese perder el
tiempo en pesquisas y que les mostrase el resto del cadáver. Para gran
sorpresa del inspector, la respuesta de Dennis fue: "Dentro de dos
bolsas de plástico en el armario. Venga, se lo enseñaré". Atónitos, le
preguntaron si se trataba de un cadáver o dos, a lo que respondió,
encogiéndose de hombros con resignación, que era una larga historia y
que prefería contarlo en un lugar más tranquilo, en la comisaría por
ejemplo, puesto que era un alivio el poder desahogarse.
Mientras era conducido a la comisaría de policía, confesó que ya
imaginaba que iba a ser detenido al llegar a casa, pero que decidió
resignarse a esa suerte porque "era inevitable". Ni siquiera se tomó la
molestia de deshacerse de los restos humanos que quedaban en su
apartamento, pues eran las evidencias para demostrar que no mentía.
También reconoció haber pensado en el suicidio al principio, pero pronto
desechó la idea porque si moría nunca se sabría lo que había hecho.
Su aparente autocontrol y frialdad mientras confesaba desconcertó a los
agentes, quienes pensaron estar ante un verdadero psicópata sin
escrúpulos, pero Dennis, al estar consciente de ello, les explicó que
sólo permanecía imparcial para que su testimonio fuese lo más objetivo
posible para ellos, pues si daba rienda suelta a sus sentimientos de
arrepentimiento y a su angustia interior, le costaría muchísimo guardar
la calma: "Nadie debe verme llorar por las víctimas, eso forma parte de
mi dolor personal".
Toda su declaración fue fría y pausada alegó que su arrepentimiento
estaba por dentro. El 11 de febrero comenzó un interrogatorio fuera de
lo común que duró once días. El asesino en serie más prolífico de la
Gran Bretaña dictaría más de 30 horas de confesión muy detallada sobre
los distintos crímenes, ayudando a la policía tanto como le fue posible
con detalles y descripciones para que los investigadores pudiesen
identificar a las víctimas. Apenas tuvieron que interrogarle, pues él
mismo había trabajado como policía en período de pruebas y sabía de
sobra cómo se desarrollaba un interrogatorio. Comenzó diciendo que tenía
un cargo de conciencia demasiado grande y posteriormente detalló toda
su historia como criminal, no sin antes advertirles que una
investigación concienzuda de su vida y obras podría producirles
angustia.
Confesó que había un total de 15 o 16 cuerpos que él mismo había
asesinado desde 1978: tres en Cranley Gardens y unos trece en su
dirección anterior de la Avenida Melrose, en Cricklewood. Además,
explicó que había intentado asesinar a otros siete jóvenes, pero no lo
consiguió porque las víctimas lograron escapar y de otras se arrepintió.
Melrose 195, la residencia donde cometió sus crímenes. Dennis se
mostraba profundamente arrepentido de sus hechos, e incluso agradeció
numerosas veces a los policías que lo habían detenido: "Ahora me siento
culpable, merecedor de castigo. Estoy convencido de que merezco toda la
pena a la que un tribunal pueda condenarme. Es un alivio que me hayan
detenido, porque si lo hubiesen hecho a los sesenta y cinco años, podría
tener a mis espaldas cientos de cadáveres".
El asesino dijo que los jóvenes que había matado eran casi todos de
ambientes marginales o vagabundos sin domicilio fijo que deambulaban por
las calles de Londres sin que nadie les prestase mucha atención, por
eso sus desapariciones no fueron denunciadas y nadie echó de menos su
ausencia. Al preguntarle por el móvil que le había incitado a cometer
esos crímenes, Dennis dijo que lo había hecho por miedo a la soledad,
que no quería que algo tan agradable como es el amor, fuese algo
esporádico de una noche, que necesitaba a sus amantes: "En ninguno de
los casos estoy consciente de sentir odio hacia ninguna de las
víctimas... recuerdo que salía en busca de compañía y amistad, pero
nunca pensaba en la muerte, el asesinato o hechos pasados. Vivía
únicamente para aquel momento y para el futuro. Invité algunas personas a
casa y otras se invitaron solas, aunque el sexo siempre estaba en un
segundo orden. Sólo deseaba una relación cálida, buscaba alguien con
quién poder hablar, aunque es una sensación muy agradable y relajante
tener a alguien en la cama a tu lado durante toda la noche. Después de
matarlos, experimentaba un sentimiento doloroso de desesperación y una
sensación de vacío. Aunque sabía que el cuerpo estaba muerto, pensaba
que la personalidad estaba todavía dentro de él, consciente y atenta a
mis palabras. Trataba de conseguir desesperadamente una relación que
nunca estuvo a mi alcance".
