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Este Blog, no es de carácter científico, pero si busca seriedad en el desarrollo de los temas.
Está totalmente dirigido a los amantes del género. Espero que todos aquellos interesados en el tema del asesinato serial encuentren lo que buscan en este blog, el mismo se ha hecho con fines únicamente de conocimiento y desarrollo del tema, y no existe ninguna otra animosidad al respecto.
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Jorge Omar Charras
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//20 de Noviembre, 2010 |
|
por
jocharras a las 10:44, en
Hombres Asesinos |
Los silenciosos pasos del Doctor Muerteun despiadado médico nazi

Un viejo maletín encontrado en Egipto
acaba de revelar el rastro perdido durante 47 años de Aribert Heim, miembro de la SS de Hitler y acusado de cometer asesinatos y horrendas atrocidades
contra miles de prisioneros.
El alemán atlético y de una estatura imponente que los habitantes de El Cairo conocían como Tarek Hussein
Farid mantuvo hasta en la vejez la disciplina de caminar unos quince minutos
diarios por las bulliciosas calles de la capital egipcia. Caminaba hasta la
famosa mezquita Al Azhar, donde se
había convertido al Islam, y hasta
el Café J. Groppi, en el centro,
donde encargaba tortas de chocolate para sus amigos y compraba bombones para
los hijos de éstos, que lo llamaba tío Tarek.
Amigos y conocidos de Egipto también
lo recuerdan como un ávido fotógrafo aficionado que casi siempre llevaba una
cámara colgada del cuello, pero nunca permitía que lo fotografiaran. Tenía buenos
motivos para ello: el tío Tarek se
llamaba Aribert
Ferdinand Heim; miembro de las Waffen-SS
de Hitler y médico de los campos de concentración de Buchenwald, Sachsenhausen y Mauthausen. El tío Tarek era el Doctor Muerte.
Fue tras los muros grises de piedra de Mauthausen,
en su Austria natal, que el Heim
cometió atrocidades contra centenares de judíos y otros prisioneros que le
valieron ese temible apodo y la condición de criminal de guerra nazi más
buscado del Centro Simon Wiesenthal, donde pensaban que seguía en libertad.
En el prontuario del doctor Heim figuran operaciones a prisioneros sin
anestesia. También se lo acusa de extirpar órganos a personas con buena salud
para luego dejarlas morir en la mesa de operaciones; de inyectar veneno -y en
ocasiones nafta- en el corazón de otras víctimas y de conservar algunos
de sus cráneos como souvenir. Luego de vivir bajo el radar de los cazadores de
nazis durante más de diez años después de la Segunda Guerra -buena parte de los mismos en el balneario alemán de
Baden-Baden, donde tenía esposa, dos
hijos y un consultorio de ginecología-, logró escapar cuando sus cazadores lo
tenían casi cercado. Fue en 1962.
Su escondite, así como su muerte en 1992, fue uno de los mayores secretos hasta
ahora.
En Alemania
e Israel, los investigadores dijeron
una y otra vez que pensaban que Heim estaba vivo y oculto en América Latina, cerca de Chile donde vivía una presunta hija
natural. Testigos de Finlandia hasta
Vietnam y desde Arabia Saudita hasta Argentina
mandaron datos sobre su posible paradero.
Un maletín polvoriento con cierres rojos, que permanecía guardado y casi
olvidado en El Cairo, reveló el
itinerario del Doctor Muerte a Oriente
Medio. El diario The New York Times
y el canal de televisión alemán ZDF
obtuvieron el maletín de manos de la familia Doma, los propietarios del hotel donde vivía Heim. La documentación que había
en su interior cuenta la historia de su vida y su muerte en Egipto.
El maletín es, en realidad, un archivo de páginas amarillentas -algunas en
sobres que aún estaban sellados-. Guardaba cartas; la historia clínica de Heim;
su documentación financiera y un artículo subrayado de una revista alemana
sobre su propia búsqueda y su juicio en ausencia. Hay hasta dibujos de soldados
y trenes que hicieron los hijos que había dejado en Alemania. Algunos documentos llevan el nombre de Heim,
otros el de Farid, pero muchos de
los últimos, al igual que una solicitud de residencia en Egipto bajo el nombre de Tarek
Hussein Farid, tienen la misma
fecha de nacimiento -28 de junio de 1914- y el mismo lugar de origen -Radkersburg, Austria- que corresponden
al Heim.
Si bien ninguno de los diez amigos de El
Cairo que identificaron una fotografía del Heim conocía su verdadera
identidad, sí dieron indicios de que podía tratarse de un fugitivo. "Lo que me decía mi padre es que parecían buscarlo, tal
vez los judíos, y que se había refugiado en El Cairo", dijo
Tarek Abdelmoneim el Rifai, hijo de Abdelmoneim el Rifai, de 88 años,
dentista y buen amigo de Heim.
La copia de un certificado de defunción egipcio confirmó las versiones de
testigos de que el hombre llamado Tarek
Hussein Farid murió en 1992. "Tarek Hussein
Farid es el nombre que mi padre adoptó cuando se convirtió al Islam",
dijo su hijo Rüdiger Heim. En una
entrevista en su casa de Baden-Baden,
Heim
hijo (53) admitió públicamente por primera vez que estuvo con su padre en Egipto cuando éste murió de un cáncer
de recto. "Fue durante las Olimpíadas. En la
habitación había un televisor. Eso lo distraía", dijo Heim,
que es alto como el padre, tiene un rostro largo y melancólico y habla con
suavidad. Aribert
Heim murió el día después de la final de las Olimpíadas, el 10 de
agosto de 1992, según su hijo y el certificado de defunción.
Heim
hijo explicó que un tío le había dicho el paradero de su padre. Explicó que no
había revelado nada porque no quería crearles problemas a los amigos de su
padre en Egipto. Pero a pesar de las
pruebas de que el Doctor Muerte vivió en Egipto,
es imposible cerrar el caso: el lugar donde está enterrado sigue siendo un
misterio.
Su muerte sería un hito significativo para cacería apasionada y en ocasiones
polémica de criminales de guerra nazis que dio lugar al juicio y la ejecución
del planificador del Holocausto Adolf Eichmann pero que nunca consiguió
encontrar a Josef Mengele, el más
famoso de los médicos nazis, que murió en Brasil
en 1979.
Si bien la vida secreta de los nazis en países como Argentina y Paraguay
capturó la imaginación popular en libros y películas, el caso Heim
lleva a Oriente Medio. Hasta que el
clima político cambió, los ex nazis fueron bienvenidos en Egipto, donde contribuyeron sobre todo en el plano de la tecnología
militar. Rüdiger Heim dijo que su
padre le había contado que conocía a otros nazis que estaban en Egipto, pero que trataba de mantenerse
lejos de ellos. Lo que no queda claro es cómo logró Heim escapar durante tanto
tiempo: recibía dinero de Europa, en
especial de su hermana Herta Barth,
e intercambiaba cartas con amigos y familiares.
"El mundo árabe era un refugio más seguro
que América del Sur", declaró Efraim Zuroff, director del Centro
Simon Wiesenthal de Israel, quien buscaba a Heim y había viajado a Chile en julio para impulsar el caso. Zuroff se sorprendió al saber el
aparente destino de Heim y contó que estaban a punto de aumentar
la recompensa por información para su captura de 400.000 a casi un millón y
medio de dólares.
