Fiedrich Haarman alias "El Carnicero de Hannover"
FRIEDRICH HAARMAN: Nació en
Alemania en 1879, su madre lo protegía
y consentía, y por lo tanto tenia un carácter caprichoso y disconforme,
con un amor enfermizo hacia ella. Desde temprana edad demostró
inclinaciones sexuales hacia su mismo sexo. Habitualmente jugaba con
muñecas y esta actitud enfurecía a su padre quien lo azotaba
despiadadamente. Cuando cumple 16 años, su padre, como último recurso
para reformarlo, lo envía a la escuela militar. Esto gestó en
Fritz una
ira hacia su padre para toda la vida.
Permaneció un tiempo en una Institución para enfermos mentales a
los 17 años, al ser acusado de corrupción de menores, pero su conducta
fue ejemplar y salió en 1903, con 24 años.
Ya instalado en la ciudad de
Hannover se dedica al robo, hurtos
pequeños y pone de manifiesto su homosexualidad abusando de menores.
Por estos hechos pasa cierto tiempo en prisión. Nuevamente en la calle,
en 1918 se asocia con unos contrabandistas y comienza a desarrollar un
próspero negocio: venta ilícita de carne.
Por esos años,
Alemania
estaba saliendo de la guerra y la carencia de alimentos era más que
penosa, la miseria y el desempleo habían aumentado considerablemente la
criminalidad.
Esta situación hacia engordar el negocio gracias al «
mercado negro»
de carne.
Haarman consigue, además, ganarse la confianza de la policía
trabajando como soplón; amparado por este marco más que favorable
despliega toda su perversión y sed de sangre para calmar su más bajos
instintos.
No estaba solo en la tarea, su cómplice
Hans Grans, pedófilo y
homosexual como él, lo secundaba en todas sus repulsivas actividades.
Eligiendo incluso algunas de las víctimas tan solo por el color de la
camisa,
Haarman escogía a los infortunados en las estaciones de trenes,
su blanco eran los jóvenes que llegaban a la ciudad en busca de
trabajo, adolescentes fugados de sus hogares o aquellos que bajaban de
los trenes de refugiados. En el lugar actuaba como un inspector de
policía, se acercaba, les hablaba amablemente para ganar su confianza,
luego les ofrecía un cigarrillo, comida caliente y alojamiento.
Cuando aceptaban los llevaba a su casa en cortandoles la carótida,
mordiéndoles la garganta o ahorcándolos con una soga. Los cuerpos eran
desmembrados y cortados en trozos que esparcía por la ciudad, la ropa
era vendida por su secuaz
Hans y la carne vendida en el mercado negro
como carne de cerdo.
La policía visitó el lugar debido a una denuncia de los padres de
Friedel Rothe, quien había sido visto en compañía de
Haarman, pero los
agentes no encontraron evidencia a pesar de que la cabeza del joven,
envuelta en periódico, se encontraba en la casa escondida detrás de la
cocina. En otra oportunidad, uno de los clientes del «
Carnicero de
Hannover» se presentó ante las autoridades porque sospechaba que la
carne que había comprado no era de
cerdo sino que tenía aspecto humano. Los policías desestimaron la
denuncia, considerando lo afortunado que era el denunciante por haber
conseguido un trozo de carne de tan alta calidad. Las desapariciones de
jóvenes iban en aumento pero nada hacía sospechar del carnicero y su
pareja, a pesar de que los vecinos veían entrar a muchos y no salía
ninguno. Ni siquiera les despertaba curiosidad los ruidos de la sierra
y los golpes provenían del lugar.
En el año 1924 comenzó a ser investigado por la policía ya que los
rumores sobre la venta de carne humana eran cada vez más persistentes.
Este hecho, asociado a las desapariciones misteriosas, desató una serie
de dudas sobre
Haarman.
El 17 de mayo, un niño que jugaba en el parque
Herrenhausen
descubrió un cráneo humano. Al registrarse el lugar descubrieron varías
bolsas que contenían esqueletos mutilado Los restos anatómicos estaban
triturados o aserrados, y pertenecían a muchachos de entre 14 y 25
años de edad que, según los análisis habrían muerto entre 1918 y 1924.
Sumado a este descubrimiento, hubo otros en diferentes partes de la
ciudad y en el río
Leine que fue secado para facilitar el trabajo. De
allí se extrajeron, en un sólo día, más de quinientos huesos humanos
perteneciente a veintidós cuerpos distintos.
El 22 de junio el "
Carnicero" fue detenido su piso registrado. En el
lugar los agentes pudieron observar manchas de sangre en las paredes,
resultó ser humana y no de res, quería justificar
Haarman. Se
encontraron, además, con abundante materiales de carnicería así como
también ropas que más tarde fueron reconocidas por los familiares de
las victimas.
Ante tales evidencias,
Friedrich confiesa sus crímenes relatando
todos los detalles con pasmosas complacencia. El juicio se inicia el 4
de diciembre de 1924 en el
Tribunal de Hannover , prolongandose durante
14 dias, en donde declararon 130 testigos.
El abogado general
Wilde le imputó 24 víctimas que habían podido
ser identificadas y le preguntó si había más.
El Carnicero contestó:
«
Cómo quiere que lo sepa? Usted dice veinticuatro... Pongamos
veinticuatro. Puede que más, puede que menos».
Durante las audiencias,
Haarman hizo declaraciones propias de un
asesino: "
Mis crímenes no eran para sacar beneficio con la venta de
carne humana, sino que estaba motivado en un momento de frenesí erótico
que me conducía a matar para satisfacer mis irrefrenables deseos..."
El Carnicero temía ser considerado loco y que lo enviaran a una
Institución para enfermos mentales y pidió ser condenado a muerte, a
pesar de que su abogado trató de justificar su accionar como
consecuencia de la infancia traumática que había vivido.
De todo modos, los psiquíatras citados alegaron que el acusado era
lúcído y consciente de sus actos. Después de trece audiencias se
conoció el veredicto:
Hans Grans estaba condenado a una pena de muerte
y
Friedrich Haarman a veinticuatro penas de muerte. Una vez en prisión
y a la espera de la ejecución, se mostró muy nervioso y solicitó el
auxilio espiritual de un sacerdote.
Además escribió una carta asumiendo la responsabilidad de todas las
muertes, en un intento por salvar a su cómplice que, gracias a esta
actitud, logra que su caso sea revisado y en razón de sus veinte años,
su pena fue conmutada por doce años de reclusión.
El Carnicero de
Hannover fue guillotinado el 15 de abril de 1926, su cerebro fue
enviado a la
Universidad de Goettin para su estudio. Su última voluntad
fue pedir el siguiente epitafio para su tumba:
Aquí yace El
Exterminador». Este deseo no fue cumplido y la azarosa vida de
Haarman
inspiró la película
Tenderness of the Wolves, de 1974.