Al registrar la vivienda, los agentes hallaron los demás cadáveres
descuartizados tal y como Dennis les había indicado: tras decapitar los
cuerpos sin vida, hervía las cabezas a fuego lento mientras escuchaba
música clásica con unos audífonos. Luego, troceaba el resto de los
cuerpos y tras meterlos en bolsas de plástico las guardaba en el
armario. En efecto, dentro del armario hallaron dos grandes bolsas que
contenían otras más pequeñas con brazos, piernas, tórax, torsos sin
cabezas y, más desagradable, un corazón, pulmones, riñones e intestinos.
Con su testimonio y los restos de las víctimas los agentes tenían
pruebas suficientes como para acusarlo, y le recomendaron la defensa de
un abogado. Nilsen rechazó toda defensa legal en un principio,
considerando que era capaz de defenderse solo, pero finalmente los
mismos agentes le consiguieron un representante para el juicio. Su
primer abogado le aconsejó declararse culpable, pero cuando su caso
llegó al Tribunal de Old Bailey, ya había cambiado de letrado. Este le
había dicho que cambiase su primera alegación por la de "responsabilidad
disminuida" debida a un trastorno mental.
Dennis "amaba" a sus víctimas, se enamoraba de ellas. Ese fue el motivo
que le llevó al asesinato. No estaba consciente de las muertes, según
mostró en las confesiones o los poemas que escribía a los cadáveres: Una
de sus víctimas descuartizadas dentro de una bolsa. "Le puse al joven
los calzoncillos, la camiseta y los calcetines y volví a taparlo. Me
bañé, me metí en la cama con él, lo acurruqué contra mí abrazándolo y
empecé a explorar su cuerpo por debajo de las sábanas; entonces me di
cuenta de que su cuerpo estaba frío y mi erección desapareció
automáticamente, al día siguiente lo coloqué en el suelo de la cocina y
decidí descuartizarlo, pero me resultaba imposible hacer nada que
pudiera estropear aquel cuerpo maravilloso".
"Aquí, en el umbral de la abundancia, nada hay ahora. Sólo tú en mis
brazos, más unas figuras sombrías que se acercan con algunas
formalidades para hacerte entrar en su "sistema", y yo. Pienso en tu
vida solitaria. Pronto será mañana y se meterán en nuestros asuntos La
intimidad no tiene fronteras que no puedan ser franqueadas en nombre de
la ley". El mismo Dennis llegó a su propia conclusión, que explicó al
jurado: "Puede ser que cuando mataba a aquellos hombres me matase a mí
mismo, pues me quedaba de pie muy apenado y sumido en una profunda
tristeza, como si acabase de morir un ser muy querido".
Finalmente, todos los miembros del jurado estuvieron de acuerdo en
declarar a Dennis Andrew Nilsen culpable de la muerte de seis personas y
dos tentativas de asesinato, por lo que el juez le condenó a cadena
perpetua, como mínimo 25 años de condena.
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//05 de Octubre, 2010 |
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por
jocharras a las 22:29, en
Hombres Asesinos |
Historia de Dennis Nilsen
Dennis Nilsen el día de su detención
He aquí la historia de otro notable asesino de
homosexuales, el equivalente escocés de Jeffrey
Dahmer que se llama Dennis Andrew Nilsen, nacido en la
ciudad de Strichen, Aberdeenshire en Escocia el 23 de
Noviembre de 1945 de padre Noruego (alcohólico)
y madre escosesa. El matrimonio de Olav Nilsen y de
Betty Whyte duró 7 años plagados de
sinsabores por la beberecua del esposo aunado a sus
constantes ausencias. Habían otras dos hermanas
y Dennis quienes desde siempre vivieron en la casa de
los abuelos dado que el papa jamás produjo
algún patrimonio propio. Así que tras el
divorcio, todo continuó más o menos igual
que siempre.