El ex prisionero de Mauthausen Josef
Kohl declaró ante la justicia el 18 de enero de 1946 y contó como "El doctor Heim tenía la costumbre de revisarles la boca a
los prisioneros para determinar si tenían los dientes en perfecto estado. De
ser así, mataba al prisionero con una inyección, le cortaba la cabeza, la
dejaba en el crematorio durante horas, hasta que desaparecía toda la carne que
cubría el cráneo, que luego preparaba como objeto decorativo para su escritorio
y los de sus amigos."
Los investigadores alemanes declararon que Heim se manejó con cuidado durante la posguerra.
El médico, un buen jugador de hockey sobre hielo, se mantenía siempre al margen
de las fotos cuando su equipo posaba. También poseía un edificio en Berlín, la renta que obtenía de él fue
su fuente de ingresos en la clandestinidad.
En la sede de la policía de Baden-Württemberg
en Stuttgart, pequeños imanes salpican un mapa del mundo y marcan los
lugares donde surgieron pistas o datos sobre el Doctor Muerte. Lo habían
buscado sin descanso desde su desaparición en 1962, período en el que habían
seguido 240 pistas. Si bien nunca lograron detenerlo, habrían estado muy cerca
de su escondite en El Cairo.
"Había información de que estuvo trabajando
en Egipto como médico policial entre 1967 y 1970", dijo Joachim
Schäck, jefe policial de la división de fugitivos. "Resultó ser una pista falsa."
Según su hijo, el Doctor Muerte abandonó Alemania
y atravesó Francia y España en auto
antes de cruzar a Marruecos para
instalarse en Egipto. "Fue una casualidad que la policía no me detuviera porque
justo en momento no estaba en mi casa", escribió Heim
en una carta a la revista alemana Spiegel
después de que se publicara un informe sobre él en 1979. La carta se descubrió
en sus archivos, todos escritos con una meticulosa letra cursiva en alemán o en
inglés.
En la carta también acusó a Simon
Wiesenthal, quien estuvo prisionero en Mauthausen,
de ser "el que inventó esas atrocidades".
Heim
se refirió luego a lo que llamó la masacre israelí de palestinos y agregó que
"el lobby sionista de EE.UU. y el Khazar
judío, fueron los primeros que le declararon la guerra a Hitler en 1933."
El grupo étnico turco de los Khazar
era un tema recurrente para Heim. El médico nazi se mantenía activo en El Cairo haciendo una investigación
-que escribía en inglés y alemán- y en el que negaba la existencia del
antisemitismo sobre la base de que, según decía, la mayor parte de los judíos
no era de origen étnico semita. Rifai
recordó que Heim
le había mostrado borradores del trabajo, los cuales estaban en el maletín.
También había una lista que daba cuenta de sus planes de mandar borradores del
trabajo a personajes importantes de distintos lugares del mundo: lo haría con
el seudónimo de Youssef Ibrahim.
Entre ellos figuraba quien era el entonces Secretario
General de las Naciones Unidas Kurt WaldHeim, un asesor de seguridad
nacional estadounidense -Zbigniew
Brzezinski- y el gobernante yugoslavo Tito.
Heim en El Cairo forjó estrechos vínculos con sus vecinos, entre ellos con
la familia Doma, que dirigía el
hotel Kasr el Madina, donde el
criminal de guerra vivió sus últimos diez años. Mahmoud Doma, cuyo padre era el dueño del establecimiento, recordó
que hablaba árabe, inglés y francés además de alemán. Doma contó también que su vecino leía y estudiaba el Corán en alemán, un ejemplar que los Doma habían encargado para él.
Doma, de 38 años, se emociona al
hablar del hombre al que llamaba tío Tarek,
quien le había regalado libros y lo había alentado a estudiar. "Era como un padre. Me quería y yo lo quería a él."
Recordó, además, que el tío Tarek
había comprado raquetas e instalado una red de tenis en la terraza del hotel,
donde él y sus hermanos jugaban con el musulmán alemán hasta que caía la noche.
Para 1990, sin embargo, la salud de Heim comenzó a deteriorarse y le
diagnosticaron cáncer.
Después de su muerte, su hijo Rüdiger
insistió en que se respetaran los deseos de su padre y donó el cuerpo a la
ciencia, una tarea nada fácil en un país musulmán donde las normas establecen
un entierro rápido y se oponen a la disección. Doma, que quería poner al tío Tarek
en la cripta familiar, y se negaba a aceptar el plan.
Finalmente, los dos hombres condujeron una furgoneta blanca con el cuerpo de Heim,
que había sido lavado y envuelto en una sábana blanca, según la tradición
musulmana, y colocado en un ataúd de madera. Doma contó que habían sobornado a un empleado de un hospital para
que aceptara el cadáver, pero que las autoridades egipcias se enteraron y
entonces terminaron enterrando al Doctor Muerte en una fosa común- Sin
nombre. De forma anónima.
UN POCO MAS DE INFORMACION
Aribert Heim
(Dr. Muerte) ( * 28 de junio de 1914-10 de agosto de 1992) era un ex médico
nazi de Austria, también conocido
como "Doctor muerte". Como médico de las SS en un campo de concentración
nazi de Mauthausen, se le acusa de
matar y torturar a muchos reclusos a través de diversos métodos, tales como las
inyecciones directas de compuestos tóxicos en los corazones de sus víctimas.
Junto a Alois Brunner, Heim,
que sería ahora nonagenario (a partir de 2008), fue uno de los últimos grandes
nazis fugitivos que siempre estuvo en libertad.
Según una publicación de 2007 por el ex integrante de la Fuerza Aérea de Israel Danny Coronel Baz, Heim fue secuestrado en Canadá y llevado a Santa Catalina frente a la costa de California, donde fue asesinado por un equipo de caza nazi código
"El Búho" en 1982. Baz
mismo afirma haber sido parte de este grupo. El Centro Simon Wiesenthal en Jerusalén, así como el cazador de nazis
francés Serge Klarsfeld dice que
esto no es cierto.
La familia de Heim
previamente dijo que había fallecido en 1993 en Argentina, pero no mostraron ningún certificado de defunción.
Presuntamente vivió durante muchos años en Cairo,
Egipto bajo el alias de Tarek Farid Hussein y según se dice
murió allí el 10 de agosto de 1992 de cáncer de recto. Su tumba y su cuerpo no
han sido encontrados.
Biografía
Heim
nació en Bad Radkersburg, Austria-Hungría. Hijo de un policía y
un ama de casa, estudió medicina en Viena
antes de su voluntariado para unirse a las Waffen-SS
en la primavera de 1940.
En octubre de 1941, Heim fue enviado a el KZ Mauthausen, donde realizó experimentos médicos con los presos.
Más tarde fue enviado a un hospital de campaña SS en Viena.
Los prisioneros del campamento de concentración de Mauthausen llamaban a Heim "Doctor muerte".