Olaf Nilsen y Betty Whyte, padres de Dennis Nilsen
Pocos años después, cuando Dennis contaba
apenas con 6, falleció su querido abuelo, Andrew
Whyte. Sin embargo por su corta edad no fue informado
de los acontecimientos y su madre, quien por cierto era
una fanática religiosa, lo condujo directamente
a ver el cadáver del abuelo. Aquella
visión le produjo una profunda impresión
y una sensación de gran vacío emocional.
Luego esta la anécdota de que a los 8
años, nadando en la playa se iba a ahogar y fue
rescatado por un chico quien supuestamente se
excitó sexualmente al ver a Nilsen postrado en
el suelo y se masturbó. Al despertar este
encontró una sustancia blanca en su estomago.
Bleep, el carismático perro de Dennis Nilsen
El caso de Nilsen no cuadra con las de otros famosos
asesinos seriales que durante la infancia exhiben la
típica 'triada fatídica' es decir,
piromanía, crueldad hacia los animales y
enuremia. De hecho Dennis se horrorizaba de las
crueldades cometidas por otras personas. Su infancia
puede ser descrita como pacífica. Unicamente
permanecía el hecho de sentirse distante y fuera
de lugar desde la muerte de su abuelo, acontecimiento
que por muchos años le resultaría
incomprensible. Inclusive guardaba buenos sentimientos
pues una vez participó en la búsqueda de
un hombre del lugar que desapareció. Le
tocó encontrarlo junto con un amigo suyo, aquel
sujeto había fallecido ahogado en el río
después de una noche de copas. La lividez del
cadáver reforzó la fuerte
impresión que ya traía con lo de su
abuelo.
Dennis Nilsen de cocinero en la armada inglesa
Desde su juventud Nilsen tuvo muy clara su preferencia
homosexual. En una ocasión quedó admirado
al ver la parcial desnudez de uno de sus hermanos
mientras dormía y quiso aprovechar la
oportunidad de explorar pero descartó
inmediatamente la idea. En el año de 1961 se
alista en la armada británica, donde se
desempeña como cocinero ejerciendo donde era
enviado como la ciudad de Berlín y Chipre. Los
dormitorios para soldados eran poco espaciosos y
carentes de mucho espacio individual. A pesar de ello
Nilsen encontró la manera de fantasear
sexualmente al colocar a un lado de su camastro un
espejo. Dada la disposición del mobiliario
únicamente veía reflejado el torso de su
cuerpo. Entonces se miraba asimismo como un
cadáver, alimentando de ese modo sus torcidas
concepciones eróticas. Que como sabemos, en el
caso de los asesinos seriales adquieren una
abstracción y profundidad completamente
desconocidas y aberrantes para la gente común y
corriente. Finalmente deja la armada en el año
de 1972 para trabajar temporalmente como oficial de
vigilancia, empleo en el que no dura gran cosa. Su
empleo definitivo lo desarrolló hasta el
día de su arresto como empleado en una agencia
de empleos. Curiosamente también trabajaba en
una suerte de mutual para gente empleada de escasos
recursos.
Uno de los dibujos llamados 'sad sketches' donde Nilsen
describió como veía a las victimas.
Dennis Nilsen fue virgen hasta entrada su juventud, era
en gran medida inocentón e inexperto. Durante
muchos años tuvo relaciones temporales y
superficiales con otros hombres, que como quien dice
'no veían claro' y desaparecían. Todo
mundo fue incapaz de franquear la profunda soledad del
homosexual Nilsen quien por su parte deseaba
desesperadamente a ese alguien que no pusiera peros a
nada, que no se fuera nunca, es decir, la
compañía de un cadáver.
Estas eran las piernas de Stephen Sinclair
En el año de 1978 cuando Nilsen tenía 33
años, había conocido a un sujeto en un
pub de la ciudad. Invitó al hombre a su casa en
Melrose Avenue para seguir tomando y eventualmente se
metieron a la cama a hacer sus cositas. Según
cuenta el asesino al amanecer se despertó y supo
que estaba por llegar la hora en que su amante de
ocasión iba a retirarse. Volteó a verlo y
yacía dormido a su lado. La escena
provocó la excitación sexual en Nilsen
que comenzó a sudar y sentir fuertes
palpitaciones. Había al lado de la cama el bulto
de la ropa que ambos se habían quitado. De
ahí tomo la corbata del sujeto, la deslizo por
su cuello y comenzó a estrangularlo con todas
sus fuerzas. De inmediato el muchacho comenzó a
luchar por su vida, cayeron ambos en un fuerte
forcejeo, pero Nilsen no estaba dispuesto a soltarlo y
apretó aun más la corbata. La victima
como pudo empujando con los pies alcanzo a ponerse de
pie frente Nilsen quien estaba contra la pared, pero
acto seguido se desvaneció. Dennis sabía
que no había muerto por lo que salio corriendo a
la cocina por una cubeta de plástico llena de
agua. Colocó al sujeto en unas sillas y
sumergió la cabeza hasta que pasaron unos
minutos en que dejaron de salir burbujas del agua. Acto
seguido sentó el cadáver en una silla
para observar como rodaban las gotas de agua por el
cabello del sujeto. Había perpetrado así
su primer asesinato de una cadena de varios y ni
siquiera recordaba el nombre del pobre hombre.