Durante aproximadamente dos meses (octubre a diciembre de 1941), Heim
se encontraba en el campamento, cerca de Linz,
Austria, donde realizó experimentos similares con los judíos, como había
hecho el médico de Auschwitz Josef
Mengele. "Heim refleja en los
presos su miedo a la muerte", dijo un sobreviviente.
Reclusos judíos fueron envenenados con diversas inyecciones directamente en el
corazón con el fin de inducir la muerte más rápidamente.
Carrera
A partir de febrero de 1942 se desempeñó en la 6 ª División de Montaña SS Nord en el norte de Finlandia, sobre
todo en Oulu los hospitales como un
médico SS. Su servicio continuó
hasta al menos octubre de 1942.
El 15 de marzo de 1945, Heim fue capturado por soldados de EE.UU. y enviado a un campamento para
prisioneros de guerra. Fue puesto en libertad bajo dudosas circunstancias y
trabajó como Ginecólogo en Baden-Baden
hasta su desaparición en 1962. Huyó cuando un informador le dijo que la policía
austríaca lo investigaba por crímenes de guerra. Posteriormente desaparece, se
desplaza a España, Uruguay (donde abre un establecimiento
Psiquiátrico y Ginecólogo de 1979 a 1983), probablemente también Argentina y Paraguay, posiblemente,
también Egipto y Brasil, y luego finalmente de nuevo
hasta España 2005.
Después de Alois Brunner y de Adolf Eichmann, Heim fue el segundo Oficial Nazi
más buscado.
Heim
aparentemente se ha escondido en América
del Sur, España y los Balcanes. Efraim Zuroff, del Centro Wiesenthal, ha iniciado una búsqueda activa de su paradero.
Ya a finales de 2005, la policía española determinó su ubicación como Palafrugell. De acuerdo con el diario
"El Mundo", Heim habría sido ayudado por colaboradores de Otto Skorzeny, quien ha organizado una
de las mayores bases de Odessa de Franco
en España. Odessa estaba,
evidentemente, todavía en vigor de un modo u otro. Los informes de prensa a
mediados de octubre de 2005 sugirieron que la detención por la policía española
era "inminente". Dentro de esos días, sin embargo, los informes
más recientes sugirieron que había eludido con éxito la captura y se había
trasladado ya sea a otra parte de España
o bien a Dinamarca.
A principios de 2006, Heim se cree que se encuentra en Chile, donde su hija Waltraud, ha vivido desde principios
del decenio de 1970 en Puerto Montt.
Cuando se le preguntó acerca del paradero de su padre por parte de las
autoridades chilenas, en virtud de las solicitudes de Alemania, Waltraud Aribert alegó que había muerto en 1993. Sin
embargo, cuando trató de recuperar un millón de dólares de herencia de él (en
una cuenta a su nombre), no podía proporcionar ningún certificado de
defunción.
Heim
presuntamente se ha trasladado a España
tras huir de Paysandú, Uruguay,
cuando se encontró allí por el Mossad
israelí. El gobierno alemán está ofreciendo € 150.000 por información que
conduzca a su arresto, mientras que el Centro
Simon Wiesenthal lanzó la Operación "Última Oportunidad",
un proyecto para ayudar a los gobiernos en la localización y detención de
presuntos criminales de guerra nazis que siguen vivos.
En los últimos cinco años, 300000 € se han retirado de sus cuentas y
trasladados a España y Dinamarca. Un
joven italiano de Palafrugell, España, tiene contacto con uno de los
hijos de Heim
en la Costa Brava, región de Cataluña.
El dinero transferido de la cuenta planteó las sospechas de los funcionarios
israelíes, en contacto con el Instituto
Penal en el estado alemán de Baden-Württemberg. Después de que el Instituto Penal investigase en la
cuenta, llegaron a la conclusión de que era dinero de Heim, lo que sugiere que Heim
estaba todavía vivo, y que su familia había mentido acerca de su presunta
muerte en América del Sur debido al
cáncer.
Los investigadores alemanes, junto con el Centro
Simon Wiesenthal, han descubierto sus cuentas bancarias secretas en Berlín a comienzos del decenio de 2000.
Demostraron tener 1 millón de € ( 680000, $ 1350000) en efectivo y otros activos.
Se ha partido del supuesto de que Heim sigue con vida, y esto se fundamenta en
el hecho de que ninguno de sus tres hijos requirió nunca cualquier parte de
este dinero en herencia. Impuestos sobre los registros demuestran que, lo más
tarde en 2001, el abogado de Heim solicitó a las autoridades alemanas las
ganancias de capital de devolución de impuestos percibidos por él, porque él
estaba viviendo en el extranjero.
Fredrik Jensen, un noruego y ex SS, fue puesto bajo investigación
policial en junio de 2007, acusado de ayudar a Aribert Heim en su fuga. La
acusación fue negada por Jensen.
En julio de 2007, el Ministerio de
Justicia austriaco declaró que iba a pagar $ 50.000 por información que
condujera a su arresto y extradición a Austria.
Conversión al Islam y Muerte
En 2006 un periódico alemán informó de que tenía una hija, Waltraud, viviendo en las afuera de Puerto Montt, que declaró que había muerto en 1993. Cuando trató de
recuperar una herencia de un millón de dólares de una cuenta a nombre de su
padre no pudo aportar un certificado de defunción.
En Agosto de 2008, para tomar posesión de sus bienes, el hijo de Heim
pidió que su padre fuera declarado muerto; pretendía donarlas a proyectos de
investigación sobre las atrocidades cometidas en los campos.
Después de años de avistamientos falsos, las circunstancias de la huida de Heim,
vida como proscrito y muerte fueron proveídas juntas por la cadena alemana ZDF y el New York Times en Febrero de 2009. Informaron de que vivió bajo la
identidad falsa de Tarek Farid Hussein
en Egipto, y que murió de cáncer
intestinal en El Cairo en 1992.
Heim
se había asentado en El Cairo en
1962 donde se convirtió al Islam. Según su vecino, "Su
vida era muy ordenada: ejercicio por la mañana, después oraciones en la
mezquita principal de Al-Azhar, y largas sesiones de lectura y escritura
sentado en su mecedora". Los periodistas que investigaban
su caso encontraron un certificado de defunción egipcio y confirmaron su
autenticidad.
Durante una entrevista en la villa familiar en Baden-Baden Heim, de 53 años, admitió públicamente que
había estado con su padre en Egipto
cuando murió. Heim
declara que fue durante las Olimpiadas, y que murió el día después de que éstas
acabaran. |
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//20 de Noviembre, 2010 |
|
por
jocharras a las 10:42, en
Hombres Asesinos |
Josef Mengele el " El Ángel de la Muerte
"
Nació
en una respetada familia católica bávara. Amaba el arte y la música, e hizo el
juramento hipocrático de sanar a los enfermos y de no entrar a una casa sino
para sanar a sus pacientes. Eso fue lo que juró. Lo que hizo: torturar,
deshumanizar y masacrar. El Doctor Mengele envió
a cientos de miles de inocentes a la muerte en los campos de concentración
nazi, donde era conocido como "El
Ángel de la Muerte". ¿Qué sistema social, jurídico y político pudo
crear a un hombre como Josef Mengele? Un
médico responsable de seleccionar a miles de judíos para primero experimentar y
luego exterminarlos en los campos de concentración de Auschwitz . Un hombre que realizaba los más dolorosos experimentos
sobre gemelos, con la esperanza de descubrir el secreto de los nacimientos
múltiples, para así crear genéticamente la Súper Raza Aria que dominaría al
mundo durante los mil años que, según Hitler,
duraría el Reich.
Para
tratar de comprender la personalidad de Mengele y develar sus
malignos impulsos, debemos ver cómo era el mundo el 11 de marzo de 1911, día en
que nacía el Ángel de la Muerte Josef Mengele, el
médico macabro de Auschwitz .
La
Alemania que vio nacer a Josef se encontraba al filo de la Gran Guerra de 1914. Mientras su padre Karl prestaba servicio militar en el frente, su madre Volgoria controlaba el negocio familiar
de venta de implementos agrícolas, y criaba a sus tres hijos: Josef, Karl y
Hallois.
La
guerra terminó en 1918 con la derrota de Alemania
y el humillante Tratado de Versalles, que redujo el territorio y el
poderío militar germano. Pero la ética germana para el trabajo no se extinguió,
y en pocos meses Alemania era una
nueva nación. Karl Mengele regresó a
reconstruir su empresa en Gÿinzburg,
e hizo de ella la más grande en la región, y a su familia una de las más
respetadas en Bavaria. Aún hoy se
los respeta, a pesar del infame criminal de Auschwitz .
Karl Mengele pasaba poco tiempo en la gerencia de su planta, sus
horas transcurrían en el laboratorio, inventando máquinas que permitieran
automatizar todas las labores agrícolas. En cierta forma compartía con su
primogénito el gusto por la investigación, quien la pondría en práctica años
más tarde en los campos de Auschwitz ,
inclinado sobre los microscopios, silbando una tonada familiar, y perdido en la
macabra pasión de su proyecto de investigación.
Un buen estudiante.
En
la década del ‘20, Alemania era el
centro cultural y artístico del mundo. La medicina y la música florecían y Berlín era considerada una de las
ciudades más refinadas, sobrepasando incluso a París. Nuevos conceptos sobre la evolución de la raza humana se
discutían. Las teorías de Darwin
eran contrastadas con los nuevos descubrimientos y una nueva ciencia causaba
revuelo: era la EUGENIA o EUGENESIA: el estudio de los cruces
genéticos.
Ese
ambiente sería de extrema importancia en la vida posterior de Mengele. Desde joven supo que el negocio familiar no era
para él. "El padre de Mengele era de duro carácter.
Cuando llegaba a la fábrica lo hacía gritando. Era una persona muy dura. Y su
madre estaba hecha con el mismo molde. Era una devota católica, piadosa, aunque
muy recta de carácter y de dura disciplina. Mengele siempre tuvo
el impulso por hacer algo muy especial, para probarse y superarse a sí mismo.
No tenía amor ni calor hogareño. Un ex compañero de escuela recordaba que desde
aquellos tiempos, Mengele decía que debía hacer algo especial, que definitivamente
pruebe su capacidad académica" (Gerald Astor, actor y autor del libro "El último nazi").
La
familia Mengele tenía cuantiosos recursos, y su
fábrica empleaba a 1.200 personas. Josef Mengele asistió a
una escuela pública, y posteriormente al Gymnasyum,
destinado a quienes tenían aspiraciones académicas. "Era un estudiante brillante y
extraordinariamente ambicioso. Siempre intentaba hacer algo fuera de lo común,
para ser un gran científico" (Julius Disbach, ex compañero de clases de Mengele).
Otro amigo de esa época lo describió como agresivo y muy patriótico.
En
1930, Mengele ingresó a la Universidad de Münich, ciudad que se convertiría en un centro de la
agitación política. Allí, fue impactado por un discurso de Hitler sobre la superioridad de la raza germana. En esos
tiempos muchos estudiantes se unieron al movimiento nazi. La "herencia"
y la "eugenia" eran términos aplicados normalmente por la
comunidad científica, que en su mayoría apoyaba a Hitler y a su concepto místico del pueblo alemán, pueblo que no
podía florecer si parásitos como los judíos, gitanos y otros, los contaminaban.
El antisemitismo ganaba impulso y la comunidad científica parecía estar de
acuerdo. Pureza hereditaria, eutanasia, esterilización de los indeseables y
superioridad racial mediante la eugenesia, ocupaban a la comunidad científica. La
eugenesia se convirtió en una palabra sagrada. Este término fue creado
por el primo de Charles Darwin, Francis Caultin en 1833, y literalmente
significa "buenos genes". El propósito de Caultin, basado en sus estudios sobre mejoramiento de animales, era
aplicar estos conocimientos para mejorar la raza humana, para una mejor
sociedad, con gente más exitosa: gente superior. Aunque no hubiera sido su
intención, Caultin sembró una de las
semillas fundamentales del Holocausto, con un siglo de
anticipación.
Nadie
abrazó esta idea con mayor pasión que Mengele. En 1934 se
unió al Partido Nazi, pero siguió
con sus estudios y recibió el Doctorado
en Filosofía, para luego aprobar los exámenes de ingreso a Medicina. Se trasladó a la Universidad de Frankfurt y comenzó a
investigar en el Instituto de Herencia
Biológica e Higiene Racial bajo la tutela del doctor Ottmar von Verschuer, ardiente nazi y especialista en la ciencia
eugenésica, mediante la cual se crearía la raza superior. Durante esta época, Mengele publicó un buen artículo sobre la genética y los
niños, y al igual que su mentor, se concentraba en el estudio de los gemelos.
En el sudeste de Polonia, las
puertas de los campos de concentración de Auschwitz
llamaban a Mengele.
Allí, el científico encontraría gemelos en abundancia, quienes no tendrían otra
opción más que participar en sus mortales experimentos genéticos. Pero Auschwitz es el final de un largo camino, y varios
años habrán de transcurrir hasta que Mengele se convierta en
el “Ángel de la Muerte” para
más de 4.000 hombres, mujeres y niños indefensos.
El sagrado juramento
La
transición de la magia a la Ciencia de
la Medicina fue un proceso gradual que duró siglos. La medicina era el arte
de la curación en la antigua Grecia,
y era celebrada por los griegos con el juramento de Hipócrates, Padre de la Medicina. Este juramento
ha llegado a nuestros días, y es pronunciado por todo nuevo médico: "El régimen que adopto será para el bien
de mis pacientes, y no para su perjuicio. No administraré drogas a ningún
paciente ni entraré a casa alguna, sino para beneficio de los enfermos".
Es difícil imaginar que Mengele alguna vez haya
pronunciado estas palabras. Pero sí hizo el juramento, que era reverenciado por
los médicos alemanes, a pesar de contradecirse con su antisemitismo. Una
extraña dualidad existía en la Alemania
Nazi.
Héroe nacional

|
Josef Mengele se hizo miembro del cuerpo de elite Waffen SS, una organización que exigía
pureza racial en sus miembros, cónyuges y familiares, preferiblemente hasta la
4° generación. Mengele se había enamorado de Irenna Schumbaimm, de quien más tarde
afirmaría: "Era hermosa y bien educada... fue el amor de mi vida".