En estas poses terminaban los cadáveres para
deleite sexual de Nilsen
Lo que sucedió a continuación fue la
representación máxima de la pervertida y
torcida mente de Nilsen y que a la postre sería
el ritual que numerosas veces pondría en
práctica con los hombres que tenían la
desgracia de cruzarse por su camino. La mayoría
de ellos estudiantes o indigentes a quienes
conocía en las calles o en bares de
homosexuales. Los invitaba a su casa para seguir
tomando o simplemente para hacerse
compañía. Dormían juntos y a media
noche Nilsen despertaba para ahorcarlos y ahogarlos en
agua; a la mañana siguiente difícilmente
podía recordar los acontecimientos exactos,
según sus palabras entraba en una especie de
transe o sopor en que perdía el control de sus
actos.
Casa de Nilsen en Melrose Avenue, donde segó la
vida de 12 hombres
Regresando a la narración al amanecer del
día de su primer crimen, Nilsen se dio cuenta
que había comenzado 'el final de su vida' tal
como la conocía. Se preparó una taza de
café y fumo varios cigarros ponderando la
situación. Tomó una toalla con la que
tapó la ventana de su cuarto. Cargó el
cadáver y lo depositó en la tina del
baño. Procedió a limpiarlo y a lavar su
cabello. Con mucho trabajo lo sacó de ahí
y lo secó cuidadosamente, después lo puso
en su cama. Esta vez su amigo, no se iría
jamás de su lado. Cualquier otra persona se
impresionaría ante la vista de un
cadáver, pero a el le parecía hermoso. En
ese momento no sabía porque lo había
matado, simplemente quería 'que no se fuera' de
su lado aquella persona. Había pasado la navidad
en soledad y no deseaba lo mismo para año nuevo.
Entonces se puso a pensar que hacer con el cuerpo, para
tal efecto salio a comprar un cuchillo eléctrico
y un bote grande, pero vio que era muy difícil
disponer asi del cuerpo. Se le ocurrió entonces
tener sexo con el cadáver aunque de primer
momento no alcanzó la excitación sexual
de horas antes así que lo botó fuera de
la cama hasta que al día siguiente tomó
la decisión definitiva.
Debajo de estas tablas Nilsen guardó los cuerpos
de sus victimas
Quitó parte del entarimado del suelo de su
cuarto y trató de introducir el cuerpo
ahí debajo. Sin embargo el rigor mortis
lo había puesto inmanejable. Tuvo que batallar
mucho antes de poder introducirlo en aquella burda
tumba en el suelo de su casa. Después de una
semana, Nilsen sintió curiosidad y
removió la alfombra y las tablas del suelo para
ver el cadáver. Este lucía muy sucio
entonces lo llevó al baño para darle una
buena limpieza. Con la misma agua Nilsen mismo
tomó su propio baño. Esta vez estaba
excitadísimo con el cadáver así
que se masturbó en el estomago del mismo. Tuvo
el cuerpo debajo del suelo por 7 meses hasta que un
día tomó los restos y los quemó en
una fogata que hizo en el jardín de su casa.
Para enmascarar el olor, quemó también
hule y plásticos. Inclusive unos niños
del vecindario se acercaron a ver la gran fogata al
punto que Nilsen les pidió que tuvieran cuidado
y se alejaran de las llamas. Al terminar la
operación Nilsen quedó sorprendido de
todo este asunto, hasta donde había llegado y
pensó que jamás volvería a suceder
algo así. Pero estaba equivocado.
En este desordenado patio Nilsen hacía sus
fogatas para eliminar restos humanos
Lista de víctimas:
- El primer asesinato fue el del joven Stephen
Dean Holmes de 14 años ocurrido el 30 de
Diciembre de 1978 y que acabamos de narrar. La
identificación ocurrió hasta hace poco,
el 12 de Enero del 2006. Holmes regresaba de un
concierto la noche que conoció a Nilsen, quien
finalmente confesó el crimen el 9 de Noviembre
de 2006.
- El 3 de Diciembre de 1979 el joven canadiense
Kenneth Ockendon es estrangulado a media copula
sexual con Nilsen. Al parecer es la única
víctima sobre quien se denunció su
desaparición.
- En Mayo de 1980 Martyn Duffey aceptó
la invitación de Nilsen a pasar a su casa. Era
un vagabundo originario de Birkenhead y murió
estrangulado y ahogado en el fregadero de la cocina de
Nilsen.
- No esta precisa la fecha de la muerte de Billy
Sutherland, un prostituto de Escocia a quienes los
forenses determinaron que murió estrangulado a
mano limpia. Nilsen no pudo recordar que fue lo que
ocurrió entre el y esta víctima.
- De la quinta víctima se sabe
únicamente que era de origen filipino o
tailandés y que con mucha probabilidad
también era prostituto. Hasta la fecha permanece
no identificado.
- La sexta víctima permanece desconocida,
Nilsen recuerda muy poco, que el sujeto era un joven
irlandés que conoció en un bar.
- La séptima víctima fue descrita por
Nilsen ser de tipo hippie y que lo encontró en
el poyo de una puerta por la avenida de su casa.
- Respecto a la octava víctima, se sabe de
ella solamente por los restos hallados, puesto que
Nilsen en una de sus usuales lagunas mentales, no se
acuerda de nada.
- La víctima nueve es descrita como un joven
irlandés que conoció en un pub del Soho.
- La décima victima es descrita en similares
términos a la novena, un jovencillo
irlandés recogido en un bar.
- Nilsen describe a su onceava víctima como un
Skinhead que conoció en un bar y que no dejaba
de alardear de lo peleonero y fuerte que era.
Tenía un tatuaje en el cuello que decía
'cortar aquí...' sin embargo una vez bajo el
influjo del alcohol no pudo luchar por su vida ante el
ataque de Nilsen. Estuvo colgado un día entero
en una habitación, antes de pasar a la tumba
debajo del entarimado.
- La víctima 12 fue un sujeto de nombre
Malcolm Barlow que falleció a manos de
Nilsen el 18 de Septiembre de 1981. A Barlow lo
encontró en muy mal estado en una puerta
también cerca de su casa. Esta vez Nilsen
pidió una ambulancia para este sujeto quien al
día siguiente quiso ir a dar las gracias y fue
invitado a comer y tomar unos tragos.
- El treceavo en morir fue John Howlett en
Diciembre de 1981 quien fue asesinado en el nuevo
departamento de Nilsen en la calle Muswell Hill y el
primero en ser desmembrado también. Este hombre
fue de los únicos que pudo luchar por su vida
contra Nilsen, al punto de que en un momento dado, el
era quien estrangulaba a Nilsen y no al revés
como de costumbre. Finalmente sucumbió ahogado
tras tener la cabeza sumergida 5 minutos en agua. Sus
restos fueron guardados en bolsas de plástico y
otros tirados por el excusado.
- El siguiente, o sea la víctima número
14 fue Graham Allen, indigente que se
topó Nilsen en la calle y que disfrutó
igual que los otros de la 'hospitalidad' de Nilsen. Su
cuerpo permaneció muchas horas en la tina,
finalmente fue destazado igual que la anterior
víctima.
- La última víctima fue un drogadicto
llamado Stephen Sinclair a quien Nilsen
encontró en la calle Oxford y que le dio una
hamburguesa a modo de caridad, sin embargo
accedió acompañarlo a su departamento a
sufrir el mismo final que los 14 anteriores. El hecho
de que los restos de Sinclair taponaran las
tuberías de los departamentos donde vivía
Nilsen dio paso a que la policía fuera alertada.
Lo que desencadenó la detención del
asesino serial.