Cuando él decidió casarse con Irenna,
hubo un interrogante acerca de sus antepasados, porque uno de ellos fue hijo
extramatrimonial y había dudas acerca de sus ancestros. Mengele
debió redactar documentos afirmando que no existían rastros de impurezas
raciales ni sangre judía, algo que sería un pecado imperdonable para un oficial
nazi de su jerarquía, proveniente de una familia aria pura, y además católica.
Por otra parte Irenna provenía de
una familia luterana. Todo esto hacía su situación extremadamente incómoda.
¿Quién hubiera pensado que el novio, cuyo atractivo aspecto ario sólo era
afectado por la separación de sus dientes incisivos, se convertiría en el nazi
más buscado y esquivo de la historia, con una recompensa total de US$ 3,4
millones por su cabeza, por crímenes contra la humanidad?
Mengele terminó el servicio militar obligatorio con su
grupo de elite SS en los Alpes Tiroleses. Volvió a sus estudios
en Frankfurt, donde vivía junto a Irenna en una hermosa casa cerca del
río Main. En septiembre de 1939
comenzaba la Blitzkrieg y Polonia caía en manos de Alemania en menos de un mes. Mientras
la guerra se desarrollaba a favor de los nazis, Mengele
permaneció con Irenna concentrado en
su investigación biológica. Pero cuando la guerra se extendió a dos frentes,
con el ataque sobre Rusia, Mengele y su unidad fueron movilizados al frente oriental;
poco después fue herido en combate, por lo que le otorgaron condecoraciones y
se convirtió en un héroe nazi. ¡Un doctor condecorado por valor en combate,
con todo lo que ello significa! Mengele recibió, además
de las condecoraciones normales por servicio en el frente ruso, la Cruz de Hierro en Primer Grado, y luego
la Cruz de Hierro en Segundo Grado:
un honor al que muy pocos accedían.
Auschwitz
Cuando
las heridas de Mengele sanaron fue declarado no apto para
combate. Por ello, se ofreció voluntariamente como médico de campamento: es
decir como médico en los campos de concentración. ¿Por
qué querría alguien con tan elevadas calificaciones y antecedentes, ir a un
sitio como Auschwitz ? "Porque él buscaba "zwillingen" (gemelos)
para sus
experimentos y tendría a numerosos de ellos y hasta se podía dar el lujo de
matarlos. Allí, desde el principio, dispuso de 226 gemelos, con edades entre 2
y 18 años. Y podía hacer lo que quisiera con ellos." (Michael Barembaum, médico, director del
US Memorial Museum).

|
Una
de las asignaciones de los médicos de campamento era recibir los trenes cargados
con judíos. Estos doctores tenían un poder terrorífico: podían decidir
instantáneamente si un prisionero iba a la muerte en la cámara de gas, si se lo
destinaba a experimentos, o si iba a trabajos forzados. La mayoría de los
alemanes llamaba a Auschwitz "Anus Mundi" o "ano
del mundo", pero para el Ángel de la Muerte era su paraíso de
investigación. En muy poco tiempo, se haría famoso por descubrir los secretos
de la vida. Y los trenes seguían llegando. Mengele era uno de los
pocos médicos de campamento que podía llevar a cabo la tarea de selección a
sangre fría, siempre en busca de gemelos.
Eva Mozes Kor, sobreviviente de Auschwitz relata "Cuando el tren se detuvo, escuchamos a
muchos nazis dando órdenes afuera. Envolviendo al campo había enormes muros con
alambres de púas. Todo allí era de un color tétrico. Uno debía obedecer
inmediatamente las órdenes o moría. Debía ser instantáneo, como un flash. Ello
decidiría entre la vida en el campo o la muerte en las cámaras de gas. Mi madre
nos sostenía a mí y a Miriam, mi hermana gemela de las manos. Nosotras nos
quedamos congeladas en ese lugar. Mi madre no nos soltó. Mi padre y mis otros
hermanos desaparecieron en la multitud, y jamás los volvimos a ver... De pronto,
apareció Mengele gritando en alemán "¡zwillingen, zwillingen!", es decir "¡gemelos, gemelos!". Se detuvo frente a nosotras y mirándonos a mi
hermana y a mí, preguntó si éramos gemelas. Mi madre no sabía qué decir; sólo
atinó a preguntar: "¿es eso bueno?" Allí, un oficial SS ordenó: "¡responda por sí o no!". Y mi pobre
madre dijo "sí, son gemelas". Mi madre fue enviada en una dirección,
y nosotras en la dirección opuesta. Cuando me di vuelta, la vi por última vez,
extendiendo sus brazos hacia nosotras..."
Eva Mozes Kor jamás volvería a ver a su
madre, y la colección de conejillos de india de Mengele
seguía creciendo. Regularmente enviaba los resultados de sus trabajos al Instituto Kaiser Willheim de Berlín, a su maestro von Verschuer. Mengele
luchaba contra el reloj para descubrir los secretos que permitieran crear una
raza aria pura, mientras la marea de la guerra se volvía adversa a Alemania.
Ciencia al servicio del odio
El
interés de Mengele en el genotipo humano rubio de ojos
azules es curioso, pues ni él ni sus superiores respondían a esa descripción. Mengele estaba fascinado por los ojos azules, y se decía
que tenía una colección de ellos en las paredes de su oficina, similar a una
colección de mariposas. Constantemente trataba de cambiar el color de los ojos
de los niños.
¿Por
qué podría alguien querer cambiar el color de los ojos? ¿Qué
hacía tan especial a los ojos azules? Mengele
intentaba responder mediante sus experimentos eugenésicos, ¿Por
qué la "raza superior aria" presentaba más cantidad de personas con
ojos azules, que con ojos de otros colores característicos de las razas
inferiores? Para resolver el intrincado rompecabezas genético Mengele tendría un poder de decisión absoluto: podía hacer
lo que quisiera.
Personificación del Demonio Nazi
Las
investigaciones de Mengele tenían un fin
claramente demarcado: lograr la absoluta perfección de la raza aria y asegurar
su reproducción. Es por ello que intentaba descifrar los secretos de los
nacimientos múltiples. Cuando se sabía que tocaba el turno de las rondas de Mengele, la tensión invadía por igual a prisioneros,
guardias y doctores de la SS. Todo
el mundo se aterrorizaba cuando comenzaba a revisar a los recién llegados, en
su frenética búsqueda de gemelos. Cuando él llegaba con su terrible voz, los
guardias nazis se aterrorizaban, y eso aterrorizaba aún más a los judíos. Mengele siempre se presentaba con su uniforme impecable y
sus botas de cuero perfectamente lustradas, muy elegante, como un caballero
refinado y aristocrático, caminando como si fuera dueño del universo,
absolutamente seguro de sí mismo, mirando a los ojos a cada uno de los recién
llegados. "Lo veíamos vestido inmaculadamente, con un par de guantes
de cuero en una de sus manos, y con un pequeño látigo para cabalgar en la otra.
La relación entre "sujetos" y "amo" es muy difícil de
explicar, y aún luego de haberla vivido, no puedo explicarla"
(Eva Mozes Kor).