Algunos tuvieron realmente suerte al sobrevivir ante
los impulsos homicidas de Dennis Nilsen. Como un
estudiante coreano que sobrevivió al ataque o el
caso de otro muchacho que inmediatamente llamó a
la policía pero por una razón u otra,
decidió no levantar cargos contra Nilsen. Como
en numerosos casos alrededor del mundo la
policía reporta incidentes del estilo como
'riñas entre homosexuales' y de ahí no
pasa nada. Después de moverse al departamento de
Muswell Hill y antes de matar a John Howlett,
ocurrieron dos intentos de asesinato, el primero fue
contra un estudiante que después de pasar la
noche con Nilsen amaneció en muy mal estado,
aquel cínico le dijo que debería ver a un
doctor porque no lucía nada bien. El medico
consultado dijo que a juzgar por las marcas al cuello y
los vasos capilares reventados en sus ojos, todo
indicaba que había tratado de ser estrangulado y
que debía dar aviso a la policía sin
embargo el chico no lo hizo temiendo que su identidad
sexual fuera puesta en evidencia. El siguiente en
sobrevivir fue un travesti, que pudo reaccionar
mientras Nilsen lo ahogaba en agua, pudo responder al
ataque y vivir para contarlo.
Un escrito de Dennis Nilsen para aquellos curiosos y
que conozcan grafología
Hay que resaltar un poco mas el hecho de que Nilsen se
vio forzado a abandonar su casa de Melrose Place, lugar
en el que había suficiente espacio y la
logística para disponer de los cadáveres
era muy sencilla para el. Al cambiarse a unos
departamentos, eliminar los cadáveres se
convirtió en un verdadero problema. Pero eso no
impedía o aminoraba su necesidad de matar y
tener a sus acompañantes silenciosos...
así que cuando tuvo que disponer de Howlett
decidió ahora si desmembrar el cuerpo, haciendo
uso de sus conocimientos como cocinero de la armada. La
cabeza y algunas partes las ponía a hervir para
ablandar la carne y posteriormente tirarlas por el
escusado. La mayoría de los restos pasaban por
similar proceso pero mientras eran almacenados en
bolsas de plástico guardadas en la alacena y en
el baño de su departamento. Esta estrategia
probó ser equivocada puesto que los restos se
atascaron en la cañería del lugar. El
problema fue que varios departamentos compartían
el mismo arreglo de las tuberías por lo que los
vecinos afectados solicitaron la presencia de un
plomero que no pudo resolver el problema así que
se llamó a una compañía
especializada. El técnico enviado entro a la
coladera y descubrió en el suelo lo que
parecían trozos de carne. Contó alrededor
de 40 piezas que formaban una masa pastosa de varios
centímetros de grosor. Aparte la coladera
tenía un fuerte olor a muerto. El técnico
resolvió llamar a sus superiores, mientras los
vecinos, Nilsen incluido, escuchaban sobre el hallazgo
y de que tal vez la policía debía ser
llamada. Pero todo habría de ser efectuado al
día siguiente. Esa noche Nilsen elucubró
entrar el mismo a la coladera para limpiar la carne y
sustituirla por trozos de pollo y así trato de
hacerlo, tirando la carne a lado de una barda de la
propiedad. Sin embargo unos vecinos detectaron sus
movimientos y comunicaron sus sospechas al
técnico a la mañana siguiente. Durante
sus maniobras, Nilsen ya presentía el fin de sus
actividades inclusive consideró el suicidio,
pero ni para eso tuvo valor y mejor se quedó
sentado un buen rato mientras bebía unos tragos.
Al día siguiente bromeó con un
compañero de trabajo 'si mañana no vengo,
es porque estoy enfermo, muerto o enfermo' y ambos
soltaron la carcajada. Mientras tanto la policía
ya revisaba los restos hallados en la coladera donde
aparte de la carne, habían fragmentos de hueso
que posteriormente fueron clasificados como de origen
humano.
Al regresar a su departamento a lo lejos por la calle
vio que tres hombres ya lo esperaban. El detective Jay
informó a Nilsen que eran restos humanos los que
habían obstruido las cañerías.
Simulando gran sorpresa les preguntó que de
donde procedían los tales restos a lo que los
oficiales apuntaron que de su propio departamento.
Dennis Nilsen estaba acorralado y aceptó ir a la
estación de policía para hablar. Y
así fue que informó de todos los enfermos
y turbadores detalles que ya conocemos acerca de sus
actividades homicidas. La policía no pudo mas
que culparse asimisma por no haber actuado antes contra
este señor, cosa que hubiera salvado la vida de
muchas personas. Durante los interrogatorios Nilsen
habló de las victimas y de donde yacían
los restos. Luego en la casa de Melrose Place fueron
hallados los de más de 10 hombres.
Coladera donde fue hallada la evidencia incriminatoria
contra Nilsen
El juicio contra Nilsen comenzó el 24 de Octubre
de 1983 acusado de 6 asesinatos y 2 cargos por intento.
Al ser leídos los cargos el acusado se
declaró inocente. Para este entonces ya Nilsen
se había juzgado asimismo declarando que 'yo
mismo me he juzgado de manera más severa de lo
que cualquier juzgado pueda hacerlo en este mundo...'
Al serle mostradas fotografías de la escena de
varios de sus crímenes quedó horrorizado
y con el pendiente de si algún día las
familias de sus victimas lo podrían perdonar.
Penosa recolección de restos en el caso Nilsen
La defensa basó su estrategia en fincarle a
Nilsen un tipo de responsabilidad limitada por sus
actos. Mientras que la parte acusadora se basó
mayormente en la declaración de Nilsen justo
cuando fue capturado por la policía. Como es
natural en estos casos, varios doctores fueron llamados
para dar su testimonio clínico. Los que fueron
llamados por la defensa decían que Nilsen
padecía profundos desordenes que
despersonalizaban a sus victimas por lo que no
había una plena conciencia del año que
inflingía en ellos. Además los problemas
psicológicos de Nilsen estaban presentes desde
su niñez, y que era incapaz de expresar sus
sentimientos. Tenía también, que huir de
toda relación sentimental que fallaba puesto que
no tenía capacidad alguna para remediar
situaciones emocionales. Se trataba de demostrar la
falta de responsabilidad de Nilsen en sus
crímenes de modo que fuera absuelto. Pero este
propósito tuvo un gran obstáculo: que
otros psiquiatras pasaron muchas horas al lado de
Nilsen en la cárcel de modo que sus testimonios
no eran teóricos sino de primera mano. Los
testigos llamados al juicio fueron también pieza
fundamental para sentenciar a Nilsen. Todos
coincidieron en el hecho de que el acusado siempre se
portó sumamente cortes y amigable.
Demostrándose así que había
premeditación. A pesar que durante sus
declaraciones los testigos no pudieron explicar porque
después de los ataques habían seguido
aceptando bebidas en unos casos y en otros no
habían actuado en consecuencia, las
descripciones estremecedoras de los ataques hicieron
mayor impresión en el jurado que cualquier otra
argumentación. En el juicio Dennis Nilsen
lucía ausente y carente de emoción, como
si no hubiera sido responsable de nada y fuera uno
más de los asistentes al juicio.
Los restos de las últimas victimas estaban en el
baño y un gabinete de su sala
El caso fue presentado por el juez al jurado y los
instruyó a tomar una decisión basada en
los hechos y en el entendimiento de que no era
necesario que una mente fuera 'anormal' para cometer
actos de maldad. A pesar de la confusión
generada por estas instrucciones el 4 de Noviembre el
jurado declaro culpable a de todos los
cargos presentados. El juez obsequió cadena
perpetua sin derecho a libertad condicional al menos no
antes de 25 años plazo que en el año de
2008. Durante muchos años hubo un ordenamiento
para impedir que se ejecute la libertad condicional de
Dennis Nilsen, sin embargo ya ha sido levantado.
Nilsen fotografiado después de recibir sentencia
Actualmente Nilsen esta guardado en la prisión
de Full Sutton, recinto de máxima seguridad en
Inglaterra. No ha dejado de ser noticia, puesto que en
el año 2003 exigió una revisión
judicial sobre las autoridades carcelarias por
prohibirle acceso a pornografía gay.
También ha exigido una revisión sobre la
negativa de las autoridades a que se publique su
autobiografía. Sobra decir que Nilsen ha
inspirado numerosas expresiones literarias que giran en
torno a la homosexualidad y el crimen.
Recorte de periódico con irónica noticia
acerca de Nilsen
Cándida imágen de Nilsen a los seis
años
Bibliografía:
- Killing for company: The case of Dennis Nilsen,
Brian Masters
- Murder by Numbers: British Serial Sex Killers since
1950, Anna Gekoski
- The Killers Among Us, Colin Wilson
- Human Monsters, David Everitt
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