Mengele sabía el efecto que causaba en las mujeres, y
calculaba perfectamente sus ademanes para lograr el resultado deseado. GiSSela Weird, una doctora judía
prisionera, recuerda: "Mengele se deleitaba
presentándose ante nosotras, exquisitamente perfumado... tan elegante y
atractivo... Vestía hermosas camisas de color azul. Muchas mujeres decían: “me
encantaría pasar la noche con él”. Era su forma de hacernos enloquecer: se debe
estar loco para respirar el humo de los crematorios, y seguir viendo en él a un
hombre tan atractivo como para pasar la noche".
En
otras ocasiones, su lado oscuro surgía descontrolado. Un sobreviviente lo
recuerda ejecutando a un joven de 17 años, por robar carbón. Mengele le disparó en ambas rodillas, luego lo tomó del
cabello y le disparó en la cabeza. "Robar está prohibido, y ustedes deben respetar las reglas
de este lugar" dijo, para luego salir caminando como si
nada hubiera ocurrido.
A
excepción de ocasionales visitas, Irenna
Mengele no convivía con su esposo. Auschwitz era muy poco
cosmopolita para ella, por lo que es dudoso que conociera cabalmente lo que
ocurría, como así también que Mengele le hubiera sido
fiel durante su estadía en el campo. "Mengele gustaba
seleccionar las más bellas mujeres judías para pasar sus horas libres. Las
hacía pasar una bella noche, tocando el piano. Pero en todos los casos, por la
mañana, las mataba" (Siegfried
Halbreich, sobreviviente). Mengele era un
excelente pianista. Incluso se conoce una grabación suya, cantando y tocando. A
menudo, tocaba para los invitados, mientras las notas se paseaban, macabras,
por el campo, hasta el amanecer.

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¿Estaba
Mengele loco, o
sufría otro desorden mental? ¿Acaso la búsqueda de los secretos genéticos
humanos, destruyeron todos los restos de conciencia en él? Las
opiniones varían, pero algo es seguro: Josef Mengele fue la
personificación del peor demonio. Se convirtió en un verdadero símbolo del
terror nazi. Es absolutamente imposible leer la acusación hecha contra él en la
ex Alemania Oriental, que describe cabalmente sus atrocidades, sin siquiera
dejar caer una lágrima. "Fuimos completamente sobrepasados por su monstruosidad"
(Eli M. Rosenbaum, director de la Oficina de Investigaciones Especiales del
Departamento de Justicia del Gobierno de los Estados Unidos). Lo más
importante es ver que su mente operaba como la de un científico, concentrándose
en sus estudios y experimentaba dejando de lado los sentimientos. "Realmente no
pienso que Mengele tuviera remordimientos por lo que hacía. Pienso que en su
mente de científico, justificaba lo que hacía. El nos inyectaba hasta cinco
inyecciones juntas, para ver qué pasaba. Muchas veces uno simplemente se moría.
No teníamos idea de qué eran esas inyecciones" (Eva Mozes Kor). Mengele
inyectaba en las venas toda clase de substancias, como fenoles, cloroformo,
nafta, insecticidas... Algunas veces, directamente en el corazón. El mataba a
los objetos de sus experimentos para hacerles autopsias. Hacía vivisecciones,
para estudiar los límites de resistencia a los traumas y el dolor en los seres
humanos. Una vivisección, es lo mismo a hacer la autopsia en un ser vivo. De
más está decir que lo hacía con la persona consciente y sin anestesia...
Obviamente, nadie sobrevivía. De esta forma, los experimentos de Mengele cobraron hasta 60 víctimas diarias.
Demente
o no, los experimentos de Mengele llegaron a su
fin. El invierno se acercaba y el Ejército
Rojo avanzaba hacia el campo de muerte. El 26 de noviembre de 1944, Einrich Himmler, máximo jefe de las SS, telegrafió a todos los Comandantes de Campo ordenando
suspender las muertes. Así comenzaría la huida de Mengele,
desde Auschwitz hacia una vida de constante tortura.
Últimos servicios al Führer
Antes
del desmantelamiento del campamento, Mengele hizo su
selección final, enviando a 461, de un total de 509 prisioneros recién
llegados, a una muerte instantánea. Fue su último servicio en Auschwitz . Con el sonido de los
cañones rusos cada vez más fuertes, Mengele reunió sus
registros y anotaciones, y el 18 de enero de 1945, el Ángel de la Muerte
desapareció para siempre.
"Los
experimentos duraron hasta el momento mismo en que se dio la orden a todos los
nazis, de abandonar el campo. Esa fue la última vez que vi a Mengele" (Eva
Mozes Kor). Así comenzó uno de los más grandes movimientos evasivos de la
historia.
Constante huida
Mengele dejó su uniforme de oficial de la SS, y vistió el de oficial de la Wehrmatch (ejército alemán) y se
dirigió a una unidad hospital que iba hacia el sur. Cuando finalmente, en mayo
de 1945 Alemania capituló, Mengele terminó en dos campos de prisioneros de los
aliados, ignorado por sus captores. Ello se debió a que él había pasado por
alto muchos de los trámites necesarios para ser parte de las SS. Esos trámites, capturados por los
oficiales aliados de Estados Unidos,
eran utilizados para determinar qué sujeto era arrestado en forma automática.
No hay documento que explique por qué Mengele carecía del
tatuaje obligatorio de oficial de las SS,
que se hacía en la parte interior del brazo izquierdo, dos pulgadas por debajo
de la axila. Antiguos doctores de las SS,
confirmaron que no estaba tatuado. Otro de los elementos que jugó a su favor
fue la urgencia con que los aliados liberaron a millones de prisioneros de
guerra alemanes. Mengele se retiró calladamente entre
la multitud, usando un nombre falso, y con la ayuda de su familia trabajó en
una granja de la zona de Rosenheimm,
cercana a su ciudad natal de Gÿinzburg.
Entre 1945 y 1949, fue visitado varias veces por Irenna. Ella no estaba feliz con la situación, aún cuando en 1942
dio a luz un hijo de Mengele, producto de
una de sus visitas a Auschwitz .
Las
listas de criminales de guerra circulaban por la República Federal de Alemania
y los doctores y oficiales de las SS
estaban siendo juzgados. Mengele estaba
atemorizado y pidió a Irenna que
huyera del país con él. Irenna se
negó. Decepcionado pero resuelto, huyó a Italia
en 1949; poco después abordó un buque que lo llevó a Buenos Aires. En Argentina
se sentiría seguro, gracias a una organización secreta conocida como ODESSA,
encargada de otorgar salvoconductos a antiguos oficiales SS. La presencia de comunidades alemanas ofrecía confianza, y
ciertas zonas de Argentina le
recordaban las montañas de su Baviera
nativa. Mengele se sentía como en casa, en su
residencia en la zona de Florida, en
Buenos Aires, viviendo bajo el
nombre de Helmut Gregor. Más tarde
en la década del ‘50, consideró que la caza de criminales de guerra había
terminado, y comenzó a decir su nombre. Incluso, habría llegado a obtener la
nacionalidad Argentina. Inició una
compañía de implementos agrícolas con su verdadero nombre... ¡Hasta
figuró en la guía telefónica!
Su
padre lo visitó y le informó que Irenna
demandaba el divorcio, a lo que él accedió. ¿Qué otra cosa podría hacer?
Era sólo una formalidad. Irenna
tendría su libertad y él seguiría adelante con su vida en Argentina. Tiempo después su abogado le informó que el Gobierno
alemán había mandado cartas al Gobierno argentino, solicitando la extradición
de nazis. Mengele cayó en pánico. Con la ayuda de ODESSA
huyó al Paraguay, donde tramitó su
ciudadanía. Bajo las leyes Paraguayas
ya no podía ser extraditado. En aquellos tiempos, este país era gobernado por
el dictador Alfredo StroeSSner,
descendiente de alemanes y admirador de los nazis. Seguro, aunque intranquilo, Mengele se dejaba ver en las calles de Asunción.
En
1960, en Argentina tuvo lugar el
secuestro de "Otto" Eichmann, a manos de
un comando de la policía secreta israelí. Eichmann
estuvo a cargo de la sección judía de la Gestapo y de los traslados a los campos de concentración. En Paraguay, Mengele
ya no se sentía seguro, e incluso antes de enterarse de la noticia, se ocultó
aún más. El MOSSAD, servicio secreto israelí y creador intelectual del
secuestro de Eichmann, estaba tras
sus huellas. En aquellos días, era un hecho público que perseguían a otros
jerarcas nazis, por lo que Mengele debió huir...
el juicio de Eichmann hacía eco en
sus oídos...
Eichmann fue sentenciado a la horca, y Mengele sintió también la soga en su cuello. Por ello,
decidió viajar al Brasil, donde se
ocultaría durante el resto de su vida, ya no como el Ángel de la Muerte, sino
como un hombre atemorizado, solitario y fugitivo. Cuando llegó a Brasil en la década del ‘60, su vida se
disuelve. Durante los siguientes años se reportaron varias apariciones. Fuentes
confiables como el Departamento de
Estado de USA, el Centro Simón WeiSSenthal
y el MOSSAD israelí identificaron a Mengele en lugares y estilos de vida aparentemente
contradictorios con su historia, con documentos falsos, bajo nombres como José
Mengele, Helmut
Gregor, o Wölgang Gërhard, con
la ayuda y protección del as de la Luftwaffe,
Hans Lücklobe, líder de la ODESSA que
también había ayudado a otros nazis como KlauSS
Altmann o "Barbie". Dos novelas se basaron en Mengele:
"Los niños del Brasil"
y "Hombre maratón",
ambas llevadas al cine, aumentando su reputación a proporciones míticas e
interfiriendo con la búsqueda que llevaban a cabo los Gobiernos de Alemania, Estados Unidos e Israel.
Impunidad
Las
recompensas ofrecidas por Alemania,
el Centro Weisenthal e Israel para
su captura, sumaban US$ 3,4 millones, cifra que hoy en día debiera ser
multiplicada por doce, una suma impresionante, pero que no dio resultados. En
junio de 1985, la noticia del descubrimiento de la tumba de Wölfgang Gërhard recorrió al mundo. Los
restos que habían permanecido bajo tierra desde 1979 fueron exhumados. El
equipo forense concluyó que eran los restos de Josef Mengele,
el nazi más buscado desde la Segunda
Guerra. Si esto era cierto, ¿cómo fue su vida desde su huida del Paraguay
en 1960, hasta su presunta muerte en 1979? En Brasil fue puesto en contacto con refugiados bávaros, todos ex
pertenecientes al movimiento nazi que se habían refugiado en Brasil luego de la guerra. Ellos se
alegraron al encontrar a Mengele en la frontera,
donde lo instruyeron sobre su nueva "identidad". Se disfrazó como un
suizo de apellido Stammer,
comerciante de implementos agrícolas. Una familia adoptiva que verdaderamente
llevaba el apellido Stammer, lo
estaría esperando. Además, fue entrenado para mantenerse anónimo, ocultarse y a
quiénes recurrir si alguien intentara detenerlo.
Mengele pasó dieciséis años viviendo con los Stammer en una granja cercana a Sâo Paulo, adquirida por la firma
alemana Mengele. En 1976 la convivencia con sus
familiares adoptivos se tornó imposible, por lo que solicitó una nueva familia.
Peter y Geza BoSSert se ofrecieron
para acoger a Mengele en su hogar, donde permaneció hasta
su muerte. Según testigos, Mengele pasaba sus
horas construyendo botes y jugando con los hijos de sus anfitriones. Su temor a
ser atrapado crecía, y siempre dormía en su pequeña y oscura habitación, con
una pistola al alcance. En 1976 recibió la visita de su hijo Rolf, quien luego declararía para una
revista alemana "Mi padre asegura que nunca hizo algo incorrecto en Auschwitz
. Dice que sólo seleccionaba prisioneros para trabajar, y nada más. Odio lo que
hizo, pero es mi padre, y quiero creer en él".
Su muerte

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Según
la evidencia descubierta en 1985, 1979 sería un año marcado en la vida de Mengele. "En 1979 fue invitado a pasar un día de playa, a 50 millas
de Sao Paulo. Mengele se introdujo en el mar, hasta que el agua alcanzó sus
rodillas. En ese momento desapareció. Sufrió un ataque cardíaco, cayó al agua y
se ahogó. Cuando fue llevado a la playa, y a pesar de los esfuerzos, no pudo
ser resucitado". Geza
BoSSert hizo los arreglos para que Mengele fuera enterrado
en el cementerio de Ambu, bajo una
lápida que lleva el nombre de Wölfgang
Gërhard, y allí permaneció hasta su exhumación en 1985.
Expertos
forenses de Estados Unidos, Alemania e Israel se encargaron de las investigaciones. Se enviaron muestras
óseas a Inglaterra, donde existen
bancos de datos para su comparación. Esa comparación se retrasó muchos años
debido a que la ex esposa de Mengele, Irenna, y su hijo Rolf, se negaban a dar muestras de sangre. "Fue allí que
decidí ir a Alemania con mi hermana gemela, y durante tres semanas protestamos
frente a la fábrica Mengele. Yo simplemente dije: ¡nosotros entregamos la
sangre de millones en Auschwitz ! ¡Cómo pueden negarse a dar una simple gota,
para el estudio de la verdad!" (Eva Mozes Kor). Finalmente las autoridades alemanas presionaron a Rolf y a su madre, y se obtuvieron las
muestras requeridas. El examen de ADN dió
un resultado: el hombre sepultado en Ambu,
Brasil, fue el padre biológico de Rolf Mengele.
En
1992, el Departamento de Justicia,
cumpliendo con una solicitud del Departamento
de Estado de los Estados Unidos, publicó dos grandes volúmenes titulados
"En cuanto al tema Josef
Mengele". El informe concluía que Estados Unidos nunca tuvo relaciones con Mengele,
y que las investigaciones forenses determinaban que los restos exhumados en Brasil, correspondían a Mengele. Los gobiernos de Alemania e Israel
estuvieron de acuerdo con el informe. Otro extracto del informe del Departamento de Estado de los Estados
Unidos de 1992, concluye con que el hecho que el Ángel de la Muerte haya
sido capaz de perpetrar sus crímenes, para luego morir familiarmente como un
anciano en Brasil, evidencia de una
enorme conspiración para la impunidad.
A
pesar de todo ello, muchas de las víctimas o sus descendientes quedaron
inconformes con la forma de la muerte, e incluso con la veracidad de la misma.
"La
muerte de Mengele no se condice con el sentido de justicia. Si pensamos que
murió, quisiéramos que haya muerto de cáncer u otra enfermedad, muy lentamente,
órgano por órgano, y sólo luego de una muy larga y dolorosa agonía. Sin
embargo, y aunque hubiera estado consciente durante el ataque cardíaco, su
muerte se habría consumado en sólo dos o tres minutos. La muerte fue
terriblemente benévola con él, e injusta con nosotros" (Michael Rosembaum).
La
doctora GiSSela Weird, sobreviviente
de Auschwitz , quien hizo sus
estudios de medicina en la Alemania
de preguerra, afirmó: "Sé que todos los estudiantes de medicina realizan el
juramento de Hipócrates. Es como una página de la Biblia que Mengele ensució".
De hecho, alguna vez Mengele pronunció las
palabras sagradas del juramento hipocrático: "Si cumplo acabadamente con este juramento, ganaré para siempre
reputación entre los hombres, por mi vida y mi arte. Si lo transgredo, que lo
opuesto recaiga sobre mí". En cierta forma, su juramento se ha
cumplido: el Ángel de la Muerte, demonio-médico de Auschwitz , es un sinónimo universal de muerte y genocidio.
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//12 de Noviembre, 2010 |
|
por
jocharras a las 17:47, en
La Marca de la Bestia |
CAPÍTULO XXII
La muerte
Jugado
-Estoy jugado,
estoy jugado, estoy jugado...
Repite
mientras lleva su clásico paso de gorila que hace tambalear su cuerpo de un
lado para el otro. Lleva la cabeza hacia abajo escondiendo el rostro. Tiene
puestas zapatillas negras, un pantalón jean azul y un buzo rojo con rayas
grises en las mangas. Lentes oscuros y la gorra de lona azul que su primo le
regaló en la mañana mientras probaban la moto.
Camina
rápido, respira hondo y transpira. Sin embargo, siente frío. En el bolsillo
trasero derecho del pantalón lleva la estampita de Jesucristo que lo acompaña
día a día desde que estuvo en la cárcel, el sudor ha hecho que se pegotee con
el certificado de hábeas corpus. En los bolsillos delanteros tiene el blíster
vacío de un ansiolítico, una pastilla de Viagra y todo el dinero que le
queda: un peso con 30 centavos. La vida de Marcelo Sajen es muchas vidas, incluso cuando su final
se dibuja claramente en el horizonte.
Al notar la
presencia policial mira hacia atrás y ve la camioneta con la baliza encendida.
Ha sabido escabullirse de situaciones mucho peores, pero esta vez tiene la
sensación de que a la vuelta de la esquina le espera otra encrucijada. Piensa
en escapar, pero en un escape diferente. Piensa en su hermano Bichi. De alguna
forma, resulta un alivio que lo hayan encontrado.
Acelera el
paso. Vuelve a darse vuelta y ve que el CAP
ya está a pocos metros. A bordo del vehículo, el oficial Bolloli habla sin pausa por el handy y alerta a la base que han
tomado contacto con el prófugo.
Sajen mete la mano derecha debajo de
la chomba y saca la 11.25. La siente pesada. En un abrir y cerrar de ojos, la
pasa a su otra mano.
Imaginaba un
final diferente. Quizá, hasta imaginaba tener más valor a la hora de enfrentar
a la Policía. Después de todo, qué saben estos tipos de que él es un hombre
respetado. Qué saben de que sus mujeres desesperan cuando se va, de que sus
hijos lo aman y lo seguirán amando.
-Estoy jugado
-repite antes de empezar a correr.
-¡Está
armado! ¡Sajen está armado! -gritan
los policías entre sí. cuando lo ven sacar el arma. Piensan que va a darse
vuelta para disparar pero, asombrados, lo ven alejarse a toda velocidad.
El
delincuente avanza unos metros por calle Tío
Pujio y, antes de llegar a la esquina, cruza de calzada para meterse en el
jardín de una pequeña vivienda.
La casa,
ubicada al 1871, es la más humilde de la cuadra. Está pintada de blanco en el
frente y tiene una puerta amarilla al medio. Las ventanas, a ambos lados de la
puerta de chapa, son del mismo color y del mismo material.
El jardín de
adelante tiene una extraña forma triangular. Hay césped y un sendero de cemento
que une el ingreso a la vivienda con la vereda. El matrimonio de ancianos que
allí vive no se encuentra en casa.
No intenta
entrar a la vivienda, sabe que está rodeado. Se mete a ese pequeño patio
delantero y se para observando la calle con la mirada fija en el móvil del CAP que acaba de frenar frente a la
casa. En su mano izquierda tiene la pistola.
Los dos
policías de la patrulla observan los movimientos del delincuente mientras se
bajan con cuidado para ponerse los chalecos antibalas. El tiroteo parece
inminente. Justo en ese momento llega el Renault
18 con los policías del CIE.
Estacionan delante del patrullero y se bajan con sus pistolas 9 milímetros en
la mano. Desde la calle alcanzan a ver con cierta dificultad a Sajen.
-Calmate
loco, bajá el arma. Calmate. No hagas locuras...-grita uno de los
policías que puede divisarlo.
-Yo estoy jugado. ¡Lo único que pido es que larguen a mi
hermano! ¡Él no tiene nada que ver!
-¡Bajá
el fierro Sajen! ¡No tiene sentido!
-grita otra vez el uniformado.
El cielo
está todo encapotado y tiene esa extraña tonalidad naranja que sólo tienen los
preludios de las tormentas de verano.
Sajen está perdido. Flexiona levemente
sus piernas como para ponerse en cuclillas y se lleva el frío caño de la 11.25
en la sien. Faltan unos pocos segundos para las 8.15 de la noche. Por un instante
todo parece paralizarse mientras las palabras de los policías se oyen cada vez
más lejanas. Incluso su propia respiración empieza a sonar distante, mientras el mundo se presenta
como una película proyectada en cámara lenta.
Cierra los
ojos con el deseo de que algún recuerdo se instale en su memoria, pero es
imposible. Ni Pilar, ni los primeros
tiempos con Zulma o el nacimiento de
sus hijos alcanzan a tomar la forma de un pensamiento. Tampoco aquel primer
encuentro con la Negra Chuntero lo
ayuda a escapar de ese instante atroz en el que es el principal testigo de su
propio final. El recorrido del proyectil destroza su cabeza.
Sin nada que
lo ayudara a escapar, el disparo le quitó todo pensamiento. Sólo el estallido y
el dolor provocado por la bala, lo acompañó como un constante e ininterrumpido
aturdimiento durante los dos días que permaneció en coma, hasta que el 30 de diciembre
a las 8.07, en la sala de terapia intensiva del Hospital de Urgencias, Marcelo Mario Sajen dejó de respirar. Entró a la muerte con
los ojos cerrados.
Fin.